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El trabajo presencial ya volvió: ¿cómo atravesaron el desafío del regreso las empresas y empleados?

El "home-office" y la distancia social no son los únicos grandes cambios que se vivieron durante la pandemia en materia de empleo
03/08/2020 - 12:15hs
El trabajo presencial ya volvió: ¿cómo atravesaron el desafío del regreso las empresas y empleados?

Mucho se habla hoy en pleno viaje al pico de la pandemia en la Argentina sobre cómo el teletrabajo "llegó para quedarse". Pero también es cierto que en muchos casos el trabajo presencial nunca se fue, o incluso, ya volvió.

En días en los que las certezas parecen pocas, empresas de las zonas más pobladas de la Argentina evalúan día a día la opción de volver o no a las operaciones en plantas, oficinas y comercios.

No se trata solo de contar con la autorización gubernamental y de cumplir con los protocolos para hacerlo. Se trata de que en medida en que la multiplicación de casos positivos de Covid-19 se sigue reproduciendo cada vez más rápido, es probable que parte de las firmas hoy autorizadas para retomar puedan tener que volver atrás en breve.

Sin garantías, muchos dudan de correr el riesgo y retomar el trabajo presencial, sobre todo las compañías que tienen la opción de seguir su operación a distancia y que han tenido sin dudas buenos resultados con ello. 

Pero entre las micro, pequeñas y medianas empresas, las que pudieron "mudarse" 100% a distancia son un 6%, en tanto que un 43% no puede tener ni parcial ni totalmente a su gente lejos de su puesto de trabajo. Estas son las que aprovechan cada oportunidad que les brinda este esquema de "cuarentenas intermitentes" para recuperar algo del tiempo perdido y seguir a flote. 

Allí el trabajo presencial ya volvió, por lo menos por ahora y algo cambiado. Lo mismo ocurrió en las zonas del país en las que se encuentran en la fase 5 de la pandemia, desde donde hace semanas se pueden realizar tareas turísticas y recreativas, encuentros familiares reducidos y hasta han abierto algunos locales gastronómicos al aire libre.

Así muchas personas que habían quedado imposibilitadas de trabajar de manera presencial ya retomaron sus tareas y se sumaron a tantos "esenciales" para quienes el trabajo tradicional nunca se fue.

Pero incluso en esos casos, tampoco las certezas están dadas. Jimena Tillar directora regional de servicio de Adecco en Cuyo, NOA y Patagonia, aseguró que si bien en el interior del país las cosas parecían avanzar de manera diferente al AMBA, "en estas últimas semanas no es ya tan así lamentablemente", y hubo muchas zonas en las que un pico de casos llevó a una importante marcha atrás.

Mencionó casos en Mendoza, en Neuquén, en San Luis (que volvió una semana entera a fase 1) en los que las cosas estaban acercándose a la normalidad y de repente tuvieron que volver a islarse en sus casas y a teletrabajar.

"Las empresas analizan ‘minuto a minuto’ qué hacer y las decisiones se evalúan día a día. Es cierto que los comercios chicos han vuelto en ocasiones cuando pudieron, pero también se ha ido marcha atrás en muchas plazas. Entonces las empresas tienen que adaptarse para abrir, que es la tendencia porque hay que sostenerse económicamente, pero a la vez también prepararse por si tienen que volver a cerrar", afirmó la directiva de Adecco a iProfesional.

Más allá de los protocolos, las adaptaciones edilicias y las medidas de sanitización incrementadas, el otro gran cambio al trabajo provino de las industrias que nunca dejaron de operar. Luego lo adoptaron otras para volver a recibir a los trabajadores.

Ese cambio fue una completa reingeniería de horarios, funciones y roles para reestructurar la operación en turnos por grupos cerrados, más chicos, que entran y salen de la empresa todos juntos y que permiten seguir operando al 100% de la capacidad.

