Crece la polémica por las camisetas el hijo de Pablo Escobar inspiradas en su padre

Juan Pablo Escobar Henao vive en Buenos Aires, desde donde dirige su firma de moda. Criticó la exitosa serie de TV sobre la historia de su familia
Por iProfesional
MARKETING - 09 de Enero, 2014

El hijo del fallecido jefe del narcotráfico colombiano, Pablo Escobar, es arquitecto y vive desde hace años en Buenos Aires, luego de que su padre fuera abatido en Medellín hace 20 años. 

Juan Pablo Escobar Henao intentó dejar atrás el pasado que lo vincula de cerca a uno de los mayores narcotraficantes de la historia reciente, y se cambió el nombre a Sebastián Marroquín. No obstante, en 2009 salió de su anonimato para aparecer en el documental "Los pecados de mi padre", en el que pidió perdón a los hijos del ex candidato presidencial colombiano Luis Carlos Galán y del ex ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, asesinados por órdenes de su padre.

Así fue que en 2012 se animó a transformarse en un emprendedor de la moda, nada menos que a través de una línea de camisetas ilustradas con imágenes de su padre, que recibió fuertes críticas desde sectores que interpretan este producto como una apología del delito. 

Marroquín explica que las remeras llevan también mensajes de paz que invitan a los jóvenes a no ser como Pablo Escobar. "Nunca estuve a favor de la violencia y aun cuando yo era una de las víctimas de esa violencia, porque esto era de parte y parte, era el único que le manifestaba en vida a mi padre la oposición a esa manera de proceder", dijo en una entrevista publicada por el diario español El País.

Las camisetas, que cuestan entre u$s60 y u$s95  y son confeccionadas en Colombia, llevan impreso, por ejemplo, un certificado judicial expedido en 1970 donde el narcotraficante aparece sin antecedentes, pero acompañado de la pregunta: "¿En qué andas? Piénsalo bien".

Otras camisetas llevan estampadas la cédula de ciudadanía de Escobar, su permiso parlamentario y su tarjeta de crédito. "Ahora puedes llevarla puesta preguntándote si quieres ser recordado por tu nombre o con un alias. ¿Cómo prefieres ser llamado?", dice una etiqueta. Todas llevan preguntas como: "Hay inversiones que te dejan en ceros, ¿cuál será la tuya?" o "tus privilegios ¿son acaso fruto de tus engaños?".

Marroquín defendió su emprendimiento que actualmente también comercializa jeans, pero aclaró que, por respeto a las víctimas, no vende sus productos en Colombia.

La marca tuvo mucho éxito en México, y se distribuye en locales y vía Internet en Estados Unidos, Guatemala, Chile y Bruselas. "La marca está registrada en un montón de países y no hemos tenido los reparos de Colombia".

Sin embargo, en su país de orígen, la línea no ha recibido apoyo. En septiembre intentó registrar en ese mercado la marca con el nombre completo de su padre, Pablo Emilio Escobar Gaviria, pero el pedido fue rechazado. Según la Superintendencia de Industria y Comercio, está asociada con la violencia que dejó miles de víctimas en los años ochenta y noventa, y por lo tanto "atenta contra la moral de la sociedad colombiana y el orden público". 

El empresario incluso intentó hacer donaciones a fundaciones colombianas pero lo rechazaron, poniendo en duda el origen del dinero. "Colombia tiene que reconocernos como individuos, no puede seguir pretendiendo castigar en nosotros, su descendencia, los crímenes que no pudo castigar en vida de mi padre", afirmó Marroquín al matutino español.

En su defensa, aseguró: "No me convertí en lo que me pude haber convertido, que era Escobar 2.0, y con hechos puedo demostrar que mi actitud hacia la paz es genuina".

Contra la serie de TVPese a no haber imitado el ejemplo de su padre, Marroquín no niega el afecto que aún le guarda: "Entiendo que miles de personas fueron maltratadas con su violencia, que las afectó de muchas maneras, pero eso no me obliga a renunciar al amor que como hijo le tuve. Yo conocí otros sentimientos diferentes a los que conocieron los colombianos. La marca no la hago como un homenaje a él sino como una búsqueda de la paz. Yo soy el primero en dar el ejemplo de que los pasos de mi padre no deben continuarse", remarcó en diálogo con El País. 

En ese marco, el arquitecto criticó a las empresas colombianas que se benefician de la imagen y del nombre de su padre de una manera que considera que irresponsable.

Se refirió así a la serie de televisión "Escobar, El patrón del mal", que se emitió en 2012 en Colombia y que ha sido un éxito en varios países latinoamericanos.

Para Marroquín, esta nueva marca, que ya ha sido registrada en otros países y es diferente a la de la ropa, tiene relación con su familia y ha sido utilizada sin su consentimiento o participación. De ahí que reclame su derecho para impedir lo que llama usufructo indiscriminado.

"Yo nunca he dicho que mi padre fue un santo. Pablo puede caerle muy mal a mucha gente, y en eso no me voy a meter, pero pareciera que hay un Código Penal y una Constitución escrita exclusivamente para esta familia y otra para el resto de los colombianos y eso es lo que nosotros no estamos dispuestos a aceptar", sentenció el empresario.

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