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La compra de Paty le permite a Marfrig convertirse en el mayor productor de hamburguesas del mundo

El holding brasileño duplicará la producción de hamburguesas a partir del año proximo, cuando retome el control del frigorífico argentino Quickfood
11/12/2018 - 07:00hs
La compra de Paty le permite a Marfrig convertirse en el mayor productor de hamburguesas del mundo

Con la compra de la marca Paty, el grupo brasileño Marfrig Global Foods se acaba de convertir en el mayor productor mundial de hamburguesas, producto que el año próximo le debe representar alrededor del 10% de su facturación total.

El liderazgo se lo acaba de dar la adquisición del frigorífico argentino Quickfood, operación cerrada el viernes 7 de diciembre pasado por u$s60 millones que fueron recibidos por Brazil Foods (BRF), otro conglomerado con sede en el país vecino.

Según Eduardo Miron, CEO de Marfrig, la compra de estos activos convierte a su compañía en el productor de hamburguesas más grande del mundo, al sumar Quicfkood a otras planas que ya opera en Brasil, como la fábrica dueña de las marcas Sadia y Perdigão en la ciudad de Várzea Grande, del Estado de Mato Grosso.

De acuerdo a las declaraciones del ejecutivo durante una videoconferencia con periodistas, la compra de la empresa argentina le permite a Marfrig duplicar su capacidad anual de producción de hamburguesas que pasará de las actuales 124.000 toneladas a más de 230.000.

Además, a partir de ahora Marfrig pasará a producir este producto en Brasil y Argentina. De hecho, en nuestro país dejó de hacerlo en el 2012, precisamente cuando llevó a cabo un canje de activos mediante el cual traspasó la propiedad de Quickfood a BRF.

Hasta ese año, el holding brasileño había sido dueño de la mayor procesadora de hamburguesas del país. Pero inició un fuerte proceso de reestructuración en la Argentina, que incluyó la venta de varios de sus frigoríficos y la transferencia de sus más importantes marcas, incluyendo Paty y Quickfood.

En ese marco, el grupo que es considerado el segundo mayor holding productor de alimentos del mundo, selló un traspaso de plantas con BRF mediante un swap de activos que consistió en la entrega de Quicfkood a cambio de quedarse con la propiedad de Excelsior Alimentos, controlada en un 64,57% por la firma Sadia.

Del intercambio también formaron parte otras marcas de Quickfood. Es decir, Barny, Estancias del Sur y dos operaciones en Chile y Uruguay, además de un pago de u$s110 millones a BRF. Pero seis años después, Marfrig retoma el control del fabricante de Paty, hecho que en la práctica, se concretará en enero del año próximo, según los términos del acuerdo firmado con BRF.

A partir de su desembarco, el objetivo de Marfrig es incrementar las ventas de sus marcas, incluyendo Paty, negociando la provisión de este producto a grandes cadenas de restaurantes. De hecho, el diario brasileño Valor asegura que se encuentra negociando para convertirse en proveedor de McDonald´s y de Burger King en el 2019.

Además, la compra de Quickfood le permite a Marfrig recuperar parte del poder operativo y comercial que supo tener en el sector cárnico local, donde llegó a controlar nueve plantas y liderar los segmentos de procesamiento y distribución de productos de carne bovina, porcina, ovina y avícola; naturales, procesados e industrializados.

En el 2010 decidió reducir su presencia local y le vendió la mayoría de sus operaciones al conglomerado chino Foresun Group por u$s75 millones. Y en el 2012 concretó el intercambio de activos con BRF. Pero el año pasado decidió cambiar su cúpula local para volver a potenciar sus negocios en el país.

El cambio de idea tiene que ver con las políticas para el sector del actual gobierno, que generaron expectativas de recuperación de la faena y considerando que la Argentina es un mercado estratégico para sus operaciones a nivel mundial. Además, dividió en dos sus unidades internacionales. Por un lado agrupó Argentina, Brasil, Uruguay y Chile en la región América del Sur. Y por otro quedó Estados Unidos.

En el caso de BRF, la decisión de vender Quickfood forma parte de un plan para achicar deuda global. Con ese objetivo contrató dos bancos de su país que ya estudian la propuesta de Marfrig y de otros grupos locales e internacionales por sus activos en el país.

Todavía debe vender otros activos en Argentina antes de que finalice el año, según confirmó Lorival Luz, vicepresidente Ejecutivo de la empresa brasileña, mediante teleconferencia con periodistas. En este grupo se encuentran los frigoríficos Campo Austral y Avex y también las operaciones que posee en Europa y Tailandia.

De acuerdo al ejecutivo, las negociaciones con los grupos interesados se mantienen al punto que podría haber nuevos anuncios esta semana. De hecho, el plazo para que los interesados acerquen sus propuestas vence el próximo 15 de diciembre y entre los que ya habrían presentado ofertas se encuentran el grupo brasileño JBS y la norteamericana Tyson Foods.

Según los planes de BRF, las expectativas son las de obtener entre u$s800 millones y u$s1.000 millones, incluyendo las desinversiones que también están llevando a cabo en Tailandia y en Europa.

En el caso local, la determinación fue potenciada por los problemas que sus controladas sufren y que se vinculan con la situación de la economía, la caída de las ventas, la recesión y las últimas devaluaciones.

De hecho Quickfood sigue acumulando fuertes pérdidas que le van quitando atractivo y que se suman al contexto recesivo que ofrece la economía del país. Es más, en el último trimestre acumuló pérdidas por $61 millones a pesar de haber realizado un incremento de precios tanto en el mercado interno como en el externo. Actualmente, Quickfood opera con un capital de trabajo negativo de $649 millones, que incluye deudas con el accionista controlante por $222 millones. Y tuvo que recurrir al Gobierno para poder achicar su estructura de personal mediante la apertura de un procedimiento preventivo de crisis autorizado por el Ministerio de Trabajo.

Según datos de la propia empresa, su activo total alcanza los $4.182 millones; su pasivo, aumentó en $578 millones debido a un incremento de $637 millones en el pasivo corriente y una disminución de $59 millones en el no corriente. En este marco, su patrimonio neto se redujo un 31% y se ubicó en los $412 millones respecto al informado en diciembre del año pasado.

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