Según Mikah de Waart, experto en motivación profesional y personal, si realmente queremos convertir el 2014 en nuestro año, es fundamental tener muy claro lo que creemos en relación a nuestro trabajo. Habitualmente, las personas que tienen una creencia fuerte y profunda suelen inspirar mucho respeto al resto y suelen erigirse como líderes.

Si buscamos en el pasado, vemos algunos personajes célebres conocidos por sus creencias poderosas como Martin Luther King, Gandhi, Nelson Mandela o Madre Teresa de Calcuta...Son personas convertidas en héroes por su manera de vivir y difundir su misión, dando incluso la vida por ella. Estas personas nos atraen sobremanera porque en nuestro interior sentimos que su creencia es importante por los valores que promueven y por el sentido de grupo.

No todo el mundo está hecho para convertirse en líder político o en gurú espiritual, comenta Mikah de Waart, aunque, a pesar de ello, tampoco es imprescindible. La misión está en todos lados, añade. No es algo que solamente se pueda encontrar en profesiones como la de ser artista, profesor o misionero. Cualquier persona con un trabajo puede encontrar su misión.

Tal y como comenta Mikah sobre la investigación de Amy Wrzeniewski, existen tres grupos distintos sobre cómo los humanos interpretan el trabajo:

1. Ocupación como trabajo: el empleado desempeña sus responsabilidades solamente para ganar dinero. Este tipo de personas agradece si le simplifican las tareas asignadas a su trabajo.

2. Trabajo como carrera: las personas ven el trabajo como un paso para llegar más alto. A éstos les motivan las oportunidades y las formaciones.

3. Trabajo como misión: los colaboradores que se encuentran dentro de este grupo no trabajan por dinero, sino porque les gusta y creen en ello.

Si aún no sabes qué significa el trabajo para usted, Mikah de Waart le plantea hacerse las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que tiene sentido para mí? ¿Por qué lo estoy haciendo? Quizás suene como de película pero tener claro sus creencias y objetivos y verlos a diario lo ayuda, sobretodo, a mantener sus principios.