Así­ fue el plan de Barrick para ocultar la contaminación en San Juan

Hoy se cumple un año del mayor accidente ambiental de la historia de la minería argentina, que en rigor de verdad comenzó en la noche del 12 de septiembre
Por iProfesional
NEGOCIOS - 13 de Septiembre, 2016

Hubo un plan. Quizás no fue sistemático y buena parte se fue tejiendo sobre la marcha, pero desde el minuto cero Barrick Gold hizo todo lo posible para ocultar lo que pasó y minimizar sus consecuencias, muchas veces con la complicidad del gobierno provincial.

Hoy se cumple un año del mayor accidente ambiental de la historia de la minería argentina, que en rigor de verdad comenzó en la noche del 12 de septiembre del año pasado, pero que se recuerda al día siguiente, cuando se filtró el dato, porque los empleados del yacimiento Veladero, en San Juan, les advirtieron a sus familias que vivían río abajo, que no tomen agua, porque se había derramado la solución con cianuro y otros metales pesados que se usa para separar la roca del metal.

Primero lo negó. Durante días rechazó las acusaciones, pese a que ya había notificado del accidente al gobierno de San Juan, que ofició de socio en esta trama.

Luego dijo que fueron 15.000 litros de agua cianurada, más tarde 224.000 y finalmente un millón, aunque la cifra real es mucho mayor.

Barrick Gold hizo todo lo posible para que la verdad no salga a la luz. Y lo consiguió.

Hoy ni siquiera se sabe la composición exacta de la solución que se derramó al río Potrerillos, aunque en la Justicia la minera canadiense fue más sincera que en público y reconoció que contaminó los alrededores de su yacimiento.

El último 6 de abril, Barrick Gold pidió perdón "por el incidente" en un comunicado con olor a propaganda. Pero no aclaró sobre qué tenía que disculparse, si por ocultar, por mentir o por manipular los análisis de agua.

Fue un arrepentimiento a medias, y en la provincia aseguran que ya estaba pautado de antemano: esa misma semana, el gobierno de San Juan le impuso a Barrick Gold la multa más alta que contempla la legislación argentina: $145,69 millones.

Sin embargo, fue un vuelto: sobra una semana de explotación de Veladero para juntar esa suma.

"Perdón más multa" fue la fórmula marketinera con la que se intentó poner fin a las acusaciones. Y el tema casi que se esfumó de los medios sanjuaninos.

Mientras tanto, el gobierno de San Juan contrató a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) para que analice el agua en los alrededores de Veladero con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Se las presentó como dos instituciones sólidas e independientes, pese a que en el sector ambientalista tienen pésima fama.

Algunas aclaraciones:

- La UNOPS participó de la creación del Código Internacional para el Manejo del Cianuro que regía en Veladero, pero los que intervinieron en esas discusiones aseguran que no objetó a la industria minera, que terminó imponiendo su voluntad.

- El gobierno provincial y la UNOPS habían firmado en 2014 un convenio por u$s2,14 millones para que el organismo fiscalice la actividad minera, por lo que no sólo tenían una relación previa y comercial con el Ejecutivo, sino que iban a analizar un accidente en un yacimiento que debían controlar.

- La UNOPS contrató al laboratorio ALS CORPLAB, que trabajó para Barrick Gold en Veladero y que tenía empleados en común.

Pero lo más grave es lo que vino después y que terminó de embarrar hasta el cogote el prestigio de las Naciones Unidas.

Por un lado, se midieron "concentraciones promedio" de los metales pesados, que es una clásica estrategia para ocultar impactos ambientales, explicó a Infobae el hidrogeólogo estadounidense Robert Morán.

Por otra parte, la UNOPS se prestó para un verdadero "show" que montó el gobierno de San Juan al brindar los resultados de sus mediciones.

Primero, porque minaron la zona de policías, como parte de la estrategia de presentar a los vecinos de Jáchal como "ecoterroristas", pese a que la violencia no ha sido parte de sus métodos.

Y segundo, porque en lugar de reconocer que hubo contaminación en la zona, como sus propios análisis confirmaron, hicieron hincapié en que "no afectó a las poblaciones cercanas", algo que aún así está discutido por los resultados de otras mediciones de la Universidad Nacional de Cuyo, que detectaron la presencia de metales pesados por encima de los límites permitidos en las localidades de Mogna y Tamberías.

Hay otras dos observaciones de Morán, que logró subir a Veladero como perito independiente, que son fundamentales a la hora de entender lo que ocurrió en Veladero.

La primera es que nunca se va a saber el verdadero impacto ambiental por la responsabilidad compartida de Barrick Gold y el Gobierno de San Juan. ¿Por qué? Porque los estudios de línea de base que realizó la minera y aprobó el Ejecutivo, que son lo que permitiría comparar la calidad del agua antes y después de la instalación de la mina, "están mal hechos", en palabras del experto.

La otra observación de Morán tiene que ver con la sustancia derramada y sus consecuencias.

"El problema no es el cianuro, sino los metales pesados, que son mucho más peligrosos", sentenció.A través del laboratorio privado SGS, Barrick Gold venía midiendo sistemáticamente una treintena de metales pesados en 13 puntos de los alrededores de Veladero.

Sin embargo, luego del derrame de cianuro, dejaron de hacerlo, tal como confirmó Infobae, que tuvo acceso a esas mediciones.

¿El motivo? Posiblemente, porque el cianuro se diluye echando cal y agua, algo que hizo Barrick Gold -que literalmente "lavó" el río-, mientras que otros elementos no se pueden ocultar, como el cobre, el aluminio, el níquel, el arsénico, el plomo o el boro.

Fue una maniobra deliberada.

En SGS hubo mucho hartazgo entre los empleados, varios de los cuales abandonaron la empresa.

"Vivimos con miedo. Acá molieron a palos a una mujer y la dejaron inconsciente en el medio de la calle y con el cráneo roto por denunciar que la membrana que separa la solución cianurada del suelo está rota", se excusó un arrepentido que vivió todo este proceso desde adentro.

"Hay algunos ex empleados de Barrick Gold que hicieron denuncias y la pasaron muy mal", completó.

"Se ocultó todo, el daño, los derrames que hubo después y los valores altísimos de cianuro que hubo incluso este año, además de las grandes concentraciones de mercurio", resumió una de las fuentes consultadas.

Una aclaración de rigor: en SGS no saben dónde se toman las muestras.

A lo sumo pueden constatar que son agua de río. La toma corresponde a Barrick Gold, que las envía en una heladera sellada con una hoja que incluye la cadena de custodia.

"Eso puede estar manipulado", sentenció una de las fuentes.

"Sabemos que en septiembre hubo un derrame, pero si hubo otros, no lo vamos a saber a ciencia cierta, porque pueden tomar las muestras donde quieren y nadie los va a controlar", abundó.

Lo que sí se sabe, es que hubo tres derrames anteriores que no se hicieron públicos. Esa investigación fue noticia en los principales diarios del mundo.

Te puede interesar

Secciones