Estas son todas las marcas internacionales que ya iniciaron su éxodo de la Argentina o que están al borde del precipicio

La salida de Polo Ralph Lauren viene precedida por una decisión similar de Cartier. Las trabas ya se cobraron la “vida” comercial de otros pesos pesados
Por Patricio Eleisegui
NEGOCIOS - 06 de Agosto, 2012

Sobrevivir comercialmente ahora resulta ser "un lujo" que cada vez menos empresas internacionales pueden permitirse en la Argentina.

El "cepo" a los productos importados que mantiene la Secretaría de Comercio Interior que lidera Guillermo Moreno sigue cobrándose nuevas víctimas. Y el éxodo de marcas reconocidas se ha vuelto una constante en estos últimos meses.

"Parece un pecado traer a la Argentina una marca grande y exitosa", comentaba hace un tiempo a iProfesional.com Juan Gabba, titular de la representación local de Harley Davidson, quien el año pasado debió cerrar dos de sus locales, ubicados en Puerto Madero y sobre avenida Libertador. 

Lo que vino después, para el resto de las empresas de lujo con operaciones a nivel local, confirmó que Gabba estaba lejos de exagerar en sus dichos. 

Así, marcas como Calvin Klein y Ermenegildo Zegna, en el rubro de la indumentaria, o Sony y Apple en el terreno tecnológico, se transformaron en algunas de las tantas compañías afectadas por las trabas oficiales.

Pero estos casos son apenas la punta del iceberg de un fenómeno que va mucho más alla. De hecho, durante la última semana se sumaron otros dos pesos pesado en la lista de gigantes en retirada.

La estadounidense Polo Ralph Lauren dispuso el cierre "temporario" de sus operaciones en el país ante la dificultad de abastecerse de prendas desarrolladas en el exterior.

Al momento de explicar las razones de esta decisión, la firma apeló a una declaración pensada para eludir la polémica.

"La empresa Ralph Lauren evaluó su situación en la Argentina y decidió cerrar temporariamente sus tres locales. La intención es continuar sus negocios en el país, enfocados en este esfuerzo, por lo que es una decisión temporaria", informó la compañía. 

A raíz de lo que describió como "dificultades" para ingresar productos confeccionados en el exterior y "particularidades" propias del mercado local, la empresa bajó la persiana de sus locales ubicados en la exclusiva avenida Alvear, en Recoleta, otro en Galerías Pacífico y un tercero en el shopping Unicenter, en Zona Norte.

Más allá de la versión oficial, fuentes del sector explicaron que, además de las trabas a las importaciones, las restricciones al uso de dólares dispuestas por la Casa Rosada, y la inflación, con su impacto en el turismo, fueron otras de las causas que perjudicaron tanto a Ralph Lauren como al resto de las marcas de lujo que empezaron su éxodo de la Argentina.

El cierre temporario de Ralph Lauren se suma a la reciente salida de otra firma de renombre. En efecto, hace dos semanas, la casa francesa de joyas Cartier confirmó que el 31 de octubre próximo cerrará su local de la esquina de la avenida Alvear y la calle Ayacucho, en el barrio de la Recoleta.

Según trascendió, también Hermès y Louis Vouitton evaluarían por estas horas medidas similares ante lo que parece ser un retroceso insalvable del mercado de lujo.

Cabe destacar que hace un tiempo se había retirado de la Argentina Emporio Armani. En tanto que la firma española Zara, que inicialmente sufrió dificultades para importar desde España sus colecciones, finalmente evitó bajar las persianas al comenzar a producir en el país.

Francesas complicadasAdemás de fabricar relojes y joyas desde hace más de 100 años, Cartier también es dueña de la marca Montblanc, vinculada al negocio de las lapiceras.

Si bien desde la empresa no quisieron hacer comentarios, fuentes del sector aseguraron a iProfesional.com que la decisión de la marca de retirarse de la plaza local respondió, además de las restricciones a las importaciones y a una fuerte caída en el nivel de ventas, a las exigencias que mantiene la AFIP en materia de fiscalización.

El argumento oficial es la prevención de las operaciones vinculadas con el lavado de dinero. Esto lleva a que el comerciante tenga que mantener un registro detallado de sus transacciones e identificar muy bien a sus clientes para determinar cómo éstos obtienen los fondos para hacer una compra.

En el caso de las joyerías de alta gama, aquellos que realizan adquisiciones anuales por más de $50.000 (cerca de u$s11.000) deben presentar una declaración jurada ante el organismo recaudador. Y si gastan por encima de los $200.000 (u$s44.000) la documentación requerida es mucho más minuciosa. Todo esto, aseguraron a este medio, impacta en el nivel de ventas de este tipo de marcas, que suelen moverse con elevados valores dado el tipo de artículos que ofrecen. 

A estos dos nombres podría sumársele, en breve, la también francesa Hermés, que por estas horas enfrenta complicaciones para abastecer su punto de venta en Recoleta.

"Todas las marcas de alta gama están peleando para quedarse en el país y no es una situación que se vaya a resolver de un día para el otro", sostuvo una fuente de la firma que optó por el off de record.

"En Hermès por ahora nos están respaldando desde la casa central de Francia. Sufrimos las trabas a las importaciones porque entran muy pocos productos, pero aún no se tomó la decisión de dejar el país. Las que se están yendo es porque no les queda otra, no tienen productos y así no tienen manera de seguir", agregó.

Chanel y un horizonte complicadoEn el horizonte, otras de las etiquetas premium que prevé meses complicados es Chanel, que opera en la Argentina desde hace poco más de nueve meses en Galerías Pacífico.

Respecto de esta apuesta, Mirtha Conde, encargada de la filial, aseguró que la boutique porteña es igual a las de otros lugares del mundo, con el mismo diseño, igual mobiliario, importado directamente desde Francia.

