La reforma laboral avanza: qué cambios trae para las indemnizaciones
La reforma laboral que el gobierno nacional impulsa desde 2023 busca modificar de forma sustancial distintos pilares del actual régimen de empleo en la Argentina, con especial foco en las indemnizaciones por despido para los trabajadores.
Además, muchas empresas ya iniciaron conversaciones con sindicatos para introducir modificaciones en los convenios colectivos, no solo en línea con la reforma oficial, sino también como respuesta a los cambios tecnológicos y a la creciente automatización de tareas.
Indemnizaciones: eje central del debate en la Reforma Laboral 2025
Uno de los principales reclamos del sector empresario desde hace tiempo tiene que ver con el sistema de indemnizaciones por despido. Según argumentan, los montos que deben abonar pueden ser tan altos que ponen en jaque la estabilidad financiera de muchas pequeñas y medianas compañías, con el consiguiente riesgo para los puestos laborales.
El gobierno de La Libertad Avanza ya comenzó a revisar los topes indemnizatorios, incluyendo sectores como el comercio. Sin embargo, los cambios de fondo vendrán de la mano de la reforma laboral.
El proyecto oficial apunta a actualizar el marco legal que regula las relaciones laborales en el país, con especial atención al régimen indemnizatorio por despido, uno de los pilares históricos de la Ley de Contrato de Trabajo (N° 20.744), cuya estructura ha sido objeto de controversias durante años.
Hasta ahora, cuando un trabajador era despedido sin causa, el empleador debía:
- Abonarle una suma equivalente a un mes de sueldo por cada año trabajado (o fracción mayor a tres meses),
- basada en la mejor remuneración mensual, normal y habitual percibida,
- a esto se añadían conceptos como preaviso, integración del mes de despido y vacaciones pendientes, entre otros
Aunque este esquema buscaba brindar una protección económica ante despidos arbitrarios, ha sido cuestionado por diversos sectores que lo califican como un peso excesivo y una fuente constante de litigios. Según los empresarios, este sistema desalienta la contratación formal y promueve la llamada "industria del juicio".
Una de las novedades que introduce la reforma es la posibilidad de reemplazar las indemnizaciones tradicionales por un Fondo de Cese Laboral, siempre que haya acuerdo con el sindicato correspondiente para modificar el convenio colectivo.
Este modelo, similar al que utiliza la UOCRA, propone que el empleador realice aportes mensuales a una cuenta individual a nombre del trabajador, que podrá ser utilizada en caso de desvinculación, ya sea por despido, renuncia o retiro.
El sistema, además, contempla que esos fondos puedan invertirse en el mercado de capitales, permitiendo al trabajador elegir cómo gestionar ese ahorro con vistas a su eventual desvinculación. También se habilita la posibilidad de que las empresas contraten seguros privados de capitalización, a su cargo, para cubrir los montos que correspondan por cese laboral o aquellos acordados entre las partes en caso de una salida consensuada.
Qué beneficios promete el nuevo esquema
Quienes apoyan la reforma destacan una serie de ventajas que este nuevo sistema podría aportar al mercado laboral argentino:
- Reducción de juicios laborales: al establecer aportes regulares, se eliminaría la controversia sobre los montos y causales del despido, lo que contribuiría a reducir la litigiosidad.
- Costos más predecibles: para las empresas, los egresos vinculados al cese de contratos serían más previsibles y estarían distribuidos a lo largo del tiempo, lo que podría incentivar la formalización del empleo.
- Facilidad de transición laboral: el fondo sería un capital portable, que acompañaría al trabajador en su trayectoria profesional, facilitando los cambios de empleo y disminuyendo la inseguridad ante una eventual desvinculación.
Sin embargo, también hay voces críticas que advierten sobre riesgos potenciales:
- Financiamiento: definir el porcentaje del aporte patronal y garantizar su viabilidad financiera en el largo plazo será clave para la efectividad del sistema.
- Etapa de transición: el pasaje del régimen actual al nuevo demandará mecanismos claros que no vulneren derechos ya adquiridos.
- Protección efectiva: algunos especialistas y dirigentes sindicales advierten que, si los fondos acumulados no alcanzan o si las inversiones no rinden lo esperado, los trabajadores podrían quedar desprotegidos frente a despidos injustificados.
Vale señalar que la implementación del Fondo de Cese Laboral no es obligatoria: su adopción dependerá de cada gremio y deberá plasmarse en los convenios colectivos.
Nuevas causales de despido
La reforma laboral no solo modifica el sistema de indemnizaciones, sino que también amplía las causales de despido con justa causa. Ahora, el empleador puede desvincular sin pagar indemnización si prueba que el trabajador incurrió en conductas perjudiciales o incumplió sus deberes.
Se suman, además, acciones gremiales como tomas, bloqueos o amenazas. En todos los casos, debe haber una intimación previa para que el trabajador cese la conducta.