El auge de la "Cultura slow", un estilo de vida que seduce cada vez más

En exclusiva, Carl Honoré, autor de "Elogio de la lentitud", define cómo se inserta esta filosofía de vida en el día a día y en el mundo del consumo
Por Alicia Vidal
MARKETING - 22 de Octubre, 2011

Carl Honoré es, sin dudas, un referente de la cultura Slow.

El experto, en una entrevista en exclusiva con iProfesional.com, aseguró que muchas marcas ya están considerando a este movimiento como una gran revolución, asociando sus productos con la relajación, la calma, la conexión y, fundamentalmente, con la necesidad de disponer de "tiempo para uno mismo".

Para el también autor del libro "Elogio de la lentitud", en la actualidad, existe "una fuerte corriente que impulsa a vender productos ligados a la posibilidad de darse los gustos".

También se refirió a cómo cuadran el Slow Marketing con el uso de redes sociales.

A continuación, sus conclusiones sobre esta movida que emerge en un mundo en el que los consumidores viven apurados.

- ¿Te sentís cómodo con el rótulo de referente del Slow Marketing?. Hace cuatro años atrás te rotulamos como el referente del tema - No, considero que el Slow Marketing (SM) no describe todo lo que hago. Mi objetivo es desafiar el status quo para lograr una revolución cultural, para crear un mundo donde la gente viva en un ambiente humano de mayor paz.Siempre me siento un poco incómodo cuando se me asocia con él porque eso da la sensación de que estoy tratando de vender un producto. Pero mi principal finalidad no es comerical, es social, cultural y humanitaria.Como todos los aspectos del movimiento, la gente aún está debatiendo qué significa. Y considero que eso es bueno.

Para mí puede significar al menos dos cosas: Primero, puede suponer tratar de comercializar productos que, por su naturaleza, nos ayuden a vivir una vida "slow". Segundo, el SM puede suponer aplicar los principios del movimiento Slow al marketing tradicional. En otras palabras, supone que se pueden armar campañas basadas en una relación de largo plazo entre la marca y el consumidor, que inspire a considerar el curso de nuestras vidas y que estimule a relizar una pausa y poder así ver el mundo desde una nueva mirada más luminosa.El peligro es que las compañías y las marcas lo utilicen para vender productos y servicios que no tienen nada que ver con la filosofía planteada. Esto es inevitable. Pero creo que la gente es lo suficientemente inteligente como para descubrir si alguien está siendo deshonesto al utilizar el credo Slow.Y desde el lado positivo: el hecho de que muchas marcas estén usando este concepto para venderse ellas mismas, aún sin serlo, significa que ésta es una revolución cultural que ha logrado expandirse.- ¿Qué hay de nuevo en tus aprendizajes desde que escribiste el libro "Elogio de la lentitud"? - Estoy sorprendido del grado de penetración que ha tenido el movimiento en la cultura popular desde que salió el libro. Ahora hay movimiento Slow muy fuerte en todos los campos del desarrollo: Diseño, Tecnología, Viajes , Ciencia y la lista sigue... Incluso, algunos ámbitos que podrían considerarse como inmunes a la cultura del slowing están abrazando la inercia de la tortuga como sucede con el movimiento de la Moda Slow.

En las universidades de todo el mundo, los estudiantes están escribiendo sus maestrías o sus tesis doctorales en diferentes aspectos del movimiento. Mi libro es utilizado en muchas universidades como material de lectura y desde que salió han salido muchos otros relacionados con la temática.Cuando propuse por primera vez la idea del "Movimiento Slow" en Google había "cero" resultados al poner la frase en el buscador. En cambio, ahora hay 1,5 millones de referencias.No hay dudas de que las marcas están considerándolo como una gran revolución cultural. Muchas asocian sus productos con la relajación, la calma, la conexión y con disponer de tiempo: consideremos todos los avisos que utilizan la imagen de la mujer en posición de Loto sentada en una playa vacía o en los que presentan a una familia disfrutando de estar juntos.Hay una fuerte corriente que impulsa a vender productos ligados a la posibilidad de darse los gustos para el "tiempo para uno mismo" (me time). La noción de que el mundo es rápido y plagado de ocupaciones está cansando y estamos deseosos de darle lugar al movimiento Slow, que nos reconecte con el placer.

La cultura Slow y las marcasSegún el experto, muchas firmas, en la actualidad, están utlizando el lenguaje Slow para vender sus productos. En este sentido, brindó diversos ejemplos que dan cuenta de ello:"Audi lanzó un sedán en Inglaterra con un slogan que decía: `the slowest car we ever built´ (el más lento de los autos que hemos construido). Y no temían al considerar que a lo mejor a este Audi se le complicaría al querer pasar a un 600 en la autopista. Cuando decían el `auto más lento´ (the slowest) en verdad querían sugerir que era el mejor auto (the best)".

http://www.youtube.com/watch?v=NDwEE_1ESMU

Y agregó que la marca de telefonía "Orange desarrolló una campaña que decía: `las cosas buenas pasan cuando el teléfono está apagado´. No se trató de un acto de suicidio publicitario: sabían que uno igual utilizaría el teléfono.

