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87% de los argentinos vivió violencia simbólica en el trabajo

Un estudio muestra como Argentina es el país de la región dónde más se vivencian situaciones de violencia simbólica en el ámbito laboral
16/11/2022 - 10:18hs
87% de los argentinos vivió violencia simbólica en el trabajo

El 87% de las personas encuestadas por Jobint, empresa dueña de la plataforma de búsqueda de empleo Bumeran, vivió algún tipo de situación de violencia simbólica en su trabajo

El dato es el más alto de la región y se desprende del estudio Violencia simbólica en el mundo laboral del portal de empleos Bumeran y la organización Grow- género y trabajo.

Además, 9 de cada 10 recibió comentarios inapropiados o agraviantes sobre su apariencia física y/ o cuerpo.

Del estudio de violenci simbólica participaron 1.062 personas, de las cuales 763 son de Argentina. El estudio explora las experiencias de violencia simbólica en el contexto del trabajo.

Qué es violencia simbólica

¿Qué es la violencia simbólica? "La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de una persona sobre otra, principalmente de las mujeres y de otros grupos vulnerables en la sociedad", explicó Georgina Sticco, co-fundadora de Grow- género y trabajo.

El 87% de los/as argentinos/as que participaron en la encuesta expresaron vivir o haber vivido situaciones de violencia simbólica en el ámbito laboral, dos puntos porcentuales por encima de la media de la región que se ubica en un 85%. De esta forma, Argentina es el país dónde más se vivencia esta problemática.

El trabajo puede ser escenario para la violencia simbólica
El trabajo puede ser escenario para la violencia simbólica

Si se tiene en cuenta a las personas que no sólo experimentaron en primera persona la violencia simbólica sino que también escucharon situaciones asociadas, como comentarios o bromas inapropiados, el porcentaje incrementa al 97% tanto en Argentina como en la región.

"Los datos arrojados por esta encuesta permiten observar que la violencia simbólica tiene una marcada presencia en el mundo laboral. Y, lo que es aún más llamativo, está tan naturalizada que la mayoría de las personas encuestadas no es consciente de estar experimentándola. Es así que el 63% de las personas encuestadas no consideraba violencia a las situaciones que se describen en el cuestionario antes de que se las enumerara", afirma Carolina Molinaro, Head of Marketing de Jobint.

Violencia simbólica sobre aspecto físico

El 95% de las personas argentinas que participaron del estudio recibió comentarios inapropiados o agraviantes sobre su apariencia física y/o cuerpo

Respecto a las situaciones experimentadas, se destacan los comentarios inapropiados o agravantes sobre la apariencia física y/o cuerpo con un 95%. O sea, 9 de cada 10 argentinos/as recibió este tipo de comentario. No se registran diferencias sustanciales con el resto de la región en este aspecto.

"La apariencia física es un gran factor al momento de recibir comentarios discriminatorios y violencia simbólica. Si lo pensamos desde un enfoque de género, es posible que esto afecte en mayor medida a las mujeres, dado que el imperativo de belleza y buena apariencia recae principalmente sobre ellas", sostiene Sticco.

Además, el 86% de las personas encuestadas argentinas, 8 de cada 10, fue sujeto de bromas o comentarios inadecuados asociados a tener o no tener pareja o relaciones sexuales.

Violencia simbólica y género

Comentarios y bromas sobre el aspecto físico de alguien o su preferencia sexual es violencia simbólica
Comentarios y bromas sobre el aspecto físico de alguien o su preferencia sexual es violencia simbólica

Otra práctica que vivenciaron el 86% de las personas participantes,  fue que se les asignen tareas o roles que están fuera de las responsabilidades de su puesto en función de su género. Por ejemplo, servir café, tomar notas, colgar el abrigo de su jefe/a, decorar espacios, o realizar tareas de fuerza.

"Se observa que se asignan responsabilidades en función del género de las personas, sosteniendo todavía estereotipos y roles sobre lo que se espera que haga una mujer o un varón. Estas prácticas, muy naturalizadas, violentan la identidad individual de cada trabajador/a", agrega Sticco.

El 94% de las personas participantes del estudio de Argentina afirma haber escuchado o atestiguado alguna situación de violencia simbólica en el trabajo. El promedio regional no presenta diferencias significativas.

Dentro de las situaciones atestiguadas, el 79% de los/as argentinos/as escuchó comentarios estereotipados, bromas, chistes, burlas y/o apodos respecto a la identidad de género. Este número está dos puntos por encima del regional que es de un 77%.

"La discriminación y la violencia tienen un fuerte componente de género. Como se puede observar en los hallazgos de este estudio, tener una identidad de género no cisnormativa o una orientación sexual no heteronormativa son factores que incrementan las posibilidades de sufrir violencia simbólica", analiza Sticco.

También el 79% presenció comentarios estereotipados, bromas, chistes, burlas y/o apodos en relación a la orientación sexo afectiva; y otro 79% comentarios inapropiados o agraviantes sobre la apariencia física y/ el cuerpo. En ambos casos el resultado en Argentina es mayor a la media de la región, donde presenta un 76%.

Además, se destaca que el 77% escuchó bromas o comentarios inadecuados por mostrar sensibilidad o emocionalidad. Número que se encuentra tres puntos por encima del general de la región, que es de un 74%.

Pr otra parte, los hombres cis, aquellos cuyo género se corresponde con aquel que se les asignó al nacer, fueron los más identificados como quienes ejercieron las situaciones de violencia.

Un 67% de las personas participantes argentinas indicó a los jefes varones cis como los autores de estos comportamientos.

"La violencia está mucho más naturalizada de lo que creemos y lamentablemente, con el estudio realizado, podemos ver que el ámbito laboral no es una excepción. De esta manera, es fundamental que todos los líderes de las compañías nos comprometamos a trabajar en la deconstrucción continua y a alejarnos de las prácticas que puedan llegar a dar lugar a algú tipo de violencia. Contar con el apoyo del área de Recursos Humanos es fundamental para poder sentir el acompañamiento y contar con las herramientas y capacitaciones necesarias para poder abordar este proceso", observó Molinaro.