Magnate amenazado: la historia de Rupert Murdoch y de cómo creó su imperio de la nada

Magnate amenazado: la historia de Rupert Murdoch y de cómo creó su imperio de la nada
Por iProfesional
MANAGEMENT - 19 de Julio, 2011

Pocas personas quedan en el mundo que puedan ser consideradas hoy "barones de la prensa". Pero, sin dudas, Rupert Murdoch es uno de ellos.

Hoy, el octogenario magnate está inmiscuido en un gran escándalo por escuchas ilegales en uno de sus diarios más emblemáticos, el News of the World, que supo ser su orgullo y ahora debió frenar las rotativas para siempre.

Sin embargo, nada está dicho cuando se trata de una persona a quien la tinta le corre por las venas. Así como supo crear su imperio a base de esfuerzo y sed de noticias, Murdoch está dispuesto a sacarlo a flote en medio de la tormenta.

Este martes, el multimillonario debió reconocerse "humillado" ante el Parlamento y hasta fue agredido allí por un activista. (Lea más aquí).

http://www.youtube.com/watch?v=O8t0X29JPqM&feature=youtu.be

Sin embargo, eso no influyó en su firme decisión de continuar al frente de su empresa para remendar el daño hecho. "Soy la persona mejor situada para limpiar todo esto", aseguró y negó que hubiera pensado en renunciar.

Esta decisión no es más que un reflejo de lo que fue su historia, donde el constante hambre por la próxima gran nota (acompañado, con el tiempo, de una gran billetera) lo llevaron a convertirse en quien es hoy.

Con 80 años, Murdoch ha pasado la mitad del siglo convirtiendo lo que empezó como el negocio de un periódico australiano local en un imperio multimedia masivo que abarca todo el mundo e incluye televisión, Internet, cine e impresos.

¿Cómo empezó todo?Desde sus mismos genes, el negocio del periodismo corre por la sangre de Murdoch. Sucede que el ahora multimillonario es el único hijo varón de de un periodista célebre y su esposa, una joven rica convertida en filántropa.

Nació en Melbourne, Australia, en 1931. Su padre, Keith Murdoch, fue un reportero expuesto a las terribles condiciones experimentadas por las tropas Anzac que peleaban en Gallipoli en la Primera Guerra Mundial. Aunque, luego, pasó a administrar un periódico grande, recordó un artículo de la CNN.

"Fui criado en una familia periodística, por un padre que creía que el periódico estaba entre los instrumentos más importantes de la libertad humana", declaró Murdoch en las Conferencias Boyer en 2008.

Su madre, Elisabeth, fue alentada a dedicar su vida a "buenas obras" desde que estaba en la escuela. Ahora, a los 102 años, sigue apoyando a más de 100 fundaciones de caridad y disfruta de su estatus real en Australia.

Murdoch se fue formando en el oficio desde la educación. De hecho, estudiaba en Oxford cuando su padre murió en 1952.

Fue educado, al igual que su progenitor, por el barón de la prensa Lord Beaverbrook. Y aprendió su oficio como reportero en Birmingham, Inglaterra, trabajando como coeditor. Por increíble que hoy suene, en esa época ganaba sólo 10 libras a la semana en el Daily Express de Beaverbrook, en Londres.

Fue recién después de haberse formado y trabajado que decidió volver a su casa a hacerse cargo del negocio familiar.

"A los 22 años era el dueño de un periódico", explicó Murdoch en 2008.

"Era tan joven y nuevo en el negocio que cuando me estacioné el primer día, el encargado del estacionamiento me regañó, 'Oye hijo, no te puedes estacionar aquí'", recordó.

Pese a su juventud, el nuevo jefe de Adelaide News entró al trabajo como un pez en el agua, metiéndose rápidamente en una guerra de periódicos, la primera de muchas, con el rival local, el Adelaide Advertiser.

"Me costó mucho trabajo -reconoció-. Pero me enseñó que con buenos editores y una lealtad de los lectores, puedes desafiar a rivales más establecidos y tener éxito".

Fue así que pronto comenzó a ver los resultados de su estrategia y la compañía se empezó a expandir: luego de comprar otros periódicos locales en su país, en 1964 fundó el primer periódico nacional australiano, The Australian.

Sólo cinco años después, en 1969, llegó a sus manos el ahora periódico de la polémica: el News of the World, que fue el primer diario británico que compró, seguido de The Sun.

Al borde de la éticaEl sensacionalismo y sexo en las páginas de algunos de sus medios provocó conmoción y enojo entre sus competidores. Asimismo, también le valió varios apodos poco halagadores.

Como explicó Ian Hislop, editor de la revista satírica británica Private Eye, a CNN: "(Nos hemos) referido a Murdoch como 'Dirty Digger' (Escarbador Sucio) a lo largo de su carrera, y no es un accidente: sí encuentra una nota sucia, luego la pone en sus periódicos y los vende".

Su hambre para las historias más recientes y su voluntad de pagar por ello, le garantizaron cantidades masivas de ventas, pero también le causaron controversias a través de los años.

