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Cómo convertir al síndrome del impostor en un aliado

El síndrome del impostor afecta el 70% de las personas en algún momento de sus vidas. Cómo detectar cuando está ocurriendo
20/09/2023 - 10:14hs
Cómo convertir al síndrome del impostor en un aliado

Son muchas las personas que conviven con síndrome del impostor, o la sensación de que no son lo suficientemente buenos para aquello que consiguen, que no merecen su éxito.

En el plano laboral este síndrome es característico de muchos empleados, sobre todo mujeres, que sienten que no están a la altura del cargo o del pago que tienen. Más aún, viven con temor a que alguien descubra que son en realidad un fraude

El síndrome del impostor afecta al 70% de las personas en algún momento de sus vidas, según el estudio The impostor phonomenon, publicado en el International Journal of Behavorial Science.

Afecta muchísimo más a las mujeres, como recordaba la periodista Emma Vallespinós en una reciencte entrevista relevada por La Vangurdia. "El síndrome del impostor en las mujeres se aprende desde muy pequeñas", decía Vallespinós

Síndrome del impostor

Este miedo de ser indigno de los propios logros, bien llevado puede motivar a las personas a la mejora continua, la superación y la excelencia, mientras que si no se gestiona adecuadamente, acaba en ansiedad o problemas más graves como un cuadro de desconfianza muy potente o incapacidad para afrontar retos.

"Se trata de un tipo de malestar psicológico de distinta intensidad en el que la persona no se siente merecedora de sus propios logros y teme que los demás en algún momento le descubran como un fraude", según explicó a La Vanguardia Marta Cabezas, psicóloga co-directora en Intro Psicólogos Madrid. "Es el miedo a no estar a la altura", resume para este periódico Julia Pascual, psicóloga especialista en Terapia Breve Estratégica.

De qué se trata el síndrome del impostor
De qué se trata el síndrome del impostor

"Mayoritariamente pasa en el ámbito del tema académico y del trabajo, pero puede pasar en cualquier área de la vida en la que te exigís demasiado o tenés una expectativa a alcanzar de éxito o de excelencia", explicó Pascual.

Muchas personas se identificarán con conseguir un puesto de trabajo o un ascenso y dudar seriamente si serán capaces de hacerlo bien pese a tener formación o experiencia de sobra, o sentir gran ansiedad cuando la empresa le propone un nuevo proyecto que supone un ascenso porque, aunque tenga ganas de hacerlo, piensa que no es digna del puesto y descubrirán que no sabe hacer bien el trabajo. Y es que el síndrome del impostor "es más fácilmente detectable en el ámbito laboral", según Cabezas.

Cuando se produce en el ámbito amoroso, "el esquema es muy similar al de personas que se sienten muy queridas por su pareja o amigos y no creen que merezcan este amor, porque no son para tanto. Se esfuerzan y sacrifican mucho en la relación por el miedo a ser descubiertas y por tanto, abandonadas", cuenta Cabezas.

Síndrome del impostor puede ser "fantástico"

En conclusión, el síndrome del impostor es un arma de doble filo; mal gestionado provoca ansiedad, miedos, falta de autoestima e incluso puede llevar a las personas a no querer asumir tareas y mejoras vitales o laborales por el temor a no poder hacerlo.

Sin embargo, para otras personas que son "amantes del mejoramiento continuo y de la excelencia", sentir que no van a estar al nivel que buscan "es fantástico, porque bien gestionado nos ayuda a ser mejores".

"El miedo a no estar a la altura nos ayuda a sentir esas mariposas y esa ansiedad funcional para superarnos y subir un peldaño más nuestra ejecución en cualquier ámbito, ya sea hacer pasteles, ser psicóloga, etc", aseguró Pascual.

Qué personas sufren síndrome del impostor y porque
Qué personas sufren síndrome del impostor y porque

Otro aspecto positivo es que "nos protege de nuestra vanidad y de creernos los reyes del mundo", además, "previene de darnos por vencidos, incita a probar cosas nuevas, aprender de todos y entender que siempre se puede mejorar, asumir el error y pensar que al día siguiente no lo van a cometer y asumir el riesgo aún sabiendo que habrá otro error", continuó la psicóloga.

Claves para una buena gestión del síndrome del impostor

  • Darle más peso a las miradas del exterior
  • Racionalizar y pensar si tienes conocimiento y experiencia en el ámbito que te preocupa
  • Afrontar los miedos y no huir de ellos
  • Aceptar los errores como algo natural y aprender de ellos
  • Tener en mente que no se debe parar de hacer cosas, pero que descansar también es necesario
  • Buscar herramientas para no pensar en exceso

Qué sucede si no se gestiona bien

"Además del malestar que genera, relacionado con ansiedad, pensamientos en bucle, estado de alerta, máxima atención a tener un buen desempeño para no ser descubierta, etc. me parece casi más interesante pensar en todas las personas que anticipan este malestar y evitan asumir puestos de poder, a veces de modo casi inconsciente", reflexionó por su parte, Marta Cabezas.

En este sentido, Pascual añade que "si no se gestiona bien, se puede convertir en un problema de ansiedad y si no es solucionado se puede derivar en un problema aún más importante como sería un cuadro de desconfianza de uno mismo tan potente que en las etiquetas psiquiátricas le llaman ‘paranoias sobre uno mismo’".

Ambas psicólogas consultadas por La Vanguardia coinciden en destacar el problema de huir de los retos. "Veo en mis pacientes que evitan volver a hacer las cosas y afrontarlas y si lo hacen, van muy acompañados y piden demasiada reaseguración a los demás". 

Cuenta que algunos sienten una especie de voz interna que es como "un juez interior maléfico" que convierten la duda de si podrán hacer algo en una certeza para ellos. "Les vienen voces internas que le dicen que no serás capaz, te vas a bloquear, todo el mundo va a notar que eres una copia barata", etc. de manera que los miedos se acentúan y te hace huir.

Cómo convertir al síndrome del impostor en aliado
Cómo convertir al síndrome del impostor en aliado

Si el 'síndrome del impostor' que atormenta a quien lo padece puede ser puede ser "fantástico" como apunta Pascual, ¿cómo gestionarlo bien para que se convierta en un aliado en vez de en un lastre? "La solución principal es abrazar ese miedo a no estar a la altura y saber que ese temor debe ser afrontado", recomienda Julia Pascual.

Por otra parte, es importante "aceptar el error como parte de la naturaleza y como motivación para aprender y mejorar, sabiendo que al siguiente día también vas a errar". Y para evitar pensamientos en bucle que se retroalimentan y lejos de ayudar, enturbian, Pascual considera que "pensar demasiado hace demasiado daño, hay que pensar lo justo y necesario para una mejor acción y hacerla, porque hay que arriesgar".

Un último consejo de la psicóloga de Terapia Breve Estratégica: "trabaja duro igual que descanses fuerte", es decir, hay que saber que "tanto si te frenas demasiado como si vas pasado de vueltas, el síndrome del impostor va creciendo", por tanto, hay que encontrar un equilibrio.

¿Cómo saber si tengo el síndrome o realmente soy un impostor? Las expertas consultadas por La Vanguardia dicen que no es impostor quiénes tienen formación o capacitación en el área que les preocupa, quienes reciben buenas críticas y comentarios por sus trabajos, quienes son exigentes consigo mismos, y quienes no tienen base real para dudar de su buen desempeño. 

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