ESTILOS DE LIDERAZGO

El superclásico de los "gerentes": Gallardo y Barros Schelotto vistos desde la óptica del management

En resultados, los DT llegan empatados para medirse en el que será el encuentro más importante de la historia reciente del fútbol argentino
MANAGEMENT - 24 de Noviembre, 2018

Este sábado 24 de noviembre se disputará para algunos el partido más importante de la historia reciente del fútbol argentino.

Los dos equipos más grandes del país en cantidad de hinchas se medirán nada menos que para definir al próximo campeón del torneo internacional que más pesa en el historial de Latinoamérica, la Copa Libertadores.

Y como condimento agregado, el Monumental de Núñez será escenario de un episodio más en un duelo que los futboleros conocen independientemente del color de su camiseta, entre Marcelo Gallardo, director técnico de River Plate, y Marcelo Barros Schelotto, su par "xeneize".

Estos viejos compañeros de Selección jugaron codo a codo en el Sub 23 de Daniel Passarella de 1995 y se consagraron campeones invictos en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata.

Pero la mayor parte de su historia deportiva la pasaron enfrentados, primero vistiendo cada uno las camisetas de sus respectivos equipos, y ahora como entrenadores de esas escuadras.

En esa última etapa, se enfrentaron oficialmente seis veces, con dos victorias para cada uno y dos empates. Comienzan empatados además, en dos tantos, el partido final por la Libertadores. No obstante, cada uno llega al "Superclásico" en momentos muy diferentes.

El "Muñeco" es uno de los directores técnicos con mayor permanencia al frente de un equipo "grande" en los últimos tiempos. Asumió en Núñez en 2014 y desde entonces ganó importantes títulos como la Sudamericana en 2014 (el primer título internacional de los "Millonarios" en 17 años); Libertadores y Recopa Sudamericana 2015, y hasta la Suruga Bank 2015. La Copa Argentina la obtuvo tanto en 2016 como en 2017, año en el cual sumó otra Supercopa.

Los títulos le ganaron el cariño de los hinchas de River y el trato de la prensa deportiva. Pero el respeto de los jugadores se debe a otras cualidades personales: "Es inusual para el fútbol argentino su permanencia en el cargo. Como Guillermo, ha sido capaz de soportar las presiones y mantenerse firme, fiel a sus convicciones. Como líder, una de sus principales capacidades es que habla frontalmente. Les dice a los jugadores lo que les tiene que decir cara a cara, aunque sea doloroso", destacó Daniel Feige, consultor en desarrollo organizacional y gestión de cambio de Whalecom.

"Gallardo es lo que hoy denominamos un neurolíder. De hecho, tiene un especialista en neurociencias trabajando con el equipo, lo que demuestra la importancia que le da a la gestión de las emociones y la integridad mente y cuerpo", añadió al ser consultado por iProfesional.

El de Gallardo además es uno de los nombres que resonaron para conducir a la Selección Nacional, tras la polémica salida de Jorge Sampaoli.

El "Napoleón" de River, sin embargo, está suspendido por la Conmebol y no podrá estar presente en el campo de juego para dar indicaciones durante el partido con Boca.

Por su parte, el "Mellizo", fue un DT muy exitoso en su paso por el Club Atlético Lanús pero no tuvo la misma suerte al volver a La Bombonera en 2016: no consiguió aun títulos internacionales pero si triunfó dos veces en el torneo local (2016-17 y 2017-18). En este sentido, tiene una destacada efectividad para ganar torneos largos.

Y lejos del sentimiento que puedan tener los hinchas, es cierto que el técnico tiene el respeto que necesita de los jugadores. "Guillermo siempre se hizo cargo de los suyos. Prueba cabal de esto fue su discusión con el árbitro luego del Boca 3 Huracán 3 del campeonato pasado, cuando sus jugadores le marcaron que el árbitro les había faltado el respeto", recordó Feige.

