El pasado 12 de julio tuvo lugar un nuevo encuentro donde Natalia Heredia, consultora en Capacitación y Desarrollo en Gestión Compartida, fue facilitadora de esta charla donde profundizó sobre los cortocircuitos que pueden llevar a una mala interacción y sus consecuencias. 

Modelos mentales y sus efectos en la forma de expresarse

"Los modelos mentales son el conjunto de creencias acerca del propio ser: los valores, capacidades, comportamientos y entorno", asegura Heredia. 

Determinan la forma de percibir la realidad, lo que lleva a que muchas veces las personas vean conflictos donde otros no. Estos también influyen en la manera en la que nos relacionamos los unos con los otros.

Estas estructuras son inconscientes e incompletas, es decir, se basan únicamente en el punto de vista del sujeto. Además, son activas, lo que significa que no pueden apagarse y dejarse de lado para tener un diálogo más saludable. Sin embargo, pueden modificarse con el tiempo a medida que se viven nuevas experiencias.

Factores para una buena comunicación

Según Álvaro González Alorda, autor de The talking manager y especialista en transformaciones organizacionales: "Las buenas conversaciones hacen que existan buenas relaciones".

El escritor asegura que existen dos elementos fundamentales para un buen diálogo: la argumentación y la empatía. Ambos pueden combinarse para obtener una charla de valor. 

La facilitadora profundiza en los conceptos de González Alorda e indica los conflictos recurrentes de una mala administración de los mismos.

"Un diálogo con mucha argumentación y poca empatía puede llevar al rechazo, ya que el emisor no tiene en cuenta los sentimientos del interlocutor", asegura Natalia Heredia. Luego agrega: "Una comunicación con pocos argumentos y poca empatía desencadena el desgaste debido a la pérdida de tiempo". 

Por último, describe las situaciones de mucha empatía, pero poco argumento como: "conversaciones donde las reacciones son totalmente improvisadas y no pasan por el raciocinio".

Sin duda, la mejor circunstancia se halla cuando hay tanta razón como empatía. "Son conversaciones donde se dan razones válidas para defender una idea, pero también se da la oportunidad de expresarse a la otra parte", comenta la facilitadora.

Asertividad: el arte de la comunicación no violenta

"Detrás de cada uno de nuestros actos, hay una necesidad no satisfecha", afirmó el Dr. Marshall Rosemberg en su libro La comunicación no violenta. La asertividad, surge así como herramienta para comunicarnos efectivamente.

De esta forma, la efectividad en una charla dependerá de cuatro componentes:

• Observación: considerada la habilidad de separar los hechos de las interpretaciones y los juicios, permite al individuo analizar los problemas con frialdad antes de actuar. 
• Sentimiento: representa la capacidad de responsabilizarse por lo que uno siente, que es lo único real e indiscutible. Según la facilitadora, es lo más complejo: "Es difícil detectar la razón de nuestra frustración, realizar introspección y conocer la causa".
• Necesidad: hace referencia a la destreza de encontrar los deseos incumplidos, los cuales son el motor del comportamiento.
• Solicitud: identificar qué actitudes lograrían satisfacer las necesidades detectadas y expresarlo con detalle, es el último factor mencionado por la exponente. 

Gestión Compartida se interesa en que las personas puedan relacionarse mejor. Eso llevó al desarrollo de estas charlas. La organización agradece el interés de la audiencia y espera que este webinar les haya servido para detectar los obstáculos en su comunicación y puedan mejorarla.