Ley Bases y fondo de cese laboral: ¿protección para el trabajador y seguridad para las empresas?
El debate sobre la indemnización laboral en Argentina volvió a ocupar la agenda tras la sanción de la Ley 27.742 ("Ley Bases") y el Decreto 847/2024, que habilitan un nuevo esquema de desvinculación: el fondo de cese laboral. Este sistema, que ya existe en sectores como la construcción, busca reemplazar el pago tradicional de la indemnización por un mecanismo de ahorro mensual administrado en cuentas específicas. Los especialistas remarcan que el emplador deberá analizar qué sistema le conviene porque el costo para el empleador no desaparece. Al contrario, se traduce en aportes mensuales que impactan especialmente en las PyMEs.
A continuación, repasamos cómo funciona, quién realiza los aportes, cuáles son los beneficios y cuáles son las principales críticas de este modelo.
¿Qué es el fondo de cese laboral?
El fondo de cese laboral es un mecanismo alternativo al sistema indemnizatorio previsto en la Ley de Contrato de Trabajo (art. 245 LCT). En lugar de que el empleador pague la indemnización al momento del despido, realiza aportes mensuales sobre el salario del trabajador. Estos depósitos se acumulan en una cuenta bancaria específica y, en caso de desvinculación, el trabajador accede al monto acumulado.
La medida fue reglamentada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que habilitó la apertura de cuentas bancarias para administrar los fondos, con acceso digital, protección frente a embargos y disponibilidad inmediata al finalizar la relación laboral.
Modalidades: cuentas individuales o fondos colectivos
El nuevo esquema ofrece dos alternativas, que dependerán de cada convenio colectivo de trabajo:
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Cuentas individuales: a nombre del trabajador, donde se depositan los aportes mes a mes.
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Fondos colectivos: administrados por terceros mediante fideicomisos, seguros o fondos comunes de inversión.
Ambas modalidades tienen como objetivo generar una reserva económica previsible para cubrir el costo de una desvinculación.
Quién realiza los aportes y qué porcentaje se aplica
En principio, el aporte estará a cargo del empleador, aunque la normativa también permite que el trabajador contribuya si así se acuerda en la negociación colectiva.
No existe un porcentaje único: cada sector lo definirá en su convenio. Como referencia, en la industria de la construcción rige un aporte del 12% del salario durante el primer año de contrato, que luego se reduce al 8%.
Este punto genera debate entre especialistas: mientras algunos lo presentan como un mecanismo de previsibilidad, otros advierten que implica para las PyMEs un costo adicional equivalente a un salario anual por trabajador.
Beneficios y condiciones de las cuentas de fondo de cese
Las cuentas habilitadas por el BCRA contarán con las siguientes características:
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Acceso digital mediante home banking y apps móviles.
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Resúmenes mensuales electrónicos y consulta de saldos en pesos o en UVA.
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Protección frente a embargos o ejecuciones.
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Tratamiento fiscal equivalente a la indemnización, con exención de impuesto a las ganancias.
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Disponibilidad de los fondos al finalizar la relación laboral, con posibilidad de mantener la cuenta hasta 180 días en caso de recontratación.
Supervisión y control
La implementación del fondo estará regulada por distintos organismos, según la modalidad elegida:
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BCRA: cuentas bancarias individuales.
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CNV (Comisión Nacional de Valores): fondos colectivos a través de fideicomisos o inversiones.
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Superintendencia de Seguros de la Nación: esquemas basados en seguros.
En algunos casos, los depósitos podrán actualizarse por UVA, dependiendo de lo que fije cada convenio colectivo.
Críticas y desafíos del fondo de cese
Más allá de la novedad, diversos especialistas plantean objeciones al sistema. Desde el estudio Grispo señalan que el fondo convierte la indemnización laboral en un instrumento financiero sujeto a la volatilidad del mercado. Además, advierten que podría generar desigualdades dentro de un mismo sector, ya que la aplicación dependerá de la negociación colectiva.
Otro punto cuestionado es que el costo para el empleador no desaparece. Al contrario, se traduce en aportes mensuales que impactan especialmente en las PyMEs, donde la liquidez es un factor crítico. Según este enfoque, los principales beneficiados serían los intermediarios financieros que administren los fondos.
En comparación internacional, los antecedentes en Chile y Brasil muestran limitaciones, mientras que en Europa este tipo de mecanismos se utilizan como fondos estatales de garantía, no como esquemas de capitalización individual en países con alta inflación.
Fondo de cese vs indemnización tradicional: ¿qué cambia?
En resumen, la indemnización tradicional reconoce al trabajador un monto al momento del despido, calculado sobre la base de su último salario y antigüedad. El fondo de cese laboral, en cambio, traslada ese costo a aportes periódicos que se capitalizan en una cuenta o fideicomiso.
Este nuevo esquema no reemplaza de manera automática al sistema vigente, sino que se aplicará cuando exista acuerdo expreso en la negociación colectiva. Representa, en los hechos, una opción adicional dentro del marco laboral argentino, pero que ya genera intensos debates jurídicos, económicos y sociales.