Las complicaciones de las empresas argentinas para contratar: los puestos donde más cuesta
La dificultad para encontrar empleados con las habilidades necesarias se ha consolidado como uno de los desafíos más persistentes y complejos para el sector corporativo en la Argentina. Un reciente estudio, realizado por IAE Business School e IDEA Relevamientos, pone cifras a esta problemática: el 94% de las compañías indica que existen brechas significativas entre las capacidades que esperan de los candidatos y las que realmente poseen. En un mercado laboral en constante cambio, esta brecha de habilidades se traduce en un cuello de botella que impacta directamente en la productividad y la competitividad.
El relevamiento, titulado "Análisis de la brecha de habilidades requeridas por las empresas en Argentina", advierte un desajuste profundo entre lo que demandan las empresas y la oferta del mercado laboral. Este déficit se nota con mayor fuerza en los mandos medios y líderes, posiciones clave donde la gestión de equipos y la toma de decisiones requieren competencias específicas que escasean. La situación obliga a las organizaciones a destinar mayores recursos a la capacitación interna para intentar cubrir estas carencias.
"Este desajuste entre las competencias requeridas y las disponibles reduce la competitividad de las empresas. Al mismo tiempo, obliga a muchas compañías a destinar mayores recursos a capacitación interna para cubrir esas brechas", señaló Luciana Paoletti, directora ejecutiva de IDEA, poniendo el foco en la necesidad de que el sistema educativo también actualice sus modelos de enseñanza.
Los puestos más difíciles de cubrir: tecnología y comercial
El estudio identificó claramente dónde se concentra la mayor escasez de talento. Los puestos que generan mayores complicaciones para las empresas a la hora de buscar personal son los vinculados al área tecnológica y al sector comercial.
- Puestos de tecnología (49%): Casi la mitad de las empresas reporta problemas para cubrir posiciones tech. Esta dificultad se incrementa notablemente en las empresas grandes (61%), donde la necesidad de especialistas en sistemas, desarrollo y datos es constante.
- Puestos comerciales (45%): El área de ventas y comercialización sigue de cerca a la tecnológica. En el caso de las PyMEs, las posiciones comerciales se erigen como el principal obstáculo, con el 51% de las pequeñas y medianas empresas reconociendo esta traba.
Más allá de las habilidades técnicas o de la formación específica, las compañías se encuentran con serias dificultades para encontrar las llamadas habilidades blandas o soft skills. La autogestión (31%) y el trabajo en equipo (22%) figuran como las más difíciles de hallar en los postulantes. A estas se suman las habilidades cognitivas, como la creatividad y la resolución de problemas, que son cada vez más demandadas y escasas.
Salarios y formación desactualizada, las principales causas
El informe ahonda en las causas de esta brecha de habilidades, analizando la situación tanto desde la perspectiva de la empresa como de la del candidato.
Desde el lado de las compañías, siete de cada diez atribuyen el problema a la formación desactualizada o insuficiente de las instituciones educativas. Un 50% también menciona la dificultad de los candidatos para adaptarse a entornos laborales exigentes o cambiantes. La falta de experiencias prácticas (45%) y la escasa motivación por el aprendizaje continuo (38%) completan las principales causas del desajuste.
Julián Irigoin, profesor de Comportamiento Humano en la Organización en IAE Business School, enfatizó la importancia de las actitudes: "El grupo de habilidades donde la brecha es más relevante es de autogestión, conformado en gran medida por actitudes: motivación y autoconciencia, curiosidad y aprendizaje continuo, fiabilidad y atención al detalle, resiliencia, flexibilidad y agilidad. Estos datos podrían ser considerados en el diseño curricular desde etapas tempranas".
Finalmente, el estudio reveló los motivos por los cuales los candidatos rechazan las ofertas laborales, evidenciando que no todo se reduce a las habilidades. El salario base es el principal motivo de rechazo de una propuesta, mientras que la modalidad de trabajo es otro item clave: los candidatos manifiestan una clara preferencia por las modalidades de trabajo híbrido o remoto, por encima de la presencialidad total.