La crisis económica afectó a varios sectores de producción. No solo a los garajes que en un año se achicó 12% en la ciudad de Buenos Aires y el último mes sufrió el cierre de 230 estacionamientos, sino también a las pizzerías.

Por su parte, el director de la Escuela profesional de la Asociación de Propietarios de Pizzerías y casas de Empanadas de la República Argentina, Javier Labaké, informó que en su rubro bajaron la persiana 400 locales, lo que representa la pérdida de 1.600 puestos de trabajo.

"El rubro no escapa a la realidad actual", lamentó. "No es sólo agua, harina y sal. Para tener un negocio hay que tener servicios, hay que pagar aportes. Y los costos se incrementaron demasiado", precisó. 

"La inflación está cerca del 50% pero no se puede trasladar completa al costo de la pizza. Los pizzeros están asumiendo una buena parte de los aumentos porque entienden que es un producto que la gente sigue consumiendo y necesita. Eso hace que se pierda margen y muchas veces termine en cierres", expuso.

Sin ir más lejos la histórica pizzería Roma, ícono de la peatonal Lavalle bajó sus persianas en diciembre de 2018. El sector gastronómico cerró el año pasado como uno de sus peores registros.