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"Micromanagers" con síndrome de abstinencia en pandemia y la luz al final del túnel

¿Se animan los jefes a preguntar a los empleados qué tipo de líder fueron en crisis? La respuesta es clave para lograr resultados en la post-pandemia
01/06/2021 - 08:55hs
"Micromanagers" con síndrome de abstinencia en pandemia y la luz al final del túnel

Cada vez falta menos. La luz se percibe al final del túnel, aunque nos esperan meses de invierno muy difíciles. Las vacunas son eficientes y en los países en los que la vacunación avanzó lo suficiente han bajado enormemente contagios y muertes.

Con el dolor por los muertos, con el deterioro económico, los sobrevivientes haremos lo que como especie hemos hecho desde que bajamos de los árboles: salir a pelearla cada mañana para que nuestros proyectos personales y colectivos lleguen a buen puerto, construyendo a partir de la salud que quedó y a partir del dinero o las deudas que quedaron.

Lo que ha estado pasando en la empresa y lo que ha estado pasando con la salud pública nos tuvo absorbidos, mucho más de lo que alguna vez lo estuvimos. Pendientes de cuantas camas, contagios y muertes, de si vendemos o no, cobramos o no, producimos o no, somos esenciales o no, de si los chicos van al colegio o no. Sentimos haber estado en todo y no es así. Afortunadamente.

¡Qué mal año para los micromanagers!

Quienes son "micromanagers", habrán sufrido el síndrome de abstinencia, ojalá que al punto de haberse recuperado. Porque nada pudimos haber logrado sin haber confiado en nuestros colaboradores, en su criterio, en su compromiso y energía.

Y si ellos no se hubieran empoderado, si no hubieran tomado decisiones cuando no podían consultar lo que antes sí podían, si no hubieran autoadministrando su tiempo utilizando horas laborales para atender a sus hijos y retomando sus tareas en horas inusuales, o simplemente siendo más productivos en las horas disponibles, tampoco hubiera sido posible lograr lo que como equipos logramos.

Cómo mantener en la post-pandemia aquello bueno que surgió de trabajar en equipo en medio de la crisis
Cómo mantener en la post-pandemia aquello bueno que surgió de trabajar en equipo en medio de la crisis

¿Qué dirán de nosotros nuestros colaboradores si les preguntamos qué tipo de líder resultamos en la pandemia? ¿Lo hicimos? ¿Nos animamos a preguntarles? Es un buen ejercicio que lo hagamos con cada uno. Todo lo que sumó habrá fortalecido el vínculo. Lo que no, nos dará la oportunidad de ser un mejor líder a partir de ahora.

Supongamos que hace dos años nos hubieran narrado una hipotética situación como la que el mundo está viviendo desde hace 18 meses y preguntado sobre cómo nos hubiera ido -sin previo aviso- en tal situación. ¿Hubiéramos confiado en que nuestros equipos hubieran tenido la adaptabilidad y la capacidad de lograr los resultados que logramos? Creo que el más optimista se hubiera quedado corto. Dejémoslos que sigan volando alto, entonces.

Dicho esto, todos, pero mucho más quienes nos hemos especializado en funciones de Gestión con Personas, tenemos la oportunidad de potenciar todo lo bueno logrado. ¿Cómo? Algunas formas creativas: 

  • Sabemos que a mayores responsabilidades, más cerca tenemos que estar de nuestra gente: aún superada la pandemia, no dejemos de seguir interesándonos en cómo están. Dedicarles minutos para saber si necesitan algo o, al menos, para dejarles en claro que estamos presentes y disponibles. Seamos explícitos. no somos sólo laburantes. Todos somos personas completas las 24 horas del día.
  • Habremos descubierto en nuestros equipos a líderes que estaban ocultos, personas cuyo compromiso nos ha sorprendido positivamente. Tenemos que asegurarnos que su evolución continúe, para su desarrollo y el de la organización. Hagámoslo porque es un acto de justicia, pero también porque es negocio para todos.
  • Nos habremos dado cuenta de cuan mejorables eran nuestros planes de contingencia. No puede perderse en el olvido todo lo que nos hubiera gustado haber previsto distinto. Si aún no lo hicimos, anotémoslo. Una de nuestras prioridades inmediatas debe ser la de estar mejor preparados para la próxima.
  • Propongámosle a nuestro equipo que converse cómo mejorar los procesos y arrancar mejor el día después. No hace falta que participemos. Sigamos empoderándolos y que nos pasen sus conclusiones. Las grandes ideas son segundas o terceras vueltas de tuerca sobre ideas que inicialmente no lucen redonditas.
  • Si la carga laboral bajó, mantengamos a la gente ocupada. No hay peor sensación que la de sentir que el mundo sigue sin nuestro aporte. Seguramente tenemos una lista de temas pendientes que en el pasado habían quedado siempre postergados y que ahora podemos encomendarles

Por otro lado, seguramente descubrimos tareas, funciones, controles, procesos que no aportan el valor que creíamos. Tal vez, sólo tal vez, el proceso de contingencia que funcionó en estos meses continúe luego, o la persona en la que delegamos una parte importante del negocio porque no hubo más remedio, lo haga de tal manera que deba seguir a cargo de ese tema, luego. Vayamos pensando en cómo no detener esta evolución que se produjo.

Preguntemos con apertura genuina a cada uno, qué mejorar, qué cambiar, a partir de lo que están viendo distinto. Seguramente están surgiendo tendencias en los distintos mercados, en las preferencias de los consumidores o en la dinámica de distintas cadenas de suministros o de distribución, que para algunos son más evidentes que para otros, no importa la denominación del raviol del organigrama que ocupe.

Más que nunca, cada uno de ellos ha podido percibir desde un lugar diferente, desde una óptica distinta, desde el escritorio de la oficina o desde la mesa del comedor de su casa, cada una de facetas de nuestro negocio que desde nuestra perspectiva no pudimos captar. Tratemos de mantener la apertura a contar siempre con perspectivas distintas de los fenómenos.

Y nunca olvidemos la advertencia de Maya Angelou: "La gente no recordará lo que dijiste o lo que hiciste. Sólo recordará cómo la hiciste sentir."

Esta máxima, que fue dicha sin saber que se venía una pandemia, está y estará vigente más allá de cualquier reto al que estemos sometidos el resto de nuestras vidas.

*Miguel Cortina es Socio en la consultora AL Grupo Humano.

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