Como líder, una de las principales capacidades de Gallardo es que habla frontalmente. Les dice a los jugadores lo que les tiene que decir cara a cara, aunque sea doloroso (Daniel Feige)

Más allá de los apoyos y rechazos que recibe el "Mellizo", es claro que no cuenta con el "aguante" incondicional que Gallardo supo cosechar.

Al igual que su par de Núñez, Barros Schelotto también fue suspendido por la Conmebol y no pudo estar en el banco frente al Palmeiras. Con esa etapa superada y tras el empate en el partido de ida, ahora el DT "azul y oro" tiene la chance de cambiar la historia, si logra que Boca de la vuelta en la cancha de River.

Indiscutido vs. cuestionado

A diferencia de Gallardo, que llega a esta final como líder indiscutido de River y candidato de Selección, muchos hinchas "xeneizes" cuestionan que el "Mellizo" siga al frente de su escuadra.

Ambas situaciones son ampliamente conocidas por quienes hayan atravesado algún cargo de jefatura o gerencia. Muchos buscan o logran ser los favoritos de sus equipos; otros no se preocupan por eso o más aún, hacen el esfuerzo para generar la situación contraria.

Cualquiera sea el caso, un líder de equipo o de empresa tiene que enfrentar en algún momento desafíos que se vuelven trascendentales. Van más allá de la operatoria diaria: pueden definir su continuidad en la empresa o de la empresa misma, una inversión de millones de dólares para un nuevo producto o unidad productiva, el lanzamiento en un mercado distinto, etc.

En ese marco, "un líder que viene cuestionado tiene una gran ventaja: es consciente desde el momento cero que tiene que ganarse al equipo", opinó al respecto Leo Piccioli, autor y orador motivacional especializado en management.

"Dando el ejemplo, escuchando, apoyando y tomando decisiones difíciles, 'el cuestionado' se puede fortalecer al enfrentar un reto", en tanto que, "el que tiene apoyo incondicional corre el riesgo de creer que el liderazgo es transitivo y puede perderlo si no lo cuida", definió en diálogo con iProfesional.

Así tengan a su gente en el bolsillo o no, estos líderes están en posiciones de mucha presión y visibilidad, y muchas veces deben tomar decisiones controvertidas.

Dando el ejemplo, escuchando, apoyando y tomando decisiones difíciles, 'el líder cuestionado' se puede fortalecer al enfrentar un reto (Leo Piccioli)

Ni a Gallardo ni a Barros Schelotto les ha temblado la mano para demostrar, a través de definiciones discutidas, que tienen la sartén por el mango. Incluso cuando esto los enfrentó a grandes ídolos de sus clubes como Carlos Tévez y Fernando Cavenaghi, a quienes los respectivos técnicos decidieron en algún momento dejar en el banco.

Al analizar la trayectoria del DT de Boca, Ezequiel Kieczkier, Socio de de la consultora experta en management Olivia, resaltó que "el peso de tomar decisiones poco populares y entender que la construcción colectiva es más importante que las individualidades, lo validó como líder en entornos muy convulsionados por la prensa y el sentimiento popular".

El tomar decisiones poco populares y entender que la construcción colectiva es más importante que las individualidades, validó a Barros Schelotto como líder en entornos muy convulsionados (Ezequiel Kieczkier)

En la misma línea se expresó Feige al decir que "Guillermo sabe que como líder debe comandar y guiar a su equipo para cumplir los objetivos colectivos que se fija, que siempre son muy desafiantes porque es Boca", y que en ese marco, probó más de una vez saber manejar un "vestuario difícil".

"Siempre ha demostrado autoridad y consistencia en el manejo de los castigos ante indisciplinas. La manera de manejarse ante hechos fuera de lugar hace también a su imagen de líder. Los más resonados son los que involucraron a Daniel Osvaldo (que fumó en el vestuario desafiando al DT, Cardona y Barrios) y las reiteradas indisciplinas de Ricardo Centurión", recordó.

