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Un grupo de 29 empresas ganaron la licitación para instalar 1142 MW de potencia y avanzan con inversiones por 200 millones de dólares
24/10/2016 - 13:54hs

El primer boom real de inversiones al que el Gobierno apuesta está basado en recursos esenciales que se remontan a tiempos ancestrales: viento, sol y agua. 

De esta manera, un conjunto de 29 empresas ganaron la licitación para instalar 1142 MW de potencia (lo que equivale a 1,5 veces la producción de Atucha II) con una inversión de entre 1800 y 2000 millones de dólares.

Las empresas deberán tener sus iniciativas listas en un plazo de entre 1 y 2 años. De lo contrario, perderían una garantía a favor del Estado que puede llegar hasta los 25 millones de dólares, según informa La Nación.

La recompensa no será únicamente económica sino que también contará con una gran recompensa medioambiental.

Según el cálculo oficial, con la primera licitación de energías limpias se dejarían de enviar a la atmósfera unas dos millones de toneladas de dióxido de carbono. Es lo que producen anualmente 900.000 autos.

Sebastián Kind, secretario de Energías Renovables es uno de los creadores de la iniciativa. "La Argentina está recién empezando con esto, pero en el mundo ya se sabe cómo hacerlo para que no falle. El tecnólogo le ofrece a las empresas la operación, el montaje y el mantenimiento por varios años. La posibilidad de fracaso es muy reducida", dijo.

Otro de los impulsores es el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, cuya experiencia remite a ciertas paradojas.

Aranguren estuvo 35 años en la petrolera (Shell), y hoy se convirtió en el primer defensor de los recursos renovables.

Otra paradoja: fue el ministro más criticado por el ya reconocido tarifazo en los servicios públicos, pero ahora lidera el sector con mayores chances de atraer inversiones genuinas y no tradicionales al país.

Los ganadores tendrán un contrato en dólares a 20 años a través del cual Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico, comandada por el Estado, se compromete a comprarle toda la energía que produzcan esos proyectos. Y de premio reciben un ajuste de 1,7% interanual para compensar la inflación en moneda extranjera, cálculo que se hizo en base a los bonos del tesoro norteamericano.

En caso de que algo de esto falle, una protección para el inversor compuesta de varias redes. Por caso, si Cammesa no paga puede recurrir a un fondo denominado Foder donde está el dinero disponible para sostener al sistema por 12 meses (ya se abrió la cuenta en el Banco Nación) y un aval soberano (hay una garantía compuesta por letras del Tesoro).

La arquitectura del proyecto parece incluso preparada a eventualidades, como la crisis del 2001. ¿Qué pasa si hay un default? El inversor puede reclamarle al Banco Mundial los pagos correspondientes a la amortización restante del proyecto, siempre que haya pedido en la oferta la garantía de ese organismo. "En el lugar del mundo y la moneda que quieras", señaló Kind.

Ya en el gobierno kirchnerista comenzaron a transitar un derrotero hacia las renovables. Por caso, cerró contratos de energía eólica por u$s120 el MW, cuando ahora el precio medio adjudicado es de 59,4 dólares. Es el caso de Genneia, una empresa en la que conviven accionistas diversos como el fondo Fintech, de David Martinez, y la familia Brito, principales accionistas del banco Macro. Su CEO, Walter Lanosa, explica los motivos: "Son contratos con diferencias sustanciales.

Los anteriores eran en nuestro caso a 12 años, con venta spot a su finalización. Los nuevos tienen una actualización anual, son más largos y con beneficios fiscales superadores. Además, la tecnología avanzó y la apertura del Gobierno hizo que las tasas de financiación de estos proyectos están acercándose a las de los países vecinos".

El boom de las renovables tentó a los grandes jugadores locales, como Pampa Energía, dueña de Edenor y de centrales de generación, socia de Transener y una de las grandes petroleras del país tras la compra de la filial local de Petrobras.

"Hoy se han dado una serie de factores -credibilidad, reglas claras, transparencia, acceso al crédito- que hacen posible la participación en energías renovables. Seguramente nos presentaremos a toda futura convocatoria para ampliar el parque de generación eléctrica, cualquiera sea la tecnología", dijo Gustavo Mariani, vicepresidente de la firma.

La fiebre de los recursos limpios contagió incluso a los barones del petróleo, acostumbrados a producir una energía mucho menos amistosa con el medio ambiente.

