Reforma laboral y salarios dinámicos: cómo cambiaría el sistema de sueldos en Argentina
El proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno nacional propone incorporar a la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) una nueva figura denominada "componentes remunerativos dinámicos", una modificación que podría alterar de manera significativa la forma en que se determinan los salarios de los trabajadores registrados bajo convenio colectivo.
La iniciativa, que forma parte del paquete de cambios promovido por el oficialismo, quedó plasmada en la incorporación del artículo 104 bis a la LCT. Allí se establece que, además de los salarios y conceptos de pago obligatorios, los empleadores podrán sumar componentes retributivos adicionales, ya sean transitorios, fijos o variables, vinculados tanto al desempeño individual del trabajador como a las necesidades y características de la organización.
Según el texto propuesto, estos adicionales podrían surgir de la negociación colectiva -por actividad, rama, región o empresa-, de acuerdos individuales o incluso por decisión unilateral del empleador. Además, se aclara que dichos componentes no generarían derechos adquiridos, ya que no se les aplicaría la continuidad tácita, la ultraactividad ni la costumbre, independientemente del tiempo durante el cual se mantengan.
Las claves de la propuesta oficial
El secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Julio Cordero, explicó ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados que la reforma apunta a adaptar el sistema salarial a una nueva dinámica económica, caracterizada por una inflación en desaceleración y por la necesidad de sostener el empleo formal.
Entre los principales ejes de la propuesta se destacan:
- La habilitación de paritarias regionales o por empresa, además de las negociaciones nacionales por actividad.
- La redefinición del salario de convenio como techo y no como piso, especialmente en empresas ubicadas en zonas desfavorecidas.
- La incorporación de esquemas de remuneración por desempeño individual, conocidos como salarios dinámicos.
- La posibilidad de ajustar salarios según estacionalidad, productividad u otros factores económicos.
Desde el oficialismo sostienen que el objetivo es promover una cultura del trabajo basada en la meritocracia, incentivar la productividad y facilitar la creación de empleo registrado.
Qué se entiende por salarios dinámicos
Con los salarios dinámicos habrá un componente que dejará de ser definido exclusivamente por paritarias y pasará a ajustarse según la evolución del negocio o el rendimiento del trabajador. En ese sentido, en otros períodos históricos ya existieron negociaciones salariales atadas a la productividad.
No se trata de un simple cambio de terminología. Si la reforma avanza, los salarios dinámicos tendrían sentido principalmente en convenios colectivos por empresa, a diferencia del esquema actual basado en acuerdos por actividad.
Diferencias con la remuneración variable tradicional
En la práctica, muchas empresas ya aplican esquemas de bonos, premios por objetivos o incentivos por mérito, especialmente en contextos donde los salarios básicos lograron ganarle a la inflación. De hecho, relevamientos privados indican que en 2024 seis de cada diez grandes compañías pagaron adicionales por desempeño, con un promedio del 5% del salario base.
La diferencia central, según los especialistas, es que estos bonos suelen consolidarse como prácticas permanentes, mientras que el esquema de salarios dinámicos permitiría modificar, suspender o eliminar los adicionales sin que generen derechos adquiridos para el trabajador.
Desde esta perspectiva, la reforma introduciría una mayor flexibilidad salarial, aunque sin crear mecanismos completamente novedosos en términos de gestión de recursos humanos.
Impacto en empleo y formalidad laboral
Uno de los argumentos del Gobierno es que los salarios dinámicos podrían contribuir a la creación de empleo registrado, especialmente en pequeñas y medianas empresas que hoy no logran afrontar los costos de los convenios sectoriales.
Sin embargo, los expertos consultados muestran cautela. Berretta sostiene que, por sí sola, una modificación salarial no generará un aumento significativo del empleo formal. A su entender, el problema del mercado laboral argentino es estructural y requiere soluciones múltiples y de largo plazo.
Ghidini coincide en que la reforma laboral debería abordar primero la informalidad y la reducción de costos laborales, especialmente para las pymes, que concentran gran parte del empleo privado. Castillo, en tanto, remarca que el principal obstáculo actual para las empresas es la baja demanda y la caída del consumo, factores que limitan la capacidad de generar nuevos puestos de trabajo más allá de los cambios normativos.
Preocupación sindical y efectos sobre las paritarias
Las organizaciones sindicales y especialistas en derecho laboral expresaron preocupación por el impacto que podría tener el nuevo esquema. Desde esta óptica, convertir los salarios de convenio en techos de negociación individual podría debilitar la negociación colectiva y aumentar las desigualdades dentro de una misma empresa.
Además, advierten que al desvincular los salarios de la inflación, el riesgo económico podría trasladarse del empleador al trabajador, afectando el poder adquisitivo en un contexto de precios todavía elevados.
Si el proyecto avanza, las paritarias podrían transformarse de manera sustancial, pasando de acuerdos generales por sector a esquemas más fragmentados, con mayor peso del rendimiento individual y de las decisiones empresariales.
La discusión sobre los salarios dinámicos, en definitiva, se inscribe en un debate más amplio sobre el futuro del trabajo, la negociación colectiva y el rol del Estado en la regulación del mercado laboral argentino.