A partir de un proceso de reorganización interna y de reestructuración de costos, la cadena de venta de productos electrónicos Musimundo comenzó un proceso de achique de su presencia en la Ciudad de Buenos Aires.

En este caso, se trata de uno de las dos empresas socias que comandan las operaciones de la compañía que decidió cerrar tres de sus locales porteños ubicados en los barrios de Liniers, Abasto y Caballito.

La decisión fue tomada por los ejecutivos de Electrónica Megatone que, junto con CARSA, mantienen un particular vínculo de negocios alrededor de la marca Musimundo mediante el cual comparten la publicidad y el marketing pero operan de manera independiente en el negocio, la comercialización, el financiamiento, sus locales, la logística y la distribución.

Los establecimientos que bajaron sus persianas se encuentran ubicados en tres de los principales centros comerciales porteños y entre las razones del cierre se destaca la imposibilidad de hacer frente al costo de los alquileres en un contexto recesivo y de fuerte caída de las ventas como el actual.

No obstante, en paralelo, Megatone abrió tres locales en el interior, más precisamente en las provincias de San Juan, Entre Ríos y Córdoba. Se trata de un proceso de reorganización sobre la marca que ha decidido uno de los socios para poder hacer frente al escenario negativo que ofrece la economía.

Para la empresa se estaría tornando complicado sostener locales en Capital Federal en un contexto de alta inflación, elevadas tasas de interés y fuerte retracción del consumo. Ocurre que son momentos de renegociar contratos de alquiler en los shoppings y la ecuación se plantea desfavorable para algunos negocios.

Sucesión de cierres

Durante este año, la situación de Musimundo se ha visto complicada por la crisis económica. De hecho, CARSA también debió cerrar locales de la cadena en varias localidades y presentarse en concurso preventivo de acreedores en la ciudad chaqueña de Resistencia, donde tiene sede la sociedad.

Las razones de la decisión fueron similares a las de sus socios de Megatone, vinculadas a la crisis financiera y la caída en las ventas que la cadena viene sufriendo y que la obligó, antes de tomar esta medida, a cerrar varios de sus locales.

En ese contexto, en mayo pasado discontinuó las operaciones de algunos de sus puntos de comercialización, cuyas ventas no aportaban los niveles de rentabilidad que la situación demanda, liberando así requerimientos de capital de trabajo con el objetivo de aliviar la situación financiera de la sociedad en un contexto de alto costo de su endeudamiento.

Otra de las razones de la crisis de Musimundo se basa en la retracción de la demanda y también en la competencia no solo de otras cadenas de su estilo sino también de hipermercados, sitios online, bancos y tarjetas de crédito.

Además de la disminución del margen sobre los costos de venta de los productos, negativas condiciones macro económicas del país e incremento de los índices inflacionarios, déficit fiscal, comercial y volatilidad de la política cambiaria y monetaria.