Mario Quintana: "El empresario exitoso es visto de manera sospechosa"

A pesar de que en diciembre de 2015 dio el salto a la política, Mario Quintana es un referente para el mundo de los negocios.

El secretario de Coordinación Interministerial del Gobierno –es como un vicejefe de gabinete de la Nación- fue el cofundador de Farmacity y del fondo de inversión Pegasus.

En diálogo con el diario uruguayo El Pais (será presentado como invitado especial en la próxima Gala de Endeavor Uruguay, el 7 de septiembre), el funcionario hizo un paralelismo entre el mundo empresarial y el político y asegura que para ser exitoso es fundamental armar un buen equipo.

“Me gusta mucho la posibilidad de tener un contacto positivo con la gente. Ya desde mis empresas yo venía buscando eso, pero en la política el potencial de impacto se eleva a la «n». Encuentro que tanto como empresario y hoy como político lo más importante es la gente, trabajar sobre las convicciones, los valores, generando equipos detrás de proyectos con sentido y dejar una huella positiva”, afirmó.

Los primeros pasosQuintana recordó los primeros pasos que lo llevaron a convertirse en un empresario exitoso. Fue trabajando en la consultora McKinsey cuando un estudio del Global Institute sobre varios sectores de actividad reveló cómo en algunos casos a partir de ciclos de inversión y la llegada de mejores prácticas internacionales, se mejoraba la productividad en países de América Latina y se cerraba la brecha con países más desarrollados.

“Entonces le dije a un colega, ¿por qué no nos animamos a crear alguno? Con él y otro grupo de amigos creamos la cadena de tiendas de descuento Eki Discount. Otros colegas de McKinsey que se enteraron y quedaron afuera propusieron hacer otra. Estudiamos rubros y llegamos al sector farmacéutico”, explicó.

Luego se explayó sobre su tarea en Farmacity, la empresa que ya cumplió 20 años.

“El sector de salud y medicamentos en Argentina resolvía los temas a puertas cerradas y a espaldas de la gente. Lo que hizo Farmacity fue poner a la gente en el centro de sus prioridades”, indicó.

“Además, la propuesta de valor era totalmente nueva: cercanía, conveniencia, un modelo de atención moderno, ágil y eficiente, multiplicidad de producto, desarrollo de marca propia, precios convenientes y mucho foco en el servicio, entre otros. También tenía locales amenos, musicalizados, iluminados”, agregó.

Y luego recordó “el principal escollo” que debió sortear para crecer: la regulación, “porque es distinta en cada provincia”, se explayó. “Lo que hicimos fue crecer donde nos dejaban”, señaló.

De emprendedor a políticoQuintana contó que dejó su veta emprendedora por el de la inversión en negocios ya consolidados y luego de eso dio el paso a la política, donde destaca el rol del “equipo” una palabra repetida por el gobierno de Cambiemos.

“En los casos de las empresas adquiridas me apasionaba la transformación cultural, encontrar un proyecto con propósito que motive a la gente en esa transformación. En la actualidad lo que me interesa más es la política y lo que más me motiva es trabajar con equipos, llevar adelante proyectos con propósito”, expresó.

La enseñanza de los fracasosEn otro pasaje de la entrevista, Quintana recordó algunos de sus fracasos y los aprendizajes que extrajo de ellos.

“Fracasos tuve muchos”, mencionó. Y consideró que “el fracaso nos enseña más si somos capaces de leerlo con sabiduría. En los negocios uno de los elementos más valiosos es la calidad humana de los emprendedores o de los socios; cuando no elegí tan bien a mis socios terminé en fracasos”.

—¿Cómo elige su equipo? –le preguntó El Pais.

—Lo primero es que sea «de buena madera», con valores y que se comprometa, luego que sea idóneo.

—¿Cómo define usted el éxito?

—En general no nos hace bien como humanidad promover éxitos que tienen que ver con la acumulación económica, con la fama. En la medida que pasan los años valoro aquello que realmente hace la diferencia en la gente que son los afectos y dejar una huella positiva. Es la combinación de esas dos cosas lo que busco ahora.

EmpresariosFinalmente, contó que la palabra “empresario” tiene a veces una connotación negativa  y reflexionó: “Una de las razones posibles de la mirada negativa que tiene la sociedad es que los empresarios no supimos ganarnos el aprecio de la gente, quizás porque existieron en estas latitudes demasiados que fueron exitosos no por generar valor social sino por mecanismos mal habidos, o porque algunos no tienen suficiente conciencia del impacto social y ambiental de las empresas en la sociedad”.

“También –apuntó- hay un problema cultural más profundo que es que el empresario exitoso es visto de manera sospechosa. Siempre puse la lupa sobre lo que teníamos que mejorar para cambiar esa mirada”, conluyó.