Llega la época de vacaciones y es el momento de recargar energías. Si bien para todos es un momento para cortar con la rutina, es probable que un emprendedor o freelancer necesite tener en cuenta algunos aspectos extra antes de emprender esta etapa, de manera de planificar todo sin estrés.

Aprovechar las vacaciones al máximo no significa aislarse completamente del mundo exterior, pero sí tener en claro que esos días son para relajarse. Lo importante es hacer que valga la pena el haberse tomado vacaciones, en donde el propósito final es disfrutar.

Guillermo Bracciaforte, COO y Co-Fundador de la red social de trabajo independiente Workana, remarcó que "desconectarte de tu trabajo diario te va a permitir ver con otra perspectiva tu negocio. Siendo un trabajador autónomo, en cierta forma, tu cabeza nunca para de pensar en tu propia empresa y en cómo hacerla crecer. Durante tus días de descanso, si caés en la tentación de seguir pensando en tus proyectos y en tu emprendimiento, probablemente analices todo con otros ojos y hasta puedas tener nuevos puntos de vista".

Un punto esencial a considerar es comunicárselo a los clientes con bastante anticipación, 20 días por lo menos, mencionando fechas de ida y de regreso.

También es aconsejable aprovechar las semanas previas a la partida para dejar las tareas organizadas y anticipar posibles gestiones.

Algunos suelen dejar a los clientes los datos de contacto -para ser usados solo ante cualquier eventualidad- o si es necesario, reunirse con ellos para revisar el status de los proyectos y definir acciones que eviten retrasos o complicaciones durante la ausencia.

Para quienes eligen estar pendientes del trabajo, incluso a la distancia, es importante recordar llevar todo lo necesario para estar al día: laptop, pendrives, USB 3G, claves de acceso, adaptadores y cualquier otro accesorio que se pueda requerir.

A veces basta con un smartphone que permita chequear e-mails y solucionar temas urgentes. Una buena idea puede ser los mensajes en el mismo horario cada dos o tres días.

Por último, definir prioridades y tener en claro proyectos y plazos de entrega, es la garantía para no tener un dolor de cabeza al regreso.

Se puede tratar de adelantar trabajo en las semanas previas a las vacaciones, o incluso dejar tareas menos relevantes para la vuelta, siempre que no tengan impacto directo en algún proyecto.

Lo importante es dejar todo lo más ordenado posible para poder relajarse durante las vacaciones y asegurarse una llegada a casa más liviana.