Aceitera General Deheza invierte u$s40 M en biodiésel

El directorio de la empresa aprobó un proyecto para invertir en la construcción de una planta de biocomustible al sur de la provincia de Córdoba
Por iProfesional
NEGOCIOS - 21 de Junio, 2006

En la zona que lleva el mismo nombre de la empresa funciona una de las plantas procesadoras de aceite de soja de AGD. Y serí­a ese el insumo básico para comenzar a fabricar combustible verde con el objetivo de exportarlo a Europa, mercado que demandará 15 y 20 millones de toneladas anuales en el corto plazo.La información fue confirmada a Infobae por fuentes internas de la compañí­a. Y ratificada por algunos players del rubro aceitero que no le pierden pisada al gigante cordobés.Según trascendió, la inversión rondarí­a los u$s40 millones, lo que refleja que la planta serí­a de un tenor importante, con capacidad para producir más de 240 mil toneladas de biodiésel por año.Para lograrlo, la firma deberá destinar alrededor de un millón y medio de toneladas de soja por año, equivalente al 10 o 15% de la producción total de la compañí­a de la familia Urquí­a.A principios de año, AGD recibió un préstamo de la Corporación Financiera Internacional (CFI), por u$s100 millones para respaldar el programa de inversiones de capital de la compañí­a, que ascenderá a u$s163,7 millones en los próximos tres años. Entre otros aspectos, el proyecto está dirigido a aumentar la capacidad de molienda de oleaginosas y la producción de harina de soja alta proteí­na de AGD; permitirá, asimismo, construir acopios en el interior del paí­s. RéplicaLa apuesta de AGD es similar a la ya anunciada por su competidora santafecina Vicentí­n, que abrirá una planta de biodí­esel en la localidad santafecina de San Lorenzo, y al igual que AGD, la destinará a exportación.También Repsol-YPF anunció una inversión de u$s30 millones para desarrollar tecnologí­a de biocombustibles y montar una planta con capacidad de 120 millones de litros anuales que funcionará desde 2007. Además, se estima que antes de fin de año todas las aceiteras argentinas tendrán definido su proyecto de construcción de plantas de biodiésel "pegadas" a su fábrica de aceites de soja, ya que la inversión para hacerlo es menor y el potencial de rentabilidad alto.Así­, de cada tonelada de soja, el 20% se puede transformar en biocombustible (por cada tn. se extrae 200 litros de biodiésel). Y mientras el valor de exportación del aceite ronda los u$s600, en el caso del biocombustible la cifra asciende a u$s800 la tonelada.Entre un producto y otro, sólo se suma un proceso quí­mico que suma más de un 20% de rentabilidad al negocio exportador. La apuesta de AGD se conoció a sólo un mes de que el Congreso aprobara la Ley de Biocombustibles, que contempla importantes beneficios fiscales para quienes inviertan en este rubro.La esencia del proyecto, que cuenta con el aval del Ejecutivo, radica en que impone el corte obligatorio de los combustibles fósiles con los de origen vegetal. Esto crea un mercado cautivo para los proveedores de la materia prima de los biocombustibles: maí­z para el etanol, o aceite de soja para el biodiésel.Martí­n Fraguí­o, director ejecutivo de Maizar, destacó a Infobae que "la Argentina posee el costo de producción de aceite de soja más barato del mundo, no sólo porque el precio del oleaginoso es bajo (contenido por las retenciones) sino además por el nivel de eficiencia de las fábricas, que son consideradas las mejores del mundo".EscenarioPor su parte, Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles, tiene en manos un estudio que refleja el potencial de este negocio en la Argentina.Según sus cálculos, antes del 2010 se invertirán u$s1.000 millones en la puesta en marcha de plantas de combustible verde. Algunas correrán por cuenta de las aceiteras locales. Y otras a compañí­as extranjeras que prefieren asociarse con firmas locales para asegurarse el abastecimiento de carburante a buen precio y en forma sostenida.Pero no todo será mercado de exportación, ya que la flamante legislación establece que a fin de esta década, las naftas deberán llevar un corte mí­nimo de 5% de bioetanol, y el gasoil, uno de 5% de biodiésel. Así­, el biodiésel tendrá para 2010 una demanda local de 632.000 toneladas anuales. Y el etanol, derivado del procesamiento de caña de azúcar, cereales, maí­z o residuos orgánicos, de unas 160.000 toneladas.

VICKY ALVAREZ BENUZZI (VALVAREZ@INFOBAE.COM) © Infobae Diario

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