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Cerró Hispano y se suma a los tradicionales restaurantes porteños que bajaron sus persianas

El rubro gastronómico es uno de los más golpeados por la recesión y los locales clásicos ya no pueden sobrevivir los altos costos con las bajas ventas
25/07/2019 - 08:42hs
Cerró Hispano y se suma a los tradicionales restaurantes porteños que bajaron sus persianas

La crisis de la gastronomía porteña no deja de dar malas noticias. Cerró el tradicional restaurante porteño Hispano.

Desde hace un mes y medio que el local ubicado en Salta, casi Rivadavia está en alquiler. Se trata de 345 metros cuadrados en planta baja, más un entrepiso de 35, por el que piden $135.000 pesos y no paga expensas. Ubicado en una de las zonas más tradicionales de la ciudad, no pudo sobrevivir.

Así el clásico restaurante español se suma a Torre París, ubicado en la esquina de Libertad y Marcelo T. de Alvear, que el 1 de mayo cerró sus puertas y tomó a su personal de sorpresa, informó Bae. Varios trabajadores lloraban abrazados sin entender nada. En la misma zona, a pocas cuadras, Clásica y Moderna no pudo más y de la misma forma, no le avisó a sus empleados, que a medida que llegaban, se enteraron de la mala noticia.

En la zona de Recoleta, casi todos los locales gastronómicos que había en la cuadra de La Biela cerraron. Desde Munich, hasta el histórico café Victoria, que luego se reconvirtió por muy poco tiempo en The Embers, hasta que cerró hace unos meses. La buena noticia es que lo alquiló La Parolaccia y está ultimando los detalles para abrirlo en menos de tres meses. A la noche, hay muy poco movimiento en la cuadra, sólo La Biela resiste.

Palermo es otra de las zonas porteñas que vio cerrar más de una docena de reconocidos lugares en el último años. Casa Cruz dijo adiós a la gastronomía hace más de un año y el local, todavía está cerrado y con el cartel para alquilar. Otro que después de dos décadas se fue es Janio, frente a la conocida plaza Armenia.

El Preferido, ubicado en Guatemala y Jorge Luis Borges, es uno de los pocos que reabrió de la mano de los dueños de Don Julio. Poco queda del histórico lugar que estuvo en pie 123 años, ahora tiene una onda más moderna, donde la barra es la estrella. A pocas cuadras, cerró Hermann en 2017 y no corrió la misma suerte.

Hace pocas semanas se conoció el cierre de una de las sucursales de la calle Lavalle del Palacio de las Papas Fritas, antes habían cerrado las sucursales de Costanera y de la calle Laprida. Con la muerte del dueño, todo cambió. Si bien se habló de una nueva apertura, todavía no hay novedades y todo indica que sería una franquicia.

En el barrio de Boedo, hace pocos meses cerró el bar Trianon, que se disputaba con el bar Margot, el hallazgo del sandwich de pavita. Casi enfrente ya no quedan indicios del bar Florida, un histórico del barrio que hoy ya se convirtió en una pizzería Kentucky. Otro lugar histórico que cerró fue La Giralda, ubicada en plena calle Corrientes.

Entre las confiterías que cerraron y prometen abrir está Rond Point en la esquina de Figueroa Alcorta y Tagle. Sigue cerrado, aunque en obra, todavía no tienen la fecha definitiva de reapertura.

La situación es complicada, los locales gastronómicos toman nota. Algunos han dejado de cobrar servicio de mesa y otros como el Jagüel, donde antes estaba Olsen, ofrecen atractivos descuentos de hasta un 35% si la cena es muy temprano. Estrategias para sobrevivir en Buenos Aires.

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