Emigrar a Portugal será más difícil: estas son las nuevas reglas para obtener residencia y nacionalidad
El sueño de muchos argentinos de mudarse a Portugal por su hospitalidad, paisajes, costos accesibles y oportunidades laborales, hoy encuentra más trabas. Lo que hasta hace poco parecía un destino amigable incluso para quienes no tenían ciudadanía europea, se tornó más restrictivo desde mediados de 2023, cuando el Gobierno portugués cambió las reglas del juego.
Desde entonces, el permiso de trabajo debe tramitarse en los consulados del país de origen, con prioridad para quienes cuenten con estudios universitarios o hablen portugués como lengua oficial. Con esa decisión, se cerró la posibilidad de ingresar como turista y luego gestionar la residencia directamente en Portugal, un mecanismo utilizado por miles de migrantes.
Lo que parecía un cambio puntual se convirtió en una tendencia clara: el Consejo de Ministros de Portugal dio un nuevo paso hacia el endurecimiento de sus políticas migratorias. El pasado 23 de junio, aprobó cuatro propuestas legislativas que introducen modificaciones en las leyes de nacionalidad y residencia, elevando aún más las exigencias para quienes buscan obtener la ciudadanía portuguesa.
Si bien aún resta la aprobación de la Asamblea y la firma del presidente, todo apunta a que las reformas avanzarán sin obstáculos.
Uno de los cambios más relevantes es la ampliación del período requerido de residencia legal: será de siete años para ciudadanos lusófonos y de diez para los demás. A esto se suma una modificación clave: el plazo comenzará a contarse únicamente desde la fecha en que se obtenga el permiso de residencia, lo que implica una espera aún más prolongada para acceder a la ciudadanía.
Otro cambio relevante afecta a los hijos de migrantes nacidos en Portugal: ya no obtendrán automáticamente la nacionalidad. Para acceder a ella, al menos uno de los padres deberá haber residido legalmente en el país durante tres años y se requerirá una declaración expresa de la voluntad de nacionalizarlos.
Portugal endurece su política migratoria y complica el acceso a la ciudadanía
Estas nuevas medidas impactan directamente sobre miles de familias que ya viven en Portugal.
Principales modificaciones
- Idioma y cultura portuguesa
Para la naturalización, se exigirá acreditar conocimientos del idioma portugués, así como de los derechos y deberes ciudadanos y del sistema político del país, mediante pruebas específicas.
- Fin del derecho automático a la ciudadanía por nacimiento
Los hijos de migrantes nacidos en Portugal solo obtendrán la nacionalidad si al menos uno de los padres tiene residencia legal por tres años y se manifiesta expresamente la voluntad de nacionalizarlos.
- Más años para acceder a la ciudadanía
El nuevo marco eleva los años mínimos de residencia legal: de cinco a siete para lusófonos, y a diez para ciudadanos de otras nacionalidades. El conteo comienza desde la obtención del permiso formal.
- Pérdida de ciudadanía por delitos graves
Se prevé retirar la nacionalidad a quienes hayan sido condenados a más de cinco años de prisión por delitos como terrorismo, espionaje o traición.
- Eliminación del camino sefardí
Portugal revocará la vía especial que permitía a descendientes de judíos sefardíes obtener la ciudadanía, por tratarse de una "medida excepcional".
- Restricciones por ascendencia
Ahora solo podrán acceder a la nacionalidad quienes puedan demostrar ascendencia portuguesa hasta bisabuelos inclusive, limitando el beneficio a generaciones más cercanas.
- Más trabas para la reagrupación familiar
La nueva ley exigiría que el migrante resida legalmente al menos dos años para traer familiares menores de edad. Otros familiares mayores deberán iniciar el trámite desde fuera del país.
- El visado de turista ya no sirve para solicitar residencia
A partir de esta reforma, solo quienes tengan visado de residencia podrán iniciar el trámite. No se aceptarán más solicitudes presentadas dentro del país con visa de turista o exentos de visa.
Crece el control migratorio en Europa y Portugal se suma con nuevas exigencias
Aunque todavía deben ser debatidas y aprobadas por la Asamblea de la República y el presidente, especialistas coinciden en que es altamente probable que estas medidas sean sancionadas sin modificaciones.
De concretarse, Portugal se alineará con la tendencia de varios países europeos que han comenzado a restringir progresivamente las condiciones para acceder a la residencia y la ciudadanía, en un escenario marcado por un control migratorio cada vez más estricto.