El ex presidente ejecutivo de Renault y Nissan, Carlos Ghosn, realizó antes de fin de año un espectacular escape de Japón.

El ex CEO de unas de las automotrices más importantes del mundo, que cumplía arresto domiciliario luego de ser acusado por malversación financiera, huyó del país asiático en un vuelo hacia el Líbano escondido en la funda de un contrabajo.

De acuerdo a diversas versiones de medios europeos, el hombre con nacionalidad francesa, libanesa y brasileña, eludió a las autoridades oculto en una caja de contrabajo sacando rédito de su breve estatura.

Un grupo comando contratado por su esposa fue el encargado de hacerse pasar por una orquesta que iba a ofrecer un concierto gregoriano. Ingresaron con sus instrumentos frente a la guardia de seguridad y luego de un largo rato se retiraron de la propiedad. En una de sus cajas estaba Ghosn.

El equipo viajó más de seis horas por carretera hasta el Aeropuerto Internacional Kansai, donde tomó el vuelo privado que lo llevó hasta Estambul, cruzando por espacio aéreo ruso, de acuerdo al diario Auto Bild.

Este documento le servía como visado de corta duración en el archipiélago y necesitaba llevarlo en sus desplazamientos internos, según esta misma fuente. Esa fue una de las ventanas que aprovechó el ejecutivo para escapar del país.

Las autoridades japonesas registraron la casa del ex magnate y recuperaron las imágenes de las cámaras de vigilancia. De esta forma podrán estudiar la ejecución del plan de escape y la posible existencia de cómplices.

"Si el señor Ghosn viene a Francia, no extraditaremos al señor Ghosn, porque Francia nunca extradita a sus nacionales", dijo la secretaria de Estado Pannier-Runacher en declaraciones televisivas.

Ghosn, considerado antes de ser detenido un experto de los números en la industria automotriz, se escapó desde Japón el lunes pasado y se dirigió al Líbano. Verdadero ciudadano del mundo, pues tiene triple nacionalidad –libanesa, francesa y brasileña-, el ex ejecutivo fue capturado en Japón en noviembre pasado tras ser acusado de malversación financiera.

Si bien en Francia también está siendo investigado, aún no encontraron suficientes pruebas para incriminarlo.

Más allá de esta situación y de la actitud que tomará el país galo respecto de su extradición, el ex presidente de Nissan y Renault esperaba el primero de los dos juicios que tiene pendientes en Tokio. Fue allí donde protagonizó un escape cinematográfico tras evadir la vigilancia con videocámaras las 24 horas del día y una fuerte restricción a la libertad de movimientos.

Luego de escaparse, el propio Ghosn, de 65 años, se ocupó de enviar un mensaje de correo electrónico el martes donde denunció la "injusticia y la persecución política" del sistema judicial japonés. 

La idea central de Ghosn al elegir su destino podría guardar relación con ser juzgado bajo las leyes libanesas, donde se sentiría mucho más cómodo, de acuerdo a información recogida por The Wall Street Journal.

El alto ejecutivo de la automotriz japonesa está acusado de delitos financieros, incluido el hecho de que Nissan no informe más de 80 millones de dólares en ingresos futuros planificados en los estados financieros de la compañía y de ordenar que el dinero de Nissan se gaste para su beneficio personal. Las fiestas de cumpleaños de Ghosn formaban parte del calendario corporativo.

Por su parte, el Wall Street Journal indicó que esta huida demandó semanas de planificación y que contó con el apoyo de un grupo de cómplices, incluida su esposa, Carole.

Según el diario parisino Les Echos, el ex ejecutivo podría haber salido de Japón bajo una identidad falsa con un pasaporte falso y la ventaja de que en un aeropuerto pequeño la posibilidad de reconocerlo es más baja que en uno internacional.

Los países involucrados en su ciudadanía manejan diversas hipótesis sobre su huida. Lo mismo que los distintos diarios europeos, que llevaron el tema en sus portadas durante los últimos días.

Lo cierto es que, pese a que ya le han quitado su triple ciudadanía, Ghosn se prepara para dar una conferencia de prensa desde el Líbano, su nuevo hogar.