¿Cómo planea gastar su fortuna Bill Gates de aquí al 2045?
Bill Gates, cofundador de Microsoft y una de las figuras más influyentes en el ámbito de la tecnología y la filantropía global, confirmó recientemente una reestructuración dramática en la gestión de su vasto capital. En un movimiento que redefine la escala de la filantropía moderna, Gates estableció un plazo de 20 años para donar la práctica totalidad de su riqueza a través de la Fundación Gates, culminando en la disolución permanente de la entidad para el año 2045.
Esta estrategia no solo acelera significativamente el ritmo de su generosidad, sino que también implica una inyección de recursos sin precedentes en áreas clave del desarrollo global, lo que lo convierte en un tema central para los analistas de negocios y economía internacional.
Compromiso financiero
La decisión de Gates se basa en la filosofía de "devolver mi dinero a la sociedad mucho más rápido" de lo planeado originalmente.
Durante los primeros 25 años de existencia, la Fundación Gates desembolsó más de u$s100.000 millones, impulsada en parte por las contribuciones del inversor Warren Buffett.
El nuevo compromiso eleva la apuesta, prometiendo duplicar esa cifra en los próximos 20 años:
- Meta de gasto: La Fundación espera desembolsar más de u$s200.000 millones entre el presente y diciembre de 2045.
- Fuente de fondos: Esta cifra monumental incluye tanto el saldo de la dotación actual como las futuras contribuciones personales de Bill Gates, cuyos rendimientos estarán sujetos a la volatilidad de los mercados y la inflación global.
- Cierre definitivo: La fecha límite para este esfuerzo intensivo es el 31 de diciembre de 2045, momento en que la Fundación Bill y Melinda Gates cerrará permanentemente sus puertas.
El principio de "morir sin riqueza"
La aceleración de este plan tiene raíces ideológicas claras. Gates cita al magnate Andrew Carnegie y su ensayo de 1889, El Evangelio de la Riqueza, que sostiene que "el hombre que muere así de rico, muere en desgracia".
Para Gates, esta idea es una determinación personal: evitar que se diga que "murió rico", dada la urgencia de resolver los problemas más críticos del planeta. Este principio sienta un precedente en cómo las grandes fortunas deben abordar su legado financiero y su impacto social.
Según describió el propio Gates en su blog personal, la misión de la Fundación se mantiene firme en la creencia de que el lugar de nacimiento no debe determinar las oportunidades de vida. El plan de u$s200.000 millones se enfocará en tres grandes aspiraciones.
- La primera es evitar la mayor cantidad posible de muertes de madres y bebés. Gates considera que la humanidad hoy tiene la tecnologia y el conocimiento para cortar a la mitad el número de muertes innecesarias de este grupo, que en 2019 era de 5 millones al año. La Fundación es optimista respecto a la erradicación de la malaria y el sarampión antes de su cierre, sumándose a la poliomielitis y el gusano de Guinea. También se destinarán fondos a la lucha contra el VIH/SIDA (con foco en terapias genéticas de dosis única) y la tuberculosis, que sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más letales del mundo
- Aunque la Fundación Gates es el eje de su filantropía, el empresario aclaró que dedica recursos a la innovación energética. A través de Breakthrough Energy invierte en empresas que buscan reducir las emisiones y expandir el acceso a energía asequible, y con Terra Energy desarrolla la energía nuclear. "Ampliar el acceso a energía asequible es esencial para construir un futuro donde todas las personas puedan sobrevivir y prosperar", explicó.
- El tercer objetivo es la investigación sobre el Alzheimer: Apoya la I+D para combatir esta creciente crisis global.
La estrategia de Bill Gates establece una nueva vara para la filantropía de gran escala, combinando un enfoque empresarial para la inversión de impacto con un calendario de egreso radicalmente acelerado, buscando maximizar el impacto social mientras se cumplen los objetivos de desarrollo global.