Con el antecedente de Vale abandonando un proyecto de u$s6.000 millones para extraer potasio en Mendoza, una inesperada noticia vuelve a sacudir a la actividad minera en Argentina.Barrick Gold confirmó que reducirá el desarrollo del proyecto binacional Pascua Lama, valuado en más de u$s8.000 millones.

Esta decisión -que desde la compañía vinculan con la baja del precio internacional del oro- es vista en el sector como la consecuencia no sólo de la coyuntura externa sino también de una serie de complicaciones locales que viene enfrentando el emprendimiento para progresar tanto en Argentina como en Chile.

Y estos "asuntos internos" van desde el control sobre el giro de divisas hasta el incremento en los costos, sumado a la polémica social.

Esta situación fue reconocida recientemente por Damián Altgelt, gerente general de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).

Para el directivo, el cepo y la brecha cambiaria dieron lugar a una nueva realidad, también marcada por el incremento en costos, que impactan de lleno en la rentabilidad de los proyectos.

Además, destacó que "a las compañías les genera grandes problemas el hecho de tener que entrar dólares al valor oficial y comprar bienes, insumos y servicios, con precios que han estado por encima de esa cifra".

Ahora, el caso Barrick agrega un dolor de cabeza tanto al empresariado local como al Gobierno, que tenía en Pascua Lama uno de sus compromisos de inversión más significativos.

Desde la minera, su responsable máximo para la Argentina informó que "la disminución temporal de la construcción se debe a una decisión que responde a variables económicas. En el actual contexto, necesitamos evaluar la forma de ejecutar las inversiones que se requieren para poder completar su construcción"."Barrick es un proyecto de largo plazo en el país, en el que se planea invertir aproximadamente 400 millones de dólares el año que viene. La compañía anunció la disminución temporal de la construcción de Pascua-Lama y no su cancelación, tal como se rumoreó en algunos ámbitos", agregó.

Desde la representación de Barrick en Buenos Aires, un vocero aseguró a iProfesional que "la fecha de inicio de producción sigue siendo la misma que se fijó en su momento, por lo que Pascua Lama entraría en labores a mediados de 2016".

Más allá de la intención de la compañía de poner paños fríos a la situación, lo cierto es que lo anunciado por la firma prendió una luz más de alerta en el tablero de la minería local.

"Estimo que se vienen dos años con una actividad reducida en Pascua Lama que, por supuesto, va a generar malestar", indicó Fabrizio Benedetti, vocero de la Cámara Argentina de Servicios Mineros (Casemi).

Y agregó: "Creo que no hay que crear falsas expectativas con el proyecto, porque la realidad no es del todo buena. El empresariado tendrá que acomodarse a las actuales circunstancias".El Gobierno mete presión

A modo de respuesta frente a lo comunicado por Barrick, el Gobierno no esperó para "marcarle" la cancha a la minera, ante el temor de que se repita lo sucedido con Vale, que culminó por abandonar su proyecto en el primer trimestre de este año.

En esa dirección, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, salió a decir que "el proyecto minero continúa en marcha" y que desde el gobierno nacional "no vamos a permitir que se detenga".

El ministro respaldó las declaraciones del vicegobernador de San Juan, Sergio Uñac, quien le exigió a Barrick que "trabaje como corresponde para mantener las fuentes de trabajo".

De Vido consideró que el problema en Chile complicó el curso normal del emprendimiento minero binacional, debido a que la Justicia del país vecino suspendió el avance de las obras hasta que la empresa cumpla con determinadas cuestiones medioambientales.

En línea con Uñac, De Vido afirmó que "las demoras que sufre son producto de conflictos judiciales que Barrick mantiene en Chile, y que motivaron la intervención de la Corte Suprema de ese país -a partir de las denuncias presentadas por pueblos originarios- la cual exigió a la empresa la realización de una serie de obras antes de retomar su construcción".

"Esta situación no tiene nada que ver con las condiciones del proyecto Lama en nuestro país", remarcó.