De esta manera, Pan American Energy (PAE), la segunda entre las mayores petroleras privadas del país, invertirá u$s40 millones para instalar entre cinco y seis aerogeneradores en Garayalde, a mitad de camino entre Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia, bajo cuyo subsuelo la empresa opera Cerro Dragón, el mayor yacimiento petrolero del país. Uno de los ejecutivos que diseñó el proyecto lo definió como una prueba en el camino de un cambio en la matriz energética internacional.

Si bien la apuesta es costosa, el riesgo es una práctica común para las petroleras. PAE tiene un doloroso ejemplo en las costas de Comodoro: junto a YPF y Petrobras desembolsó u$s140 millones en un pozo petrolero que no condujo a ningún descubrimiento.

"Son negocios distintos. La rentabilidad de la exploración y producción petrolera es mayor que la de las energías renovables, pero también lo es el riesgo. La eólica es un negocio de baja tasa de ganancia, más cercano al de un bono. Pero casi no hay riesgo", sostuvo la misma fuente.

En tanto, la petrolera YPF, cuyo control está en manos del Estado, perdió en la compulsa para obtener beneficios fiscales y contratos largoplacistas.

A pesar de esto, avanza en la construcción de un parque eólico en el yacimiento Manantiales Behr, en Chubut, que permitirá abastecer sus operaciones con fuentes renovables de energía. El proyecto se trata de una inversión de u$s120 millones en una primera etapa para la construcción y operación de un parque de 30 aerogeneradores con una potencia de 100 MW, un consumo similar al que hoy tiene la ciudad de Comodoro Rivadavia.

Otra de las paradojas que encerró la compulsa por las energías renovables, tiene que ver con la exclusión de la empresa italiana Enel, una de las mayores eléctricas del mundo y en la Argentina dueña de Edesur, porque cotizó un precio mayor al corte que puso el Gobierno.

Sobre este último punto, el presidente de la firma, Maurizio Bezzecheri, explicó los motivos a La Nación: "Nosotros hicimos nuestro análisis de riesgo que no solo es financiero, sino respecto a la construcción de las plantas y a los plazos de ejecución, otras empresas hicieron el suyo. Considero que el Gobierno teniendo en cuenta la relevancia que tiene la generación , hará un seguimiento atento de la ejecución de las obras y la marcha de los proyectos. Y creo que algunas empresas que ganaron la licitación tratarán de venderlos".

Bezzecheri, un entusiasta de las energías renovables desde antes de su llegada al país, sostuvo que a pesar del primer tropezón, la empresa crecerá en el rubro. "Seguimos desarrollando proyectos y estamos preparándonos para la segunda licitación (que se espera en mayo próximo), así como para establecer contratos bilaterales con grandes clientes industriales, aunque aún falta una definición en este tema. Las renovables son la verdadera perspectiva de desarrollo de este país", aseguró.

La generación eléctrica con energías renovables promete también llevar inversión en tecnología a lugares poco frecuentados por el capital. Esto se debe a un sólo motivo: el viento, el sol y el agua no siempre se ubican en los grandes centros productivos. Así, por caso, hay varios proyectos que se instalarán en la industrializada Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires, pero también en San Antonio de Los Cobres (Salta), en Las Heras (Santa Cruz), en Arauco (La Rioja) o en Cauchari (Jujuy).

El éxito de la primera iniciativa del gobierno de Macri en materia de energías renovables  es compartido incluso por quienes no participan directamente de los proyectos.

Juan Bosch es presidente de Saesa, una comercializadora que le compra a los grandes generadores energía a plazos largos y se la vende a los usuarios cuando la necesitan.

El titular de Saesa sostuvo que "la licitación de energías renovables es un enorme éxito".

"Las energías limpias han demostrado que son competitivas frente a las convencionales. Hoy el costo medio de la electricidad en Argentina se acerca a los u$s100 MWh; y el costo marginal (el MWh más caro) es muchas veces u$s120 MWh -explicó- Estos contratos de energía renovable a los precios logrados de u$s60 MWh, desplazan energía cara, combustibles importados".

"Para los grandes consumidores industriales y comerciales, las energías renovables son una alternativa muy atractiva. No sólo para reducir su huella de carbono, o para cumplir la obligación legal de comprar hasta un 20% de energía limpia", detalló.

La administración macrista aprovechará en los próximos meses el viento de cola que descubrió en el negocio de las energías renovables. En las próximas semanas se hará la ronda 1.5, para darles oportunidad para bajar el precio a quienes quedaron afuera en la primera ocasión, y en mayo próximo se hará una nueva compulsa. El objetivo en los próximos años es licitar 10.000 MW, es decir, 10 veces más que el primer paso inaugural que se acaba de dar.