Condenan a un gerente por fraude laboral y deberá abonar una indemnización porque la empresa había cerrado

La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de la primera circunscripción condenó al gerente de una sociedad comercial en el marco de una demanda impulsada por una exempleada. La Sala II determinó que, cuando existen actos orientados a ocultar una relación laboral y pagar sueldos fuera de registro, corresponde extender la responsabilidad a los directores y administradores, al configurarse un fraude.

Relación laboral irregular y despido sin causa comprobada

La relación laboral comenzó en febrero de 2014, pero fue registrada recién en septiembre del mismo año y en una categoría inferior a las tareas efectivamente desarrolladas. Además, no se consignó correctamente la jornada completa que realizaba la trabajadora.

En enero de 2017, fue despedida con el argumento de que utilizaba el celular, se pintaba las uñas y tomaba té durante el horario de trabajo. Estos motivos fueron desestimados por el juzgado de primera instancia, que en octubre de 2024 condenó a la empresa a pagar la indemnización laboral correspondiente. No obstante, la firma había cerrado sus puertas en mayo de 2018.

Extensión de responsabilidad al gerente de la empresa

En su apelación, la denunciante remarcó la registración tardía por media jornada, la omisión de aportes previsionales y el cierre de la empresa, hechos que, según argumentó, violan normas laborales de orden público y principios de buena fe. Indicó que esas circunstancias justifican el descorrimiento del velo societario, aun sin necesidad de probar que la sociedad fue creada con fines ilícitos.

Los jueces Pablo Furlotti y Patricia Clerici coincidieron en que los elementos expuestos habilitan la responsabilidad personal del socio gerente. Por ello, revocaron parcialmente la sentencia anterior que lo había eximido.

El tribunal consideró que la conducta del gerente constituyó un fraude laboral y previsional que afectó tanto a la trabajadora como al sistema de seguridad social. También señalaron que este tipo de prácticas distorsionan los costos laborales y generan una competencia desleal en el mercado, en perjuicio del resto del sector comercial.

Hay que tener en cuenta que, cuando una empresa cesa sus actividades sin cumplir con sus obligaciones laborales, la situación puede complejizarse para las personas trabajadoras que reclaman judicialmente. En estos casos, la responsabilidad puede alcanzar a quienes dirigieron la firma, especialmente si el cierre se da tras una condena o mientras existen conflictos laborales activos. La Justicia considera que el cierre de la sociedad no exime de las deudas laborales ni del cumplimiento de derechos adquiridos.

El encuadre laboral adecuado, tanto en lo que respecta a la categoría profesional como a la jornada de trabajo, es un aspecto clave en cualquier relación laboral formal. Registrar a una persona empleada en una categoría inferior o con media jornada cuando en realidad trabaja jornada completa constituye una forma de subregistración laboral, que no solo implica sanciones para el empleador, sino también un perjuicio económico y previsional para el trabajador.