Dentro de su agenda económica, el Gobierno busca avanzar con una iniciativa que promueve el desarrollo de la biotecnología y comenzó a negociar con un sector de la oposición para lograr apoyos, tal como ocurrió con el proyecto sobre cannabis medicinal.

Luego de una trabajosa negociación con la oposición, hace cincuenta días el oficialismo pudo transformar en ley el régimen de promoción de cáñamo industrial y el cannabis medicinal. Fue una de las iniciativas del paquete que el presidente Alberto Fernández presentó el año pasado como los engranajes de la "fábrica de dólares" que el país necesita en este escenario internacional.

Cuando lo lanzó enumeró una serie de textos que siguen frenados en la estrechísima paridad que divide el Congreso, aunque son proyectos que también cosechan interés para la oposición, porque los interpela ante los jugadores del empresariado que tienen interés en esas propuestas diseñadas por la Casa Rosada.

El régimen del cáñamo industrial fue apoyado por el FdT pero también contó con el respaldo de la UCR, dentro de una votación dividida de JxC. El recorte no es menor, porque podría reeditarse con el segundo round de esa pulseada entre las dos principales fuerzas políticas que pueblan el recinto de la Cámara Baja.

La negociación ya comenzó en torno a la iniciativa que cambia la ley 26.270 y la denomina como de "Promoción del Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna y la Nanotecnología", para extender su vigencia por 15 años, hasta el 31 de diciembre de 2037.

Se cree que el tratamiento del proyecto en Diputados podría ser bastante rápido 

 Por qué este proyecto del Gobierno sortearía la grieta en Diputados

La iniciativa es parte de los textos que el presidente Alberto Fernández analizó la semana pasada con el titular del bloque del FdT, Germán Martínez. En este caso trámite es realizado por tres comisiones donde conviven el peronismo con el radicalismo.

Intervienen desde principios de este mes las comisiones de Presupuesto, que lidera Carlos Heller (FdT), la de Industria, conducida por Marcelo Cassareto (FdT) y la de Ciencia y Tecnología, que está a cargo de Martín Tetaz, de la UCR.

El acuerdo entre los tres jefes de comisión es contar con un dictamen este martes, cuando vuelvan a reunirse en plenario para terminar de pulir los detalles de la iniciativa. En ese acuerdo también late la posibilidad de que la iniciativa sea aprobada por una amplia mayoría cuando llegue al recinto, algo que podría concretarse en las próximas semanas.

Para el Ejecutivo la norma es clave porque el sector no ha parado de crecer. La subsecretaria de Economía del Conocimiento, María Apólito, destacó en el último plenario de comisiones que Argentina está "entre los 20 países con más empresas en nanotecnologia: de 80 empresas más de 20 han surgido en los últimos 3 años, dentro de un proceso en el que necesitan grandes inversiones y plazos grandes para recuperarlas.

Es fundamental un régimen de esta naturaleza que, en pandemia nos ha dado más de una satisfacción. Son un factor crucial de la industrialización", destacó la funcionaria.

La base del debate está determinado por la ley 26.270 de "Desarrollo y Producción de la Biotecnología Moderna" que rige desde 2007 para un sector que ya cuenta con 200 empresas biotecnológicas con una facturación superior a los 2 millones de dólares anuales.

De ese total se exporta un 20% y con este plan el Gobierno busca duplicar ese porcentaje en el primer año.

Esta es una de las iniciativas del paquete que el presidente Alberto Fernández  para generar una "fábrica de dólares"

Qué dice el proyecto de ley

La propuesta enviada por el Gobierno incluye al texto de la ley el "surgimiento del sector de la nanotecnología, cuyo campo comprende toda aplicación tecnológica del conjunto de técnicas y ciencias en las cuales se estudian, manipulan y obtienen de manera controlada materiales, sustancias y dispositivos de dimensiones nanométricas".

Es considerado un sector de "desarrollo horizontal y multipropósito que puede generar avances y nuevas tecnologías para sectores productivos, como el de la salud, el textil, la microelectrónica, el industrial, el químico y el agroindustrial, entre otros".

Para los redactores de la iniciativa "resulta necesario no solamente extender la vigencia del citado régimen, sino también adaptar sus disposiciones normativas a las características y problemáticas actuales del sector para promover el desarrollo tecnológico, así como también el flujo de conocimiento y capacidades y el desarrollo comercial de los proyectos beneficiados y alcanzados por la Ley".

El punto central de la norma son los beneficios fiscales que impulsa. Quienes accedan al régimen tendrán acceso a amortización la inversión con la devolución del impuesto a las Ganancias en una cuota, devolución anticipada del IVA y "un bono de crédito fiscal correspondiente al 50% de los gastos pagados destinados a las contrataciones de servicios de investigación y desarrollo (I+D) con instituciones del Sistema Público Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación".

Hasta ahora se han implementeado con distintas convocatorias del Régimen de Promoción de Biotecnología Moderna que destinaron 590 millones de pesos a las empresas inscriptas.

Si los cambios en la ley prosperan esas adjudicaciones quedarán en manos de un Consejo Consultivo que analizará el impacto tecnológico de los aspirantes y que demuestren solvencia técnica, capacidad económica y los requisitos de bioseguridad necesarios.

Para el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale el sector biotecnológico "es uno de los más dinamizantes, donde se despliegan las mejores capacidades de los argentinos, por eso queremos marcar un horizonte a largo plazo para que nuestras empresas puedan planificar con tranquilidad y estabilidad del marco normativo", destacó el funcionario en referencia a la extensión hasta el 2037.

Según pudo saber iProfesional, en el interbloque de JxC cuestionan la demora que tuvo el Gobierno para promulgar la ley vigente, pero admiten que el texto puede jugar un rol clave para un sector que les reclama celeridad en la aprobación de los incentivos.

En el radicalismo hay una mayor predisposición para acompañarlo y en el PRO todavía no definieron una posición definitiva, aunque admiten que el oficialismo podría contar con los votos suficientes para aprobarlo en la próxima sesión si finalmente logra contar con un dictamen de mayoría que podrá contar con las rúbricas de peronistas y radicales.