Los malos anuncios hacen estragos entre los usuarios y consumidores online
Una de las quejas fundamentales que los usuarios realizan es que algunos de los anuncios online son, en general, malos.
Las prácticas de los medios de comunicación han hecho que los consumidores estén cada vez más enojados y desencantados.
La falta de creatividad de algunos anunciantes también ha tenido su parte de culpa en esta situación y los consumidores están cada vez más hartos de esas imágenes que resultan pesadas o han ignorado ya esos anuncios que se funden con el paisaje.
Hasta ahora, cada vez que se hablaba de los malos anuncios se analizaba la situación desde el punto de vista del consumidor.
Se estudiaba por qué los rechazaban, los efectos que esto tenía en sus pautas de comportamiento online o cómo estaban obligando a los medios a servir más publicidad para poder alcanzar los resultados que conseguían en el pasado con una cantidad menor de anuncios.
Pero lo cierto es que no se estaba haciendo una estimación sobre lo que abonarse a esta práctica suponía para los propios soportes publicitarios.
Porque, en realidad, los malos anuncios no son sólo una penitencia que los consumidores tienen que sufrir.
También son un impacto negativo en las cuentas de quienes los lanzan al mundo. Los medios están perdiendo dinero con cada anuncio de mala calidad que sirven a sus visitantes, informó Puro Marketing.
Así lo ha estimado el estudio The Economic and Cognitive Costs of Annoying Display Advertisements, que acaba de ser publicado por el Journal of Marketing Research y que recoge Warc.
Un juego de incentivosEl análisis jugó con los usuarios y con los incentivos económicos. Los participantes tenían que clasificar información, entre la que se incluía información, malos anuncios y buenos anuncios.
El estudio determinó que para que los consumidores viesen y clasificasen los malos anuncios tenían que pagarles más para que interactuasen con ellos. Es decir, los malos anuncios tenían un costo de entrada mayor.
Tomando como punto de partida lo que se paga realmente y lo que costaría conseguir que hiciesen clic en los malos anuncios, el estudio determinó que hay una relación negativa entre unos y otros.
Es decir, esos anuncios se están sirviendo pero no están cubriendo realmente los costes que están arrastrando. Los medios de comunicación online están, según las estimaciones del estudio, perdiendo dinero con una publicidad que se está cobrando más barata de lo que debería.
Dado que las impresiones se venden al peso, los sitios tienen mucho menos control sobre el poder del retorno, apuntan también los investigadores, y por tanto están siendo mucho más vulnerables a los malos anuncios.