A qué hora te conviene trabajar según tu edad
Está comprobado científicamente que las personas tienen un reloj biológico interno que regula diversos cambios físicos, mentales y de comportamiento que el cuerpo experimenta durante un ciclo de 24 horas.
Se trata de los llamados ritmos circadianos, que pueden cambiar lentamente a medida que la gente envejece.
Así es que, en un mundo ideal, un individuo tiende a requerir diferentes horarios de trabajo a lo largo de la vida.
Los siguientes son las jornadas laborales que la ciencia del sueño sugiere para cada etapa de la vida.
Adolescentes y adultos jóvenesPese a que la adultez legal se alcanza a los 18 años, es posible que el cerebro no "salga" de la adolescencia hasta mediados o fines de los 20, según el Dr. Jess Shatkin, psiquiatra en el Centro de Estudios Infantiles del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York.
Como resultado, "los adolescentes tienen este deseo de ir a la cama más tarde y se despiertan más tarde, y eso es lo que la mayoría de la gente hace hasta que llega a alrededor de 26 años", afirmó Shatkin, consultado por CNN.
Esto, en parte, tiene que ver con la melatonina, una hormona vinculada al reloj biológico que influye cuando se empieza a sentir sueño, naturalmente, al final del día.
"Los adolescentes comienzan a liberar melatonina después que los adultos, alrededor de las 10 de la noche, de forma natural, lo que significa que les da sueño más tarde, y debido a la hora en la que se acuestan, también se despiertan más tarde", dijo Shatkin.
Añadió que la cantidad de melatonina que se libera podría caer en un 50% en la pubertad.
Entonces, ¿cuál sería el horario de escuela o trabajo ideal para los adolescentes?
"Yo diría que los adolescentes no deberían comenzar la escuela antes de las 9 de la mañana y, de ser posible, deberían comenzar a las 10", apuntó el experto.
En una declaración de política de 2014, la Academia Estadounidense de Pediatría recomendó que las escuelas intermedias y secundarias retrasaran el inicio de clases hasta las 8:30 o más tarde para alinearse con los ritmos biológicos de sueño de los adolescentes.
Tanto para los adultos y como para adolescentes, la falta de sueño se asocia con una serie de enfermedades y condiciones crónicas, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y la depresión, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Esa asociación entre el sueño y las enfermedades aparece especialmente en los adultos que trabajan hasta tarde o en turnos de noche.
Mediados de los 20 y 30Para la mayoría de los adultos de entre 30 y 40 años, algunos estudios sugieren que los horarios de trabajo ideales deben reflejar las preferencias individuales: si eres madrugador o noctámbulo.
La investigación también indica que estas preferencias están ligadas a los genes, apuntó la CNN en español.
En lo que si coinciden estos estudios consistentemente es que el trabajo por turnos irregulares o durante la noche pueden tener un impacto negativo en la salud.
"Es importante comprobar la predisposición familiar para las enfermedades que han sido previamente vinculadas a turnos irregulares de trabajo", dijo Christian Benedict, un investigador en el departamento de neurociencia de la Universidad de Uppsala.
"En otras palabras, ¿sabes si tus abuelos o padres tienen diabetes tipo 2, obesidad o enfermedades del corazón? Si es así, puede ser mejor que tengas un horario de 9 a 5", agregó.
"Si te ves obligado a trabajar en turnos irregulares por el beneficio económico, asegúrate de que estés físicamente y mentalmente activo", continuó el especialista.
El trabajo por turnos puede poner en peligro no sólo tu cuerpo sino también tu cerebro, según un nuevo estudio del que Benedict fue coautor y que fue publicado en la edición de septiembre de la revista Neurobiology of Aging.
Para el estudio, se analizaron los datos de reportes propios de más de 7.000 adultos en Suecia. Los datos fueron comparados con el desempeño de cada uno en una prueba de dos partes diseñada para detectar el deterioro cognitivo.
