¿Es usted un lí­der que habla mucho? Cuidado, podrí­a ser perjudicial para su negocio

Muchos jefes cometen el error de pensar que tienen el don de la palabra y creen que todos disfrutan de sus largos discursos     
Por iProfesional
MANAGEMENT - 05 de Junio, 2015

Lo peor que puede pasar en una empresa es el monólogo, pues la comunicación debe ser en ambas direcciones. De esa forma los líderes obtienen la valiosa retroalimentación que les permitirá tomas decisiones difíciles.

Aún así, muchos líderes cometen el error de pensar que tienen el don de la palabra y creen que todos disfrutan de sus largos discursos. Sin embargo, Mark Goulston, psiquiatra de negocios y autor de Just Listen, piensa que dichos managers no notan que sus colaboradores ansían colaborar.

Pero no los podemos culpar del todo, a todos nos gusta ser escuchados. Además, hablar de uno mismo libera dopamina, la hormona placer. De hecho, Goulston, afirma que una de las razones por las que la gente que habla sigue hablando es porque son adictas al placer.

Goulston siguiere que se trata de un círculo vicioso: las personas que hablan, en algún momento se dan cuenta de que se sienten mejor (pues el estrés desaparece con esta práctica), por eso lo siguen haciendo. En un principio pueden no notar que han perdido el interés de su público, pero, cuando lo hacen, hablan aún más para recuperar su atención, consigna una nota publicada por Mundo Ejecutivo.

Es malo, pero no pueden detenerse. Goulston dice la mayoría de este tipo de personas es consciente de que habla demasiado. Pero el poderoso torrente de dopamina anula las señales de que la otra persona envía señales de que quiere hablar.

Y es por eso que Goulston sugiere algunas estrategias para estar seguro de que no estás cayendo en este error.

Establezca tiemposComo en un semáforo: los primeros 20 segundos de hablar tienes la luz verde; los siguiente 20, la luz preventiva; y, pasando los 40 segundos, debería empezar a detenerte, la luz roja se encenderá.

Descubra por qué no para de hablarCualquiera que sea la razón, hablar mucho puede hacer de una junta la estrategia más improductiva. ¿Está sólo todo el día, le gusta ser la estrella de la audiencia? No importa, si habla mucho la conversación se irá por la ramas y nunca llegará a concretar un punto.

Habla menos para impresionar másGoulston dice que la mayoría de la gente que habla mucho lo hace porque quieren impresionar a la otra parte o mostrar su inteligencia. Pero las personas muy inteligentes tienen el don de explicar las cosas complejas en pocas palabras. Si este es su caso, hable menos e impresionarás más, concluye Mundo Ejecutivo.

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