Desde fines de 2019 la empresa agroindustrial Vicentin negocia con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) para que le vuelva a entregar materia prima y de esta manera poner en funcionamiento sus dos plantas de crushing que hoy están fuera de funcionamiento.

Esta situación se produce a 40 días de que se declare en default y sin que todavía se haya concretado un plan de pagos. Mientras tanto se siguen acumulando sus cheques rechazados en la central de deudores del BCRA que hasta la fecha totalizan los $60 millones. ACA, por otro lado, busca asegurarse el pago de la deuda y analiza la posibilidad de quedarse con una parte de Vicentin a cambio.

Las negociaciones continuarán dado que ACA antes de decidirse a concretar esta situación, aguarda a que Vicentin acuerde el pago de parte de su millonaria deuda con los algunos bancos. Del lado de la firma santafesina no ceden y afirman que no contemplan deshacerse de activos ni del control de la empresa que tiene 90 años de trayectoria en la Argentina.

Por otro lado, la empresa multinacional Glencore, que es socia de Vicentin en la planta de biodiésel Renova y que compró hace poco más participación en esta sociedad de la que hoy controla más del 60%, aparecía como otra candidata posible para el salvataje, pero lo cierto es que la cuestión se enfrió y circula la información de que podría hacerse cargo si la empresa quebrara.

La firma agroindustrial ha tomado créditos por poco más de $18.100 millones con el Banco Nación y con el Banco Provincia por otros $1.600 millones. Ambas entidades bancarias no estarían convencidas de realizar el recorte en la deuda que la empresa pretende ya que considera que hay otras prioridades en un marco en el que muchas Pymes sin capacidad de vender activos para financiarse han entrado en cesación de pagos.

Mientras tanto los bancos privados, con los que también tiene una importante deuda de aproximadamente $3.700 millones, tampoco están convencidos de las opciones que ofrece Vicentin dado que ninguna de ellas incluiría acciones de la compañía a modo de garantía.El reciente caso de Garbarino que renegoció su deuda de $4.400 millones a partir de la entrega de acciones de la empresa y un mandato de venta como garantía preocupa a los dueños de Vicentin que temen tener que implementar condiciones semejantes para que su plan de pagos sea aceptado.

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