Pero Orange remarcó así la importancia que le da la gente a la necesidad de desconectarse (unplug) de la tecnología como para poder bajar un poco, para disfrutar del momento y entonces conectarse con la gente de una manera más profunda, más significativa que a través de un SMS (mensaje de texto)".

http://www.youtube.com/watch?v=8Z5UuGgf_ec

Expansión del movimientoDe acuerdo con el especialista, este mismo año, en Santiago de Chile, se estará abriendo el primer Slow Shopping. El lema sería: "Bienvenido a comprar no a consumir, a disfrutar tu tiempo, no a correr contra él, a reemplazar una compra compulsiva por la seguridad de una elección bien hecha, a encontrase con amigos y también consigo mismo y a descubrir que el espacio no te lo dan los metros cuadrados, te lo da la tranquilidad". Se trata de un nuevo espacio que se conoce como Mall Slow o Espacio M y que ocupará el lugar donde solía estar El Mercurio.

- Hace cuatro años estuviste en la Argentina invitado por Hellman´s, ¿trabajaste para otras marcas?- Recibo invitaciones todo el tiempo por parte de las marcas. Y muchas veces digo que no porque no estoy convencido de que la misma represente a la filosofía Slow. Pero a veces digo que Sí. Y muchas veces eso significa que yo mismo uso el producto.Recientemente, trabajé con Haagen Dazs cuando lanzaron su línea de nuevos helados en España. Había que tomar el helado del freezer y luego esperar 12 minutos para que el centro se ablandara y entonces aflorara el verdadero sabor.

Todo tiene que ver con posponer la gratificación, y eso encaja perfectamente con la filosofía Slow. Por eso estuve contento de trabajar con Haagen Dazs durante el lanzamiento. No estoy sponsoreando el producto pero este lanzamiento me permitió tener una plataforma para difundir la cultura Slow.

http://www.youtube.com/watch?v=8DwfHMsTqvU

Y también este año hice lo mismo para Tbanc, un banco online de Chile.

Hay un "mal slow" y un "buen slow". El primero tiene que ver con tener que perder tiempo en el banco haciendo dos horas de cola con un trámite que se complica. Tbanc ofrece la posibilidad de hacer el trámite en dos minutos online así uno puede salvar ese tiempo para dedicárselo a uno mismo. Así uno lo puede utilizar para leer historia a sus hijos, para salir a caminar por el parque o para charlar con su pareja.

Así que fui a Santiago de Chile a hablar del movimiento Slow para el relanzamiento de Tbanc.También participé de una reunión de marketing estratégico de la cerveza Guinness, la famosa marca irlandesa. Es que si uno considera que hay que esperar entre el momento en que se sirve la cerveza y cuando se puede consumir, también encontramos una conexión con el movmiento.A su vez, estuve en Colombia con una empresa que se dedica al turismo aventura orientado a los chicos.Alrededor del mundo, muchas ciudades están empezando a renombrarse como "Slow". Por eso di charlas en lugares como Zaragoza, España, u Oslo, en Noruega.Este año, la Feria de París (La Foire de Paris)  eligió el "Slow Time" como el tema central y yo oficié de padrino del evento.Por otra parte, volé a Perth, Australia, para desarrollar una interesante campaña basada en la filosofía Slow.

Se trata de una campaña que promueve la conducción segura basada en el movimiento.

http://www.youtube.com/watch?v=rRwfwyaHXDk

Cultura Slow y redes socialesiProfesional.com le preguntó al especialista sobre cómo se vincula la visión Slow con lo vertiginoso de las redes sociales.

Para Honoré, "es totalmente compatile".

"Adherir a lo Slow supone hacer las cosas a la velocidad justa, al tiempo giusto. Eso supone que, a veces, es momento de apurarse y, otras veces, de ir más despacio, y lo mismo ocurre en el campo de las comunicaciones", afirmó.

Y agregó: "A veces, la mejor opción es un tweet apurado. Pero otras la mejor comunicación es la de desconectarse de la tecnología y encarar una charla cara a cara. Todo es cuestión de manejar el arte de configurarse de modo distinto. Supone ser disciplinado. Uno tiene que saber elegir la mejor forma de comunicarse en cada momento"."Me encantan Twitter  y Facebook, pero no me esclavizo como le está pasando a mucha gente con las redes sociales. Ellas no gobiernan mi vida. Encuentro que son increíblemente útiles en algunas circunstancias y también muy divertidas en otras tantas. Pero las uso de manera prudente y juiciosa. En otras palabras, tweeteo "slow"....", concluyó.

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