"Son turnos más chicos que rotan más seguido y trabajan por objetivos, de manera que si hay un caso positivo o sospechoso, es el turno completo el que se suspende pero no la planta la que se para", dijo Tillar y contó que así lo hizo, por ejemplo, la industria vitivinícola en Mendoza (que para no perder la materia prima que lleva un año producir, nunca pudo dejar de trabajar) y firmas industriales en otras provincias como San Luis que hoy están implementando medidas similares.

Lo mismo observó Carla Cantisani, directora de Servicios y Calidad, Adecco Group, en unidades de producción en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). "Fue toda una reingeniería de los puestos, las funciones, de cómo se acopla uno con otro, los reemplazos, para que las plantas sigan funcionando al 100%", dijo señalando sobre todo a multinacionales que empezaron primero este proceso adoptando las pautas que veían en sus casas centrales, de países en las que la pandemia llegó primero.

Tomar la decisión de volver

El transporte de empleados fue una de las variables que tuvieron que considerar las empresas a la hora de decidir volver o no a las oficinas y comercios
El transporte de empleados fue una de las variables que tuvieron que considerar las empresas a la hora de decidir volver o no a las oficinas y comercios

En este proceso del regreso al trabajo presencial, aunque sea de forma intermitente, las empresas de todos los tamaños hubo errores y aciertos. Algunas incluso hoy subestiman los riesgos, esperan que las personas retornen antes de tiempo o de tener los correspondientes resultados de test de Covid-19, etc.

También hubo aciertos. Valeria Calónico, Gerente Nacional de Operaciones de ManpowerGroup Argentina contó sobre este punto que, como la compañía trabaja sobre todo con clientes de rubros "esenciales", para prevenir el contagio entre los trabajadores que seguían concurriendo a las fábricas se aseguró la completa adhesión a los protocolos de seguridad e higiene, se entregaron elementos de protección correspondientes y se cumplieron con los requerimientos de movilidad propia o transportes dispuestos por el cliente.

"Además, desde ManpowerGroup establecimos un protocolo para la atención, contención y seguimiento de los casos de Covid-19 de empleados y asociados bajo las normas del Ministerio de Salud, no solo para casos confirmados sino también para aquellos denominados 'contactos estrechos' o que impliquen aislamiento preventivo. Este sistema viene funcionando muy bien de forma articulada con los clientes y con ART", le dijo a iProfesional.

"Asimismo, hemos notado que nuestros clientes han contemplado los casos de colaboradores que tengan patologías o formen parte de los colectivos de riesgo, ya que en esos casos han solicitado personal eventual para cubrir sus puestos", añadió.

Tillar lo describe como un camino de aprendizaje, y pone de ejemplo el caso de un call-center en Mendoza, que tras suspender la operación por 15 días comenzó a trabajar con turnos rotativos con solo un tercio o la mitad de la gente. "Al ver que era necesario dar marcha atrás, decidieron trasladar los equipos a cada una de las casas y seguir funcionando normalmente al 100% pero con la gente en sus domicilios. Fue un ajuste y un aprendizaje de la empresa. Hicieron una prueba y error hasta dar el formato que actualmente está funcionado", dijo la directora de las regiones Cuyo, NOA y Patagonia.

Además del ahorro en costos y el riesgo que tienen quienes trasladan la producción a los hogares, otra gran variable que pesó en la decisión de retornar o no al trabajo presencial fue la del transporte. En el AMBA el transporte público fue restringido a empleados esenciales. Y en zonas menos pobladas del país también ocurrió que algunos medios que utilizaban regularmente los trabajadores para llegar a la empresa no estaban disponibles con normalidad.

En muchas empresas grandes este tipo de mecanismos ya estaba implementado. Cantisani mencionó cómo en una gran automotriz del AMBA se armó todo un sistema de traslados por células, algo que duda que pueda diseñar y poner en práctica cualquier Pyme de Capital o Gran Buenos Aires en medio de la actual merma del consumo.