Como regla interna, "los lanzamientos y novedades se hacen al mismo tiempo en todas las tiendas a nivel internacional, pero aquí se tuvieron que demorar y muchos productos todavía no se pudieron lanzar", lo que les trajo quejas de los clientes.

Si bien esta firma pudo anticiparse al faltante de stock y se hizo de un mayor inventario antes del cierre de las importaciones, Conde sostuvo que la medida oficial "afectó mucho el primer semestre del año". 

En paralelo, el control al dólar también dificulta la operatoria de la marca en la Argentina. De ahí que Chanel tuvo que cambiar las disposiciones internas.

"En la boutique ya no aceptamos más dólares, porque no se pueden depositar sin antes pasar por un conjunto de requisitos que impone la AFIP", indicó Conde.

Situación endebleOtra firma que no la está pasando bien es la casa italiana de ropa de lujo Ermenegildo Zegna. En efecto, hace semanas dio un "preaviso" de que no podrá soportar mucho tiempo más las restricciones oficiales.

La firma -con ventas concentradas en el shopping Patio Bullrich- colgó un cartel en la vidriera para informar que, por falta de productos, cerrará "momentáneamente" la tienda.

Pero los problemas no sólo son "patrimonio" de las marcas de lujo. Las masivas, como Rever Pass, Ver, Bensimon y Wrangler también tienen dificultades para completar sus distintas líneas de artículos.

Legacy también atraviesa inconvenientes. "Una gran cantidad de prendas están frenadas en la Aduana y eso complica", aseguró a iProfesional.com un agente de ventas de la compañía.

En The North Face el panorama es similar. "Esperamos contar con más productos recién a partir de mediados de abril", sostuvo un vendedor de la compañía que comercializa, principalmente, chalecos y camperas.

Esta marca es una de las que implementó un recurso similar al que ya utiliza Harley Davidson para evitar la pérdida de clientes, que es el de agendar la forma de contactar al eventual comprador y sumarlo a una lista de espera.

La posición de la ArgentinaUno de los aspectos que destacan los expertos al momento de evaluar cómo queda la Argentina con estas salidas, radica en que este tipo de decisiones tiene ciertos efectos sobre el posicionamiento del país a nivel mundial en el ámbito del consumo premium.

Como explicó en diálogo con iProfesional.com Adrián Kittner desde eConsultora, antes de tomar una determinación de estas características, "las firmas estudian la factibilidad de su negocio" en el entorno local.

En este sentido, resaltó: "Cuando las empresas no pueden traer productos de afuera, es lógico que cierren".

Sobre el mismo punto, desde la Asociación Argentina de Marketing (AAM), Gustavo Domínguez señaló que "no todas las compañías tienen la flexibilidad para adaptarse a las condiciones políticas".

Pero el verdadero problema surge cuando son varias las marcas "top" que deciden retirarse, ya que entonces el país empieza a quedar un paso atrás en el negocio. 

El experto fue contundente: "El mercado nacional comienza a perder competencia en lo que se refiere al lujo".

Es que, más allá de lo que implica cada salida puntual de una determinada etiqueta, el cierre de este tipo locales tiene consecuencias negativas para todo el sector en la Argentina.

"Es importante para una nación que una firma ‘importada' se instale en su territorio, porque potencia el mercado del lujo", indicó Kittner.

Los antecedentes de Calvin Klein y EscadaEn la escalada de restricciones a los productos importados, una muestra consistente de qué tan duro resulta el bloqueo oficial puede observarse en lo sucedido con Calvin Klein.

La división de la exitosa marca norteamericana había desembarcado en el país en 2008, con el objetivo de inaugurar cuatro tiendas. Sin embargo, esa idea quedó trunca.

El grupo norteamericano WarnacoGroup era el que tenía la licencia para comercializar Calvin Klein Underwear en la Argentina.

En una primera instancia, la compañía se vio obligada a bajar las cortinas de tres de sus tiendas -ubicadas en Alto Palermo, Paseo Alcorta y Patio Bullrich- y concentrar todos sus productos en Unicenter.

Luego, en este punto de venta, comenzó con descuentos del 50% al 75%, a modo de preanuncio de su eventual salida del país.

Así, hasta que este último "bastión" corrió la misma suerte que el resto de los locales. ¿Qué sucedió con los empleados de la marca? "Se indemnizó a todo el personal", informaron desde la empresa.

Por su parte, la alemana Escada cerró en abril pasado su tienda sobre la avenida Alvear. En ese momento, la compañía implementó una liquidación de ropa y comunicó que bajaba la persiana debido a los problemas para abastecerse de mercadería importada.

Escada fue fundada por Margaretha y Wolfgang Ley en 1978, en la ciudad de Munich, Alemania, y en la actualidad está presente en más de 60 países.

La salida de Yves Saint LaurentEn un principio fue comunicada como una decisión de la casa matriz. Lo cierto es que el hecho de que Yves Saint Laurent abandonara la Argentina -en septiembre de 2011- también tuvo su fundamento en los cambios en las reglas de juego y en la profundización del bloqueo a lo importado.

La salida de la firma, concretada a fines de diciembre y tras 30 años de presencia en la Argentina, respondió, en buena medida, a la decisión de no fabricar en el país, condición que exige el Gobierno para destrabar el ingreso de mercadería del exterior.

Respecto de esta decisión, Mario Siganevich, director de Ditale SA -y hasta diciembre de 2011 representante local- explicó que respondía a un movimiento estratégico "de la casa matriz, que hace un tiempo dijo que no quiere más licencias".

"Ofrece un sistema de representación pero que a nosotros no nos interesa. Porque es sólo comprar y distribuir y no contempla la posibilidad de fabricar localmente", añadió.

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