¿Cómo da su balance entre vida laboral y familiar?

Una encuesta online invita a hacer una autoevaluación para tomar conciencia de cómo llevamos este tema en nuestro día a día      
Por iProfesional
MANAGEMENT - 08 de Junio, 2015

Cuatro de cada diez personas admiten que las cuestiones del trabajo interrumpen momentos que están destinados a actividades familiares y el índice no varía demasiado según se trate de varones o mujeres (42 y 38% de las respuestas fueron en el sentido indicado, en cada caso).

En tanto que algo más de un tercio de ellos y poco más de un cuarto de ellas reciben reclamos concretos por parte de familiares para que se les preste más atención y se les dedique más tiempo.

Ésos son algunos resultados de un primer corte de evaluación que se hizo, con 7500 respuestas, de una encuesta online que invita a hacer una autoevaluación para tomar conciencia de cómo llevamos este tema en nuestras vidas.

¿Me resulta difícil ocuparme de temas domésticos porque estoy constantemente concentrado en temas de trabajo? La tarea laboral que hago, ¿aporta a que haya un mejor clima en la familia? Mis familiares o amigos, ¿interrumpen mucho mis actividades en mi empleo? O al revés: ¿Se están colando las cuestiones del trabajo en los espacios dedicados a compartir algo con personas queridas? Ese es el tipo de preguntas que se disparan en www.haceelclickhoy.org, una iniciativa del Consejo Publicitario Argentino y del Centro Conciliación Familia y Empresa del IAE Business School.

Al terminar de responder, se despliega una hoja de resultados con conclusiones y recomendaciones, y se abre la posibilidad de clickear en un casillero para enviar consultas a un profesional llamado "orientador familiar".

"Habíamos encarado varios estudios sobre la realidad del personal ejecutivo; ahora queremos instalar la conciencia sobre este tema en cualquier persona que trabaja, más allá del puesto", explica a La Nación Patricia Debeljuh, directora del citado centro del IAE. Según agrega, lo observado hasta ahora lleva a concluir que lograr un buen balance entre familia y trabajo "pasa más por una actitud personal que por las condiciones del contexto".

Una de las cuestiones que surgen hasta ahora es que no hay muchas diferencias en la percepción de desequilibrio según el lugar donde se viva. Si a priori se pensaba que entre personas del interior se encontrarían mayores niveles de armonía que entre los porteños, pues eso no se corroboró.

Otra conclusión es que la gente que tiene más hijos no percibe un grado de conflicto mayor, pese a que podría pensarse que con una familia numerosa la administración del tiempo se vuelve más complicada. "Al contrario, tener más hijos parece ser un gran motivador para desarrollar competencias que facilitan el equilibrio", afirma Debeljuh.

Uno de los datos principales refleja que alrededor de la mitad de las personas demuestra habilidad para la armonía entre los dos ámbitos de la vida. Pero son las mujeres a quienes mejor les va: las respuestas permiten asignar tal capacidad a seis de cada diez de ellas y a cinco de cada diez de los varones.

Ese diferencial confirma lo observado en estudios anteriores sobre la materia, según apunta Belén Mesurado, investigadora adjunta del Conicet. "Los hombres perciben mayores niveles de queja por parte de sus familiares sobre la excesiva importancia que se le da al trabajo", sostiene en declaraciones al matutino. Y agrega que las situaciones de desequilibrio, además de deteriorar el bienestar psicológico, activan el deseo de cambiar de trabajo.

No son pocos los hombres que creen que el trabajo afecta la vida familiar. Y según advierte Marina von der Heyde, directora ejecutiva del Consejo Publicitario, eso debe ser considerado por las políticas de las compañías. Porque las normas y la fijación de objetivos corporativos bien pueden colaborar a que se logre armonía (algo beneficioso para la empresa, dicho sea de paso), más allá de lo determinante que en esto resultan la reflexión y la actitud personal.

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