Los estacioneros ya se permiten anticipar que la escalada que evidencia el dólar en estos días derivará en un incremento en el valor de los combustibles inaudito desde que Mauricio Macri ocupa la presidencia.

Aunque con los matices lógicos del mercado en el que opera cada una de las entidades, cámaras del expendio y la confederación que nuclea al grueso de los empresarios del sector indicaron a iProfesional que, producto de la fuerte devaluación, se profundizó de modo dramático el desfasaje entre el precio en los surtidores y el costo de producción del combustible.

En concreto, organizaciones como CECHA aseguran que la brecha que separa a ambos aspectos se ubica cómoda por encima de los 45 puntos y que, incluso aplicando ajustes “conservadores”, a este ritmo el litro de nafta súper en Capital Federal llegará a diciembre pisando los $40. 

Por lo pronto, este sábado, YPF y Shell volvieron a aumentar. En el caso de la petrolera argentina, un 2,5% en la nafta súper; 2,13% la Infinia (premium); 1,7% el diésel y 1,4% la Infinia diésel.

De esta manera, en Capital Federal:

- El litro de súper pasó de $29,60 a $30,34

- El de nafta premium, de $35,65 a $36,42

- El de diésel, de $25,94 a $26,38

- El de Infinia diésel, de $31,19 a $31,65

En el caso de Shell, también en Capital:

- El litro de súper pasó de $30,28 a $33,91

- El de premium, de $36,95 a $40,99

- El de diesel, de $27,26 a $30,53 

- El de diesel premium, de $32,73 a $36,66

Fuera de la General Paz, la previsión es más complicada. Para la cordobesa CECC, incluso si la tendencia alcista de la divisa norteamericana se detuviera, alcanzaría los $46 en diciembre.

Por su parte, la Federación de Expendedores del Centro (FECAC) y la Cámara de San Juan se permitieron ir más lejos: pronosticaron en $50 la súper en sus respectivas áreas geográficas de influencia.

“El impacto del dólar es la variable que más empuja lo que se paga en el surtidor. El monto final estaría llegando a los 50 pesos, pero no es fácil hacer un estimativo. Las petroleras vienen con un atraso respecto del tipo de cambio, con lo cual tampoco es seguro que quede ahí”, expresó Gabriel Bornoroni, titular de FECAC.

Desde CECHA, en tanto, hicieron referencia al  Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC), cuyo vencimiento está fijado para los primeros días de septiembre.

En diálogo con este medio Guillermo Lego, gerente la confederación, anticipó que la alícuota redundará en un incremento de al menos un 1,5%. A eso, aseguró, “habrá que sumarle lo que las petroleras aumenten para acomodarse al nuevo tipo de cambio”.

“En el sector se estima que por esta disparada del billete, lo más probable es que el Gobierno habilite una sucesión de aumentos mensuales de hasta 7% de aquí a fin de año, lo que colocaría al litro de súper muy cerca de los 39 pesos”, comentó a este medio.

De esa forma, los más de 45 puntos de desfasaje quedarían reducidos a una porción que terminaría por saldarse en el primer trimestre de 2019.

“Las petroleras seguramente meterán presión para tener subas superiores, pero eso volvería más crítico el escenario”, dijo.

El peso del petróleo

Para Lego, el alza se hace inevitable por efecto del insumo básico para la producción: el barril de crudo, que en estos últimos días tampoco ha dejado de oscilar con tendencia alcista.

“En octubre del año pasado, cualquier petrolera abonaba a razón de $1.000, a lo sumo $1.100, por unidad. Hoy está pagando casi $3.000 por el mismo producto. Todo esto, al margen de los costos operativos y otras variables”, precisó.

Desde CECC su referente, Raúl Castellano, también se refirió a la incidencia del cambio de precios del barril internacional.

“El barril de crudo se incrementó en los últimos 10 días y no hay certeza de que ese tendencia se modifique. Hoy están en el orden de los u$s77 la unidad. Junto con el movimiento del dólar y la incidencia de los biocombustibles, es la variable clave para entender por qué se sigue ensanchando el desfasaje entre costos y precio de venta al público”, comentó a iProfesional.

Castellano expresó que, de no aquietarse las aguas, el esquema de precios hacia diciembre “será de final abierto”, y probablemente “tendrá que revisarse más seguido el valor de la nafta como forma de atenuar el desfasaje”.

“Si no se fija una contención para el dólar, el precio del combustible no tendrá un techo a la vista. Al mismo tiempo, si no se habilitan los incrementos puede ocurrir se desacelere el ritmo de refinamiento”, alertó.

Sobre este punto también se refirió Lego de CECHA. Según el empresario, la puesta en marcha de cupos por parte de algunas petroleras, como ocurrió sobre todo a mediados del mes de julio, respondió precisamente a una brecha entre precio de venta y gastos operativos y de producción que ahora se ha intensificado como nunca antes en lo que va macrismo.

Para el gerente de la confederación, la política de las restricciones en la venta y entrega de combustibles se volverá una constante si no se atiende la nueva diferencia que generó la devaluación de la última semana.

“Si no hay aumentos en breve, bueno, habrá restricciones. Claramente ninguna empresa querrá vender a pérdida o ganando muy poco, que es lo que genera un barril alto y un peso devaluado. Como ocurrió hace algo más de un mes, las primeras afectadas serán aquellas estaciones de servicio que operan fuera de las redes de las principales petroleras”, precisó.

En el interior hablan de $50

En simultáneo al alerta y las presunciones emitidas por los directivos consultados, en el interior de la Argentina lo que predomina es la estimación de un litro de nafta situado en torno a los $50 hacia diciembre.

Precisamente en la Cámara de Expendedores de San Juan dan por sentado que la súper valdrá esa cifra sobre el final de 2018.

“El Estado deberá intervenir en el sector. No se puede dar rienda suelta a los combustibles”, reclamó Analía Salguero, de esa entidad. En San Juan, sólo en las últimas tres semanas se dio una sucesión de incrementos que colocaron al litro de súper en los $33,5.

Otro que pronosticó un valor de $50 para los próximos meses fue Bornoroni, titular de FECAC. El empresario también reconoció que algunas estaciones de servicio comenzaron a dosificar la venta  hasta tener un panorama más claro con los aumentos a aplicar.

“Muchos estacioneros están preguntando qué hacer, sino que intentamos llevar a cabo la tranquilidad. Es cierto que hay algunas que están pendientes de demanda y ponen cupos para vender, por ejemplo, más de 100 litros por carga”, reconoció el directivo.