"En este tema los más chicos es donde más castigados se vieron, mientras que los más grandes quizás tuvieron la espalda para poder plantear soluciones más completas", afirmó. Y Tillar agregó que definitivamente este factor fue uno de los más importantes a analizar para las empresas que están decidiendo volver o no al trabajo presencial.

Claro que también hay compañías que tomaron la decisión opuesta. "Uno de nuestros clientes ya tiene decidido, porque así lo quiere tanto la empresa como la gente, que la vuelta al trabajo sea un home office extendido. Porque comprobaron que de esta manera la gente trabaja mejor, no corren riesgos, disminuyen los costos financieros", contó Cantisani.

Ella considera que las áreas administrativas y de "back office" de las empresas serán las últimas en volver y que en ese caso incluso se dará de una forma muy distinta a la pre-pandemia. "En todos lados hoy el común denominador es que la empresa que puede estirar tener a la gente trabajando desde su casa lo va a hacer. Es un ahorro pero también se minimiza el riesgo. Y hay que ver si en el futuro el mix entre teletrabajo y presencial sirve al análisis de rentabilidad de la empresa también", dijo.

Sobre este punto coincidió Tillar en que el regreso a los modelos tradicionales "es una decisión que van a tener que tomar los comité de dirección pero hoy lo pueden hacerlo habiéndose roto un paradigma, que es que se puede efectivamente hacer el trabajo de otra manera". Y añadió que así como hay una planificación para el regreso a las oficinas también detectó compañías invirtiendo en capacitación sobre productividad y gestión de tiempo para potenciar la efectividad de quienes están trabajando desde sus casas.

"Hoy las compañías están haciendo esa doble lectura. Por un lado, que las personas que no van a ser reemplazadas por un robot, allí a donde se necesita la mano del humano sí o sí, hacer la reconfiguración necesaria. Y a la vez para las otras posiciones que se pueden adaptar al trabajo remoto, se está estudiando cómo impacta en la vida de la gente cuando es bien organizado y hay un liderazgo que acompaña como corresponde", coincidió Cantisani.

El retorno a las oficinas, para dentro de seis y doce meses

El regreso a las oficinas se puede llegar a producir, en promedio, dentro de seis meses y un año
El regreso a las oficinas se puede llegar a producir, en promedio, dentro de seis meses y un año

Si bien no están pensando retomar en breve el trabajo presencial, la mayoría de las grandes empresas ya tienen en su agenda la planificación de cómo regresar a las oficinas cuando sea seguro hacerlo.

La última encuesta de Mercer Marsh Beneficios entre grandes empresas nacionales y multinacionales, aclara que el 51% de ellas estima el retorno a las oficinas para dentro de seis a 12 meses, y tres de cada cuatro de ellas ya tienen el plan que les va a permitir hacerlo. Solo el 36% de ellas lo hará dentro de los próximos 3 a 6 meses y el 13% volverá en los próximos 3 meses.

"Hoy más que nunca, las empresas deben asegurarse de tener un plan de gestión de riesgos integral, que les permita adaptarse a la nueva ‘normalidad’, conscientes de que el retorno a la actividad laboral no implica que se ha eliminado el riesgo. Por tanto, es importante que ese plan se defina de manera propia, respondiendo a la realidad del negocio, la gestión de sus recursos tangibles e intangibles, la capacidad financiera y la visión de largo plazo", indicó Julieta Doldo, Líder en Mercer Marsh Beneficios para Argentina y Uruguay.

En principio, la planificación pasa por la adaptación de los espacios y el armado de protocolos. ¿En qué se enfocaron estas empresas? Estos fueron los principales ejes:

  • Garantizar la inocuidad del ambiente,
  • Promover los hábitos de higiene personal,
  • Restringir actividades presenciales
  • Entregar equipos de protección personal
  • Limpieza y desinfección con mayor frecuencia/rigurosidad
  • Promoción de higiene de manos y provisión de implementos

En Adecco tienen ya diseñados protocolos de base que extienden a empresas clientes, que incluyen desde normativas estructurales hasta cientos de detalles a tener en cuenta en la entrada a la nueva normalidad.

