Sin dudas en el mercado financiero están satisfechos con la nueva administración en el Banco Central. El desembarco de Guido Sandleris y equipo, con sus tasas altas y control férreo de la cantidad de dinero en la economía, logró estabilizar el mercado del dólar (clave para un país tan sensible a la cotización de esa divisa como la Argentina).

Pero los aplausos que aparecen desde el sector privado (algo que se observa en las conferencias de prensa donde abundan los economistas privados más escuchados en la city como Miguel Bein, Marina dal Poggetto, Fausto Spotorno y Ricardo López Murphy, entro otros) todavía esconde algunos nubarrones.

El más notorio, algo que ningún consultor privado deja pasar en sus charlas cerradas, es la situación patrominial del Banco Central. Por herencia de los papeles pintados que le entregó el kirchnerismo a la entidad, el banco tiene ténicamente patrimonio negativo.

Uno de los estos consultores más taquilleros de la City mostró números contundentes. "Hay que limpiar el balance del Banco Central", repite y da sus argumentos.

El patrominio neto oficial pasó de u$s13.000 millones cuando asumió Mauricio Macri en diciembre de 2015 a los actuales u$s18.600 millones. Pero, el patrimonio neto real descontando los títulos públicos no negociables (léase las Letras intransferibles y los adelantes transitorios) es negativo en u$s27.800 millones.

No es novedad: el kirchnerismo había logrado que el patrimonio negativo llegara a u$s61.000 millones en 2015.

Actualmente, el BCRA tiene activos por u$s127.076 millones (incluyendo los u$s46.000 millones de títulos sin cotización) y pasivos por u$s108.458 millones. 

En la City piden que el Central siga depurando su balance y blanqueando los papeles de colores sin valor que le dejó el kirchnerismo. El BCRA de Federico Sturzenegger avanzó en ese sentido, lanzando una operación en donde el Tesoro iba a emitir deuda para recomprarle a la entidad esos títulos sin valor. 

Claro, la crisis hizo que esa idea naufragara rápidamente y todavía hoy el Central tiene esos activos "dibujados". Por lo pronto, en el BCRA y el Tesoro están más concentrados en estabilizar la economía que en emprolijar un balance. Prioridades.