En medio de la crisis, las empresas adelantan las evaluaciones internas

A poco menos de dos meses de cierre del ejercicio anual, los balances y la evaluaciones de resultados y desempeño de personal son más comunes. Como el panorama no es claro, la incertidumbre genera temor y una retracción de proyectos. Frente a esa situación, las reacciones más frecuentes de las organizaciones son las de protegerse y escapar de los riesgos, según indicó a La Gaceta Gabriel Schwartz, titular de Psicologí­a Laboral Consultores.Según Schwartz, "las compañí­as tratan de asegurarse el equilibrio entre ingresos y egresos. Las polí­ticas internas frente a momentos crí­ticos varí­an según las empresas". Por ejemplo, los CEO de las filiales de multinacionales promueven un efecto cascada, requiriendo revisiones de presupuestos y de los gastos fijos. En tanto, "los ejecutivos de firmas nacionales son más cuidadosos frente a la disminución de la demanda", agregó el especialista a La Gaceta.Por eso para conocer qué hay que recortar, antes hay que establecer qué es lo que se tiene, planteó el especialista al diario tucumano. Y agregó: "Poco a poco, los datos de la realidad aportarán mayor claridad y será el momento de aprovechar las oportunidades". Ejecutivos y empleados ingresaron en la etapa de las evaluaciones. Sin embargo, antes de avanzar con esos procesos, es importante definir qué se evalúa: si los resultados o el desempeño, destacó Eduardo Press, consultor y capacitador en empresas y organizaciones."La crisis internacional permitió romper con el viejo axioma del management que decí­a que al CEO o al gerente general se le brinda la información que ellos quieren escuchar", manifestó Press a La Gaceta. "Por eso ahora -añadió Press- las empresas ponen la lupa en la evaluación de los resultados". No obstante, el consutor sugirió modificar esa conducta. A su criterio, las empresas deberí­an evaluar el desempeño de sus empleados, sean o no jerárquicos. "Esto no significa que si no se cumplen tales o cuales metas, estará en riesgo el puesto, sino en buscar instrumentos de manejo de personal que tiendan a que la evaluación sea operativa, de aprendizaje", sostuvo. Press consideró que el sistema de premios y castigos distorsiona la vida interna de una empresa, si no hay verdadera información acerca de los parámetros que se adoptaron para aplicar ese sistema como estí­mulos para la productividad. "Los buenos seguirán siendo buenos y los pobres más pobres. En el conjunto, la gente se pondrá menos creativa porque arriesgará menos ante el temor de ser evaluada antes de que termine el ejercicio anual", puntualizó.