No cabe más que recordar el escándalo de la modelo Christine Keeler en el caso Profumo, o el de la publicación de los "Diarios de Hitler" en el Sunday Times (que finalmente eran falsos y que Murdoch decidió publicar pese a que había sido advertido de esa posibilidad).

Ambos ejemplos no son más que el reflejo del deseo de ser siempre el primero en dar las noticias, algo que ha llevado a muchos cuestionar algunos de los métodos usados por Murdoch y su imperio, incluso antes del escándalo de intervención telefónica.

"Estaba en la delgada línea de lo que se considera como ética periodística", aseguró Lou Colasuonno, un ex editor en jefe para el New York Post, del cual Murdoch se hizo cargo en 1976.

"No estoy diciendo que haya violado la ley, no estoy diciendo que haya hecho algo ilegal, pero estoy diciendo que es agresivo para obtener historias", apuntó en declaraciones citadas por CNN México.

"Domesticó" a los sindicatos para crear un multimedioEsa agresividad de la que habla Colasuonno también se vio reflejada en la relación del magnate con los gremios. De hecho, fue evidente a mediados de los '80, cuando Murdoch (en ese entonces dueño de los periódicos londinenses Times y Sunday Times) rompió con el dominio de los sindicatos en la industria de los medios impresos del país.

Luego de meses de conspirar, el magnate de los medios cambio sus operaciones de la calle Fleet a Wapping, en la parte este de Londres. Además, en una noche pasó del metal a los sistemas computarizados, dejando a cientos de impresores desempleados.

"Fue un hombre que domesticó a los sindicatos de los impresores para que los periódicos se volvieran increíblemente redituables", apuntó Martin Dunn, ex vice editor del Sun y News of the World.

Las ganancias fueron invertidas en la creciente cadena de televisión y películas Fox, propiedad de Murdoch en Estados Unidos, lo que ayudó a crear el gigante corporativo que es News Corp., firma que ahora es dueña del Wall Street Journal, el diario de mayor circulación en Estados Unidos.

Su familiaEn lo que respecta a su vida familiar, Murdoch se casó en tres ocasiones y tuvo seis hijos. Desde hace ya algún tiempo, el millonario se encuentra en el centro de un debate por la sucesión, algo que el actual escándalo por las escuchas no hizo más que complicar.

Todos sus hijos mayores (Prudence, Elisabeth, Lachlan y James) participan en la administración de la compañía. Se dice que sus descendientes más jóvenes -Grace (nacida en 2001) y Chloe (en 2003), frutos de la relación con su esposa actual Wendi Deng- tienen una participación financiera en News Corp.

Mirada crítica"Si veo cosas en el periódico que creo que son incorrectas, ten por seguro que lo señalaré y diré 'aquí y allá cometieron un error' o 'esto no fue un buen reportaje en comparación a la competencia'", aseguró el magnate a quienes hacían el documental de la BBC Who's Afraid of Rupert Murdoch?(¿Quién le teme a Rupert Murdoch?) en 1981.

"Tengo el derecho de insistir en la excelencia", había sentenciado.

En el mismo programa, Robert Spitzler, ex director del New York Post, había considerado que el rol de Murdoch no se limitaba a comentar y dar sugerencias.

"Rupert escribía encabezados, Rupert le daba forma a las historias, Rupert dictaba las notas principales", había asegurado antes de agregar: "Rupert estaba en todas partes".

En una entrevista en televisión de 1968, Murdoch admitió que disfrutaba el poder que le daba su posición. Sin embargo, en comentarios que ahora parecen más relevantes que nunca, también en esa ocasión reconoció: "Tenemos más responsabilidad que poder, creo".

"Un periódico puede crear grandes controversias, generar argumentos dentro de la comunidad, puede evidenciar injusticias, como puede hacer lo opuesto, puede esconder cosas y ser un gran poder malévolo", sostuvo en su momento, adelantándose -se podría decir- al problema que hoy enfrenta.

Perspicacia en los negociosPese al escándalo, incluso quienes pueden ser considerados sus enemigos reconocen la perspicacia como hombre de negocios de Murdoch.

"Es un negociante, es un empresario exitoso, tiene una mente estratégica genial", consideró Michael White, del periódico británico The Guardian, quien publicó la nota de las intervenciones telefónicas.

La evidencia de que Murdoch siempre ve las cosas a largo plazo está clara en su decisión de cerrar abruptamente News of the World en medio de los alegatos de que sus periodistas habían intervenido el teléfono de la adolescente británica asesinada, Milly Dowler.

Analistas estimaron que su acción fue diseñada para proteger su ambición a futuro y poder comprar luego las acciones restantes en la transmisora satelital BSkyB.

"Dios sabe si volverá a intentar comprar BSkyB de nuevo, pero si alguien tiene la voluntad de hacerlo, ese es Rupert Murdoch. Es un tipo duro", concluyó White, en declaraciones citadas por CNN.

En otras palabras, hoy el panorama es incierto. Pero si hay alguien que puede sacar a flote al imperio de News Corp., ese es su fundador, quien parece decidido a no caer en la tormenta y a volver a salir airoso en medio de los problemas.

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