El último señalamiento tiene lugar en otro país de Sudamérica y continúa la línea de lo denunciado recientemente en Brasil.

A poco de conocerse que la compañía destinó más de 30 millones de dólares al presunto pago de sobornos a directivos de Petrobras en el vecino país, ahora Trafigura, dueña de la red de estaciones de servicio Puma en la Argentina, es señalada en Paraguay como una de las mayores contratistas del Estado pese a estar vinculada a los "grandes casos de corrupción".

Una reciente investigación divulgada en la nación guaraní expone a la firma como uno de las compañías privadas que "más dinero recibe de instituciones públicas", más allá de sus "frondosos antecedentes por casos de corrupción en países de la región y hasta en el mundo".

De acuerdo a informes locales, entre 2010 y 2019 la empresa se alzó con casi 1.000 millones de dólares en contratos con el gobierno local.

"Esta multinacional, con base en Ginebra y registrada en Singapur, es la mayor contratista de la última década en nuestro país, a pesar de que registros de Contrataciones Públicas muestran que sus operaciones iniciaron recién en 2014", detallan reportes periodísticos locales.

"Mientras sus negocios en Paraguay crecían, se multiplicaban las acusaciones por corrupción que salpicaban a la multinacional. En noviembre pasado, fiscales de Brasil presentaron cargos contra directivos de Trafigura por ilícitos vinculados al caso Lava Jato, uno de los mayores escándalos de corrupción política en la región", añaden los informes.

En tierra guaraní se notificó que durante varios años la firma operó con el nombre de Trafigura Beeheer BV, una subsidiaria.

"Trafigura Beeheer tuvo acusaciones por presunto pago de sobornos en Zambia a cambio de contratos con organismos públicos. También en Venezuela, donde habría ofrecido dinero a funcionarios de PDVSA por beneficios", detallan medios locales como ABC.

Con sede en Ginebra, Trafigura fue fundada en 1993 y cuenta con 4.000 empleados. A lo largo de las últimas dos décadas la firma fue estableciendo filiales en Cuba, Puerto Rico, Guatemala, El Salvador, Honduras, República Dominicana y Paraguay. Tamaño despliegue le asegura el control de unas 1.000 estaciones de servicio y dos refinerías.

En 2010, fue noticia tras recibir una multa de 1 millón de euros de la Justicia holandesa por arrojar desechos tóxicos derivados de la producción de naftas y soda cáustica en los alrededores de Abiyán, la ciudad más importante de la africana República de Costa de Marfil. El vertido originó 15 muertos y más de 100.000 envenenados.

Trafigura comenzó a tener presencia fuerte en la Argentina a partir de mayo de 2018. En ese momento, adquirió 250 estaciones de servicio y una refinería en Bahía Blanca previo pago de 90 millones de dólares. Hoy día ostenta visibilidad comercial a través de la marca Puma.