Cuándo prescribe una deuda de tarjeta de crédito en 2025
Las deudas de tarjeta de crédito pueden convertirse en un dolor de cabeza, especialmente si pasa el tiempo y la situación financiera impide saldarlas. Lo que muchos no saben es que existe un plazo legal a partir del cual esa deuda ya no puede ser reclamada judicialmente. En otras palabras, prescribe. Pero ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que eso ocurra en Argentina? ¿Cómo se cuenta ese plazo? ¿Y qué consecuencias sigue teniendo la deuda aunque ya no se pueda exigir en tribunales?
Si te hiciste estas preguntas en algún momento, en esta nota te explicamos cómo funciona la prescripción de deudas por tarjeta de crédito en 2025, según lo establece la legislación vigente.
¿Qué dice la ley?
El punto de partida es la Ley 25.065 de Tarjetas de Crédito, que en su artículo 47 establece que las acciones judiciales para reclamar una deuda de este tipo tienen plazos específicos:
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Un año para iniciar una acción ejecutiva, que es la vía más rápida que tienen los bancos o emisores para exigir el cobro.
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Tres años para iniciar una acción ordinaria, es decir, el juicio tradicional.
En ambos casos, se cuentan desde que la persona incurre en mora, es decir, desde que deja de pagar el resumen de su tarjeta en el tiempo correspondiente.
¿Qué implica que una deuda prescriba?
Que una deuda prescriba no significa que desaparezca por arte de magia. Lo que sucede es que, si el acreedor no la reclamó judicialmente dentro del plazo legal, ya no puede hacerlo. Esto protege al deudor de reclamos eternos, y busca darle un cierre a situaciones que llevan años sin resolverse.
La prescripción no es automática. Es decir, si te demandan igual después del plazo, vos tenés que presentarte y oponer la excepción de prescripción, es decir, hacer valer ese derecho. Si no lo hacés, el juicio puede continuar como si nada.
¿Puede interrumpirse el plazo?
Sí. Hay situaciones que hacen que el reloj vuelva a cero. Por ejemplo:
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Si el banco o acreedor te envía una carta documento, inicia una mediación o te reclama formalmente.
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Si vos, como deudor, reconocés la deuda, ya sea pagando una parte, firmando un plan de pago o aceptando la deuda por escrito.
En esos casos, la prescripción se reinicia y el plazo vuelve a contarse desde cero.
¿Y qué pasa con el Veraz?
Aunque la deuda esté prescripta, eso no significa que desaparezca del Veraz o de tu historial crediticio. En general, las deudas impagas pueden figurar hasta cinco años desde que fueron informadas. Por eso, es común que muchas personas vean su score afectado incluso cuando ya no existe una posibilidad legal de ser obligados a pagar.
Si pagás la deuda luego de prescripta, esta sigue figurando en tu historial por dos años más, aunque como "cancelada".
¿Conviene pagar una deuda prescrita?
Es una decisión muy personal. Desde lo legal, no estás obligado a pagar si el reclamo ya prescribió. Pero si necesitás recuperar tu perfil financiero —por ejemplo, para sacar un préstamo, alquilar o acceder a un plan de pago en cuotas— puede ser conveniente negociar un acuerdo con el acreedor. Muchas veces, se ofrecen planes con importantes descuentos o quitas de interés para "cerrar" la deuda.
Eso sí: si vas a pagar, asegurate de que quede constancia escrita del acuerdo y de su cumplimiento, para poder limpiar tu historial correctamente.
¿Cómo sé si mi deuda ya prescribió?
Lo ideal es consultar con un abogado o defensoría del consumidor, pero podés hacer un cálculo aproximado teniendo en cuenta la fecha del último resumen que no pagaste y verificar si pasaron más de tres años sin que haya habido contacto formal, judicial o reconocimiento de deuda. También podés consultar tu estado en sitios como Veraz o Nosis, y revisar si hay demandas judiciales iniciadas.
En Argentina, la deuda de tarjeta de crédito prescribe a los 3 años si no hay acciones judiciales o reconocimientos de por medio. Pero eso no implica que desaparezca del sistema financiero: puede seguir afectando tu historial crediticio y limitar tu acceso a productos bancarios. Si estás en esta situación, informarte y asesorarte es el primer paso para tomar una decisión consciente y cuidar tu economía futura.