Reforma laboral 2025: qué cambia (y qué preocupa) a las empleadas domésticas y los trabajadores informales
En 2025, el Gobierno argentino impulsa una reforma laboral integral que busca modernizar el mercado de trabajo y mejorar la competitividad empresarial. El proyecto, que se espera sea tratado en el Congreso a finales de año, contempla modificaciones significativas en la regulación de contratos, costos indemnizatorios, licencias y controles laborales. El objetivo declarado es reducir la litigiosidad y flexibilizar el empleo formal, con la esperanza de incentivar la creación de puestos registrados. Sin embargo, estas reformas generan preocupación sobre posibles efectos adversos en sectores vulnerables, como las empleadas domésticas y los trabajadores informales, quienes representan un porcentaje importante de la fuerza laboral.
El impacto que podría tener la reforma laboral en las empleadas domésticas y el empleo informal
El trabajo doméstico en Argentina históricamente se ha caracterizado por altos índices de informalidad y bajos salarios. Durante 2025, las negociaciones paritarias y resoluciones administrativas han logrado aumentar los sueldos formales y mejorar las condiciones laborales, lo que incentivó a muchos hogares a registrar a sus empleadas.
El último ajuste salarial para las empleadas domésticas fue del 2,5% acumulado durante enero y febrero de 2025. Ahora, se agrega una nueva actualización del 6,5% que se aplicará entre febrero y septiembre, distribuyéndose en un 3,5% sobre los salarios mínimos de enero y un 1% sobre los mínimos correspondientes a julio, agosto y septiembre.
No obstante, la reforma plantea riesgos indirectos. La flexibilización de costos puede reducir la obligación o el interés de algunos empleadores en formalizar, especialmente en hogares con recursos limitados. Esto podría generar un aumento en la contratación "en negro" o bajo modalidades precarias, como trabajos por horas sin aportes.
En 2025, las estimaciones oficiales sitúan la cantidad de trabajadores informales en Argentina entre 8 y 9 millones, cifra que se mantiene alta pese a los intentos de blanqueo y formalización. Este grupo enfrenta condiciones precarias, falta de acceso a derechos básicos y poca protección social.
Por otro lado, nuevos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) revelan que el 40% de los trabajadores asalariados del sector privado no están formalmente registrados por sus empleadores, mientras que otro 14% emite factura como monotributista.
Asimismo, una de las modificaciones incluidas en la reforma laboral amplía el número de trabajadores independientes que un emprendedor puede contratar sin la obligación de registrarlos como empleados en relación de dependencia. Además, se creó un registro dentro de la Administración de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) para incluir a quienes se encuentren en esta situación legal y fiscal. Esta figura está destinada únicamente a emprendimientos productivos y/o servicios de otros trabajadores independientes, excluyendo a las compañías.
Desde la perspectiva del trabajador, existe una relación de dependencia laboral con la empresa; sin embargo, legalmente el vínculo se formaliza como una relación no laboral. Lo que la empresa presenta como un contrato de prestación de servicios para el contratado en realidad constituye un trabajo asalariado.
La reforma introdujo varias modificaciones con el objetivo de incentivar la formalización del empleo. Entre ellas:
- Se eliminaron o redujeron las multas por trabajo no registrado para disminuir los costos legales y desincentivos a la registración.
- Se lanzó un programa de blanqueo laboral que permite a las empresas regularizar empleados no registrados con condonación de hasta el 90% de la deuda previsional, facilitando la transición hacia el empleo formal.
- Se flexibilizaron y modernizaron los convenios colectivos, permitiendo que se adapten por zonas o sectores según las particularidades regionales o productivas, lo que busca reducir trabas burocráticas.
- El período de prueba para nuevos empleados se amplió hasta 6 meses, o incluso 12 en comercios pequeños, otorgando a los empleadores mayor margen para contratar formalmente sin riesgo inmediato de indemnización.
- Se creó la figura del colaborador independiente, que ofrece una modalidad contractual más flexible para formalizar actividades que antes quedaban fuera del régimen laboral registrado.
Milei: "Argentina no genera nuevos empleos desde 2011, pero eso está cambiando"
El presidente Javier Milei anunció que la reforma laboral se impulsará el 11 de diciembre, después de las elecciones legislativas nacionales y tras cumplirse dos años de su gestión al frente del Gobierno.
La reforma laboral 2025 tiene potencial para modernizar el mercado laboral argentino y aliviar cargas para empleadores, pero también conlleva riesgos importantes para la estabilidad y derechos de las empleadas domésticas y trabajadores informales. Su éxito dependerá de un equilibrio cuidadoso entre flexibilización y protección social, además de una implementación firme y coordinada con sindicatos y organismos sociales.