La opulencia de Alan Faena desembarca en Miami
Si no fuera por el rumor del mar a unos pasos y los nubarrones que amenazan con el tercer aguacero tropical del día, cualquiera creería estar en el set de una megaproducción hollywodense.
La orquesta local, la New World Simphony, estrena la Sinfonía Faena, compuesta por el británico Michael Nyman, el actor Leonardo Di Caprio, el fotógrafo Mario Testino y el galerista Larry Gagosian, entre otros 150 invitados, se maravillan con la osamenta dorada de un mamut de la era cuaternaria encerrada en una caja de cristal -obra icónica de Damien Hirst- mientras una procesión coreográfica y opulenta de 30 modelos ataviados como en un carnaval veneciano pasean las carnes y pescados asados ensartados en espadas y tridentes. El caviar y otros manjares "viajan" en ostras gigantes como tesoros dentro de cofres.
Según La Nación, la atmósfera es onírica, extravagante, pero el enclave, el Faena Hotel Miami Beach en su debut de estreno, es bien real. Se trata del ex Saxony Hotel, una joya art decó de 170 habitaciones sobre el mar que fue el refugio de Frank Sinatra y de Marilyn Monroe en sus años dorados y que el empresario Alan Faena y su socio, el magnate norteamericano de origen ucraniano Len Blavatnik, convirtieron en el nuevo bastión de deseo para locales y extranjeros.
La inversión superó los u$s550 millones y unas 600 personas trabajan en él para brindar un servicio que trasciende el lujo para anclarse en la utopía.
Concebido con un glamour latino años 20, la estética del portento, que incluye un inédito teatro en el corazón de Miami Beach, no tiene parangón. Es el epítome de una invención audaz. El director Baz Lurhmann (Moulin Rouge, El gran Gatsby) y su mujer la diseñadora Catherine Martin, ganadora del Oscar, trabajaron en colaboración con Faena para crear este nuevo ícono de Miami, proyectado como uno de los espacios de interacción del Faena District (DF).
Porque el pequeño gran imperio del argentino, entre las calles 32 y la 36 sobre Collins y los canales de Indian Creek -inversión total de u$s1000 millones-se expande en seis manzanas e incluye las edificaciones de los mayores exponentes de la arquitectura mundial. La ecuación, para que se entienda, ha sido "concretar utopías", dice el empresario.
Si en el imaginario global nada es capaz de "ensombrecer" a Art Basel Miami, con su ebullición artística por toda la ciudad junto al desembarco de los big players del arte por estas horas, el estreno Faena, con eco en todos los medios estadounidenses, revolucionó la agenda mediática y social e impuso su liderazgo. Es el tema excluyente en una Miami alineada con lo high end y el cosmopolitismo planetario.
En esa ciudad llaman a dichas playas la Mónaco estadounidense y comparan a Faena con Donald Trump, por su "capacidad de imponer sus deseos pero con la diferencia de que el primero tiene muy buen gusto", escribió Vanity Fair.
"Es el proyecto más ambicioso que haya encarado un argentino fuera de su país y el más grande en los últimos años en La Florida", se lee en los medios de este país, que se hacen eco de la transformación que Faena, a quien describen como "un místico, vestido de blanco, la antítesis del developer local", produjo en Puerto Madero. También subrayan sus orígenes sefardíes, como nieto de inmigrantes sirios llegados a la Argentina en 1920.