Más iguales que rivales

Ante la ola de violencia en las canchas que parece no tener solución, son varios los clubes de fútbol que implementaron campañas para resaltar que el vínculo va más allá de las rivalidades. De Gallardo y Barros Schelotto se podría decir algo similar, si se tienen en cuenta sus similitudes como conductores de grupos.

El consultor de Whalecom lo evaluó de la siguiente forma: "Ambos son respetados, toman decisiones a veces impopulares y son altamente influyentes. Son 'motivadores del hacer' y se han mantenido mucho tiempo en dos de los cargos con más presiones y en constante observación del fútbol local, regional y también global, por la trascendencia que tienen Boca y River".

"Ambos saben cuándo cambiar y son líderes ecualizadores: siempre tienen presente que lo más importante es el equipo y el bien colectivo. No ven ni erigen a un jugador como el salvador del equipo", añadió.

Pero a la vez es innegable que entre ambos DT hay diferencias notorias en lo que refiere a modelos de liderazgo y atributos distintivos que hacen al éxito de un equipo.

Kieczkier lo define claramente: "Marcelo Gallardo destaca por su capacidad de generar escenarios estratégicos y reconocer alternativas de combinación de juegos apropiadas y adaptativas en función del planteo rival y las fortalezas propias. Sin embargo, creo que su mayor virtud es haber logrado generar creencias posibilitantes, esto es, hacer que sus equipos crean en sí mismos y en el sistema de juego".

"Es por esta creencia que los equipos de Gallardo salen a la cancha confiando en que ganarán. Cuando esto no es así, ni siquiera está en la bandeja de posibilidades alcanzar cualquier otro resultado", definió el consultor para subrayar la importancia que la cultura juega en la performance de las empresas.

Por el contrario, en Barros Schelotto Kieczkier encuentra dos características superadoras que lo han hecho alcanzar su lugar en esta final:

1) Es el ejemplo de ejecución: sabe lo que es alzar la Copa Libertadores porque de hecho, la ha ganado. "Es ejemplo para sus dirigidos porque puede contar la historia en primera persona", remarcó el experto de Olivia.

2) Tiene capacidad de tomar decisiones difíciles poco populares, como fueron dejar en el banco a dos de las figuras máximas de Boca como Fernando Gago y Carlos Tévez.

"Podremos acordar o desacordar, pero definitivamente le han servido para lograr un bicampeonato y llegar a la final de la Copa Libertadores una vez más", resumió Kieczkier.

Por su parte, para hablar de las diferencias Feige se basa en las recientes sanciones de la Conmebol a ambos DT, y sus respectivas reacciones: "Gallardo rompió las reglas porque priorizó la necesidad del equipo en un momento de verdad. Desafió un fallo y puso en peligro a todo el equipo y la institución. No midió consecuencias. Prefirió pedir perdón antes que permiso. Se dejó llevar y su imprudencia pudo costarle caro a River. Barros Schelotto respetó la sanción y fue mucho más cauto. Ha demostrado sobradamente que no le falta impulsividad y aun así pudo domarla y por el bien del equipo decidió y actuó más racionalmente".

No se terminan allí las diferencias de estilo. Para el consultor de Whalecom, Gallardo es sincero y frontal, mientras que Barros Schelotto es percibido como más parco y tiene un nivel de autocrítica menor.

"Gallardo sabe armar grupos o equipos de trabajo. Confía en sus colaboradores. Quizás porque todavía no ha pasado por una racha negativa como la que atravesó el River de 2017, aún está por verse la resiliencia de su par de Boca", continuó.

Más allá de este análisis sobre el tipo de liderazgo que llevó a estos dos equipos al Superclásico, ninguno de los expertos consultados arriesgó un resultado para el sábado.

"Cómo se ha dicho repetidamente, los clásicos se ganan en los detalles. Las diferencias en el estilo son también eso: detalles", resumió Feige.

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