"Salvo en las empresas grandes con áreas dedicadas, el las demás será un proceso de reaprendizaje constante y observación. Van a ir armando el protocolo a medida que recorra el camino. Se va a ir dando en conjunto, la vuelta al trabajo y el protocolo", aventuró Tillar.

"Por un lado las empresas van a tener que repensar sus espacios y más allá de que van a tener que volver los acrílicos y particiones para separar los puestos de trabajo y señalizaciones, también hay parte del cambio que es cultural, que la gente empiece a tomar conciencia de temas como guardar las distancias aunque no haya un objeto que separe, que tiene que esperar a que una persona salga para entrar al break room, no tocar con la mano los botones de las máquinas de café, etc." añadió Cantisani.

Para pensar el regreso de la gente, la mayoría de las empresas aseguran que se dará de manera escalonada. Según Mercer Marsch el 32% solo iniciará el retorno para las áreas críticas del negocio una vez finalizado el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), mientras que el 48% permanecerá trabajando de manera remota hasta el retorno total de la compañía. 

Es el caso de ManpowerGroup por ejemplo, Calónico le dijo a iProfesional que si bien no se han abierto las oficinas en ninguna plaza del país, "está planificado hacerlo de forma paulatina con horarios de atención reducidos en aquellas localidades o provincias que estén en Fase 5 y que, a su vez, nosotros veamos que existe una necesidad de abrir. Previo a ello acondicionaremos las oficinas con todo lo necesario para que la vuelta al lugar de trabajo sea totalmente segura".

"Así todo, en la primera etapa vamos a mantener la virtualidad de aquellas actividades que se puedan seguir realizando de esa manera, como por ejemplo las entrevistas presenciales en la modalidad remota que están funcionando muy bien", reveló.

Solo el 13% de las empresas encuestadas por Mercer March ha planteado el retorno total de sus trabajadores.

Para Tillar, habrá personas que querrán regresar al menos de forma parcial, para tener la pertenencia que les da el lugar de trabajo, el espacio y la posibilidad de concentrarse en la tarea.

Pero la planificación va más allá de ello. Al describirla, Cantisani asegura que se empieza por identificar los puestos en donde es absolutamente necesario que el trabajador vuelva, y dentro de ese grupo quiénes están en condiciones de hacerlo (porque no son parte de un grupo de riesgo, no tienen personas a cargo, etc.) Y en un segundo paso planificar cómo sería el regreso del otro grupo de trabajadores y entre ellos consultar qué es lo que prefieren.

"Hay que entender primero la realidad de cada uno antes de tomar decisiones. Es todo un proceso que hay que hacer pero no lo veo como algo inmediato", aseguró.

Por lo pronto, según Mercer Marsh, el 76% de las empresas ya elaboraron un plan de retorno seguro al trabajo, basados en medidas preventivas de salud y seguridad, planes de capacitación y comunicación, entre otros. Aunque no siempre esos planes contemplan las dimensiones necesarias. Por caso, el 46% de las compañías no identificó entre sus trabajadores a quienes viven con personas vulnerables al Covid-19, y el 45% no saben quiénes de sus empleados deben cuidan de otras personas durante la cuarentena.

"Y solo el 59% de las empresas encuestadas dicen contar con un programa de capacitación para proteger la seguridad y salud de sus trabajadores, siendo éste fundamental para la construcción de una cultura de autocuidado y prevención", aclararon desde Mercer Marsh Beneficios.

En esa línea, nada más que el 34% de los encuestados elaboró un plan de protección de la salud mental de sus trabajadores. Sobre esto Doldo señala que las medidas no sólo deben ayudar a contener la propagación del virus, sino también deben generar conciencia, prevención y atención de la salud mental. "Es importante que las empresas identifiquen, controlen y vigilen la salud emocional de sus colaboradores, ya que, en situaciones de crisis, los niveles de estrés y ansiedad se incrementan", añadió.