En oposición a los argumentos de Barrick tendientes a hacer más lento el desarrollo de Pascua Lama, De Vido sostuvo que "el oro es un commodity cuyo valor ha experimentado en los últimos diez años un crecimiento muy importante, triplicando en promedio su precio".

Señaló que "más allá de alguna oscilación circunstancial, nadie proyecta que baje en el futuro". Instó, además, a "pensar los emprendimientos mineros con una visión de largo plazo, porque se trata de concesiones que tienen un horizonte productivo de al menos 50 o 60 años".Exploración en caída

A la par de la decisión de Barrick, Gemera, la cámara que aglutina a las mineras que hacen exploración en la Argentina, informó que a nivel local se recibirán unos u$s30 millones destinados a la búsqueda de minerales en la actual campaña exploratoria.

Se trata de un número ínfimo si se lo compara con los u$s350 millones del período 2010-2011. En simultáneo, y de acuerdo con las cifras de la misma entidad, en la campaña pasada, que terminó en abril, el país recibió desembolsos por 110 millones de dólares.

Si la situación se mide en términos de empresas con actividad en la Argentina, el cuadro aparece todavía más complicado. 

De acuerdo con Julio Ríos Gómez, titular de Gemera:

•En la campaña 2007 hubo 162 compañías operando en el país, buscando oro, plata, litio y cobre, entre otros minerales. Era el boom de la actividad.

•En el período 2010-2011, la lista se redujo a 80 compañías.

•En la actualidad, de acuerdo con cifras de la entidad, no quedan más de 25 empresas en operaciones.¿Por qué es importante la exploración? Además de su rol de desarrollador de nuevos yacimientos -que luego son adquiridos por compañías de mayor espalda financiera- las firmas generan empleo y son juegan un papel importante desde el punto de vista cambiario.

En simultáneo a lo anunciado por Barrick y al traspié con Vale hay que destacar que, según un relevamiento privado, en la actualidad existe casi una decena de grandes proyectos suspendidos, paralizados o abandonados que representan para el país inversiones por más de 20.000 millones de dólares.

A la salida de la brasileña Vale de Mendoza -que se retiró de un proyecto que implicaba un desembolso de u$s6.000 millones y la creación de miles de puestos de trabajo- se sumaron otros casos desalentadores, producto de circunstancias adversas tanto internas como externas.

En julio, por ejemplo, la canadiense Goldcorp, que en la provincia de Santa Cruz opera el proyecto Cerro Negro, informó que suspendió todos sus gastos en exploración previstos para este año.

"La baja internacional de los precios del oro y plata han disminuido los ingresos de otras operaciones de Goldcorp en el mundo, que son las que permiten financiar la construcción del proyecto Cerro Negro", señaló la empresa en un comunicado.

Durante el mismo mes también "levantó campamento" Cerro Cazador (Hunt Mining), una empresa mediana netamente volcada a la exploración en esa provincia.

Asimismo, Minera Los Andes, propiedad de una firma canadiense (McEwenMinning), mantiene en situación de "alerta amarilla" a su proyecto "Los Azules" para extraer oro, plata y cobre en la provincia de San Juan.

Contemplaba inicialmente la inversión de más de u$s2.700 millones, sólo en su primera etapa de desarrollo. La empresa ahora informó que, de no mediar cambios en las actuales condiciones económicas la iniciativa será completamente inviable.

"Deben mejorar los rendimientos económicos asociados con el proyecto a partir de la reducción de los costos operativos y de capital, el aumento en la cantidad de material disponible para el procesamiento y la reducción de impuestos a la exportación", señalaron desde la empresa.Otro ejemplo de cómo están las cosas en la actividad minera se encuentra en lo sucedido en La Rioja, provincia en la que el gobierno rescindió el contrato que habilitaba a la minera canadiense Osisko a llevar adelante la extracción de oro en Famatina.

La actividad minera en el país genera hoy día varios interrogantes en cuanto a su evolución.

A las complicaciones internas -como el cepo cambiario o la suba de costos- se suman las caídas en los precios internacionales, que encienden luces de alerta no sólo en el Gobierno nacional sino en una gran cantidad de provincias que temen por la pérdida de miles de puestos de trabajo asociados con la actividad.