La seguridad privada suma 10.000 vigiladores por año en la Argentina y mueve más de u$s3.200 millones

Cerca de de 700 compañías comercializan servicios de vigilancia y protección en toda la Argentina. ¿Qué costos se manejan por cada uno de los servicios?
Por Patricio Eleisegui
NEGOCIOS - 16 de Noviembre, 2010

Impulsado por una demanda que, en sintonía con el resto de la región, crece mes a mes, el negocio de la seguridad privada sigue sumando volumen y millones en la Argentina.

Conformado por más de 700 compañías que, a lo largo del país, comercializan servicios de vigilancia y protección, el segmento culminará 2010 con una facturación por encima de los 3.200 millones de dólares.

Con una dotación de personal que sobrepasa los 150.000 guardias, la seguridad privada ya supera con comodidad el número de agentes que hoy ostentan las policías Federal y Bonaerense.

Así, y de acuerdo a datos de la Cámara Argentina de Seguridad e Investigación (Caesi), la cantidad de vigiladores formalmente empleados está a punto de de duplicar los cuerpos policíacos, que combinados alcanzan un total de 80.000 hombres.

Este incremento en la dotación está sustentado en el nivel de crecimiento que exhibe el sector en estos últimos cinco años. Según precisaron a iProfesional.com desde Caesi, la seguridad privada se expande a un promedio del 5% anual.

En otras palabras, el segmento viene incorporando a razón de 10.000 nuevos vigiladores por año. Desde la entidad precisaron que el 70% de la demanda de este tipo de protección se concentra en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), mientras que Santa Fe, Mendoza y Córdoba dominan el 15% de la porción restante. Otro 15% se distribuye en el resto de las provincias argentinas.

"De las 700 empresas que comercializan de forma legal este servicio, alrededor de 420 están instaladas y se mantienen operativas en la Ciudad de Buenos Aires. Lamentablemente, existe un porcentaje muy alto que ofrece seguridad sin ningún tipo de habilitación", comentó a iProfesional.com Aquiles Gorini, presidente de Caesi y titular de la firma Sérpico.

"Igualmente, este es un sector que hoy, a nivel país, prácticamente es el quinto mayor generador de empleo. La perspectiva es que siga creciendo, tal como sucede en el mundo, en donde cada vez se opta más por la protección privada, frente a unas fuerzas policiales que no tienen la misma dinámica", agregó.

Servicios y preciosEsta gama de servicios es demandada mayormente para proteger countries, empresas que realizan todo tipo de actividad y edificios de viviendas.

"Las industrias se están llevando el grueso de nuestro personal. Detrás de estas empresas están las orientadas al comercio, luego los barrios privados y, en menor medida, los bancos", indicó Gorini.

Para luego añadir: "En este momento, el nivel de demanda vinculada con los countries se mantiene estable y frenó el alza que mostró en la primera mitad del año. Siempre se dan rachas de delitos, y lo más probable es que la inseguridad esté haciendo foco en otro nicho en este momento".

En cuanto al precio bajo el cual se comercializa la seguridad, aseguraron desde la Caesi, se cotiza a un valor promedio de $26 la hora por cada vigilador contratado.

Esto implica que para contar con vigilancia durante un lapso de 9 horas por día haya que considerar un desembolso de $7.020 mensuales, por agente.

En cambio, si se requiere la presencia de personal de vigilancia durante las 24 horas la cifra trepa rápidamente a los $18.720 por cada puerta o acceso que deba ser controlado.

¿El servicio que utiliza armas es mucho más caro que el convencional? "Sí, el vigilador que porta armas tiene un costo mayor porque, en base a su trabajo, percibe un sueldo más alto. Debe afrontar requisitos diferentes. Además, la empresa para la que trabaja debe correr con mayores costos administrativos", aseveró Gorini.

El empresario sostuvo que la hora del personal armado "se cotiza a entre 50 y 60 pesos con los viáticos incluidos". "Es importante remarcar que, aunque hay ofertas de vigiladores armados, la tendencia en el mundo de la seguridad es avanzar hacia la prevención. Por ende, la tendencia es contraria al hecho de armar al personal. En la mayoría de los países se está promoviendo una integración entre la seguridad pública y privada", dijo.

Con relación a los parámetros salariales que muestra la actividad en el país, Gorini fue concreto. "El sueldo de los vigiladores de Argentina está entre los mejores de la región. Ganan un promedio de 2.800 pesos mensuales. O sea, alrededor de 700 dólares. A excepción de Estados Unidos, en donde se paga hasta 1.000 dólares por agente, el resto de los países está por debajo de lo que se abona en Argentina", sostuvo.

Según el empresario, Brasil posee unos 500.000 vigiladores oficiales que cobran, siempre en términos mensuales, entre 450 y 650 dólares de sueldo. Colombia, en tanto, posee 180.000 agentes que cobran hasta 600 dólares por mes.

En México, donde actúan unos 110.000 vigiladores, los sueldos se mantienen en sintonía con los parámetros colombianos.

"En todos estos casos se da, además, que existe un grado de ilegalidad que no se registra en la Argentina. Un ejemplo: en México se estima que el número de empresas que opera sin habilitación supera en un 270% a las que sí cuentan con el aval para comercializar protección", dijo.

Penetración mediaGorini comentó que, aunque el servicio goza de buena aceptación en las principales ciudades del país, la penetración de la seguridad privada en la Argentina aún es baja en comparación con otros territorios de la región.

"En cantidad, Argentina se ubica detrás Colombia y Brasil. Pero en lo que hace a cantidad de vigiladores por cada habitante, nuestro país incluso está por debajo de Ecuador, Chile y Uruguay", aseguró.

Así, mientras que en la escena local se da la presencia de 1 vigilador cada 273 habitantes, en Uruguay la relación es 1 cada 269, mientras que en Chile la relación es 1 cada 171 habitantes.

"Un factor que pesa es que en muchos países la policía no hace horas o trabajos extras, mientras que esto sigue ocurriendo en la Argentina. En Chile, por ejemplo, los carabineros no cumplen tareas de seguridad fuera de su labor habitual. Ese servicio es propiedad de los privados", dijo.

Gorini remarcó que, aunque en ascenso desde el 2001 a esta parte, la demanda de seguridad privada en el país se encuentra todavía por debajo del promedio que muestra el resto de América.

"El crecimiento en el mundo es alto, y en el resto del continente promedia el 7%, mientras que en la Argentina es del 5 por ciento. Aunque a veces se destaque la evolución que está mostrando el sector a nivel local, lo cierto es que Colombia, México, Brasil, e incluso Chile y Uruguay, hoy muestran una mayor demanda de este tipo de servicios que nuestro país", expresó.

La ley que hace faltaEn relación a los aspectos que podrían apuntalar aún más la expansión de la actividad, Gorini mencionó la necesidad de que sancione una ley nacional de seguridad privada que rija en toda la Argentina.

En la actualidad, la vigencia de marcos dictados por cada provincia impide al sector, por ejemplo, la posibilidad de concretar capacitaciones en común. Y, en paralelo, reglamentar de manera completa la actividad de las distintas agencias que operan en el país.

Hoy por hoy, si una compañía quiere comercializar sus servicios de seguridad en todas las provincias, antes debe hacerse de una licencia en cada jurisdicción.Esto es observado por el grueso de las empresas del segmento como una restricción que impide que el negocio gane competitividad y amplíe su abanico de ofertas en todos los distritos.

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