Los investigadores descubrieron que trabajan por turnos actualmente y los que han trabajado en turnos irregulares en los últimos cinco años eran más propensos a tener un peor rendimiento en la prueba que sus contrapartes.
"Por el contrario, no se observó ninguna diferencia entre los trabajadores sin turnos y los que habían dejado el trabajo por turnos hace más de cinco años", dijo Benedict.
"Este último podría sugerir que puede tomar por lo menos cinco años para que los que trabajaron por turnos recupere las funciones del cerebro que son relevantes para el rendimiento en esta prueba", afirmó el experto.
"Sin embargo, hasta el momento, una explicación mecanicista de por qué los trabajadores por turnos requieren por lo menos cinco años de tiempo de espera para recuperar su rendimiento cognitivo es deficiente, y como tal debe ser objeto de más investigaciones", sentenció.
Dormir lo suficiente beneficia al cerebro ya que, al dormir, el órgano puede expulsar los desechos celulares que se acumulan durante la vigilia, según han demostrado investigaciones previas.
Dado que los trabajadores por turnos a menudo experimentan trastornos del sueño o no duermen lo suficiente, sus cerebros no pueden eliminar de forma eficaz los desechos.
"Algunos de estos desechos pueden ser perjudiciales para las neuronas", aclaró Benedict.
40 años y másCuando los adultos son mayores de 40 años, sin embargo, el número de horas de trabajo en un horario diario puede tener efectos sobre la salud.
Una investigación publicada en Working Paper Series del Melbourne Institute en febrero sugiere que una semana laboral de tres días podría ser mejor para este segmento de la fuerza laboral.
Trabajar más o menos de esas 25 horas a la semana podría tener un impacto negativo sobre el funcionamiento cognitivo, afirmó Shinya Kajitani, profesor asociado en la Universidad de Meisei en Japón y un coautor del estudio.
El año pasado, algunas empresas en Suecia recortaron las semanas de trabajo de 40 a 30 horas para los empleados de tiempo completo, y se informó que los trabajadores quedaban menos cansados, eran más eficientes y más felices.
"El trabajo puede estimular la actividad cerebral, pero es más probable que trabajar más horas cause estrés físico y mental", dijo Kajitani.
"La conclusión que estamos llegando en nuestro trabajo es que el trabajo puede estimular la actividad cerebral y puede ayudar a mantener las funciones cognitivas de los trabajadores de edad avanzada", añadió.
Pero, continuó, "al mismo tiempo, el exceso de horas de trabajo puede causar fatiga y estrés físico y/o psicológico, lo que potencialmente daña el funcionamiento cognitivo".
Los investigadores analizaron datos relacionados con el ingreso y el trabajo de cerca de 3.000 hombres y 3.500 mujeres mayores de 40 años. Luego los compararon con cuál es el rendimiento de cada uno en las pruebas cognitivas.
Y encontraron que trabajar hasta 25 horas a la semana estaba relacionado con una mejora en el rendimiento cognitivo, pero cuando se excede ese límite hubo una disminución en este aspecto.
"Estamos un poco sorprendidos porque nuestros hallazgos son bien capturados por la no linealidad en el efecto de las horas de trabajo en las habilidades cognitivas", dijo al respecto Kajitani.
¿Podrían tales horas de trabajo vincularse a resultados similares en otros grupos de edad?
Las mujeres en sus 20, 30 y 40 que trabajan un promedio de 60 horas o más por semana pueden triplicar su riesgo de padecer diabetes, cáncer, problemas del corazón y artritis, de acuerdo con el Journal of Occupational and Environmental Medicine.
Además, un estudio de 2015 publicado en la revista The Lancet encontró que quienes trabajan más de 55 horas por semana tienen mayor riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular en adultos.
"Especulamos que el impacto positivo de las horas de trabajo en el funcionamiento cognitivo puede ser diferente entre los grupos de edad, pero, por desgracia, no hemos presentado ninguna prueba para esto todavía", sentenció Kajitani.