Al no ser considerados como servicio esencial en el marco de la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno para combatir el coronavirus, las principales fabricantes de cigarrillos debieron parar la producción.

La medida fue tomada por Philips Morris Argentina y British American Tobacco (BAT), que concentran casi el 95% del mercado local y que, en principio dejaron de producir hasta el próximo 31 de marzo en coincidencia con la fecha establecida por el presidente Alberto Fernández para finalizar con el aislamiento social.

Sin embargo es casi seguro que deberán extender el freno en la fabricación de sus marcas de cigarrillos por lo menos hasta mediados de abril si es que las autoridades nacionales oficializan la posibilidad de ampliar el confinamiento por otros 15 días.

"Tenemos la producción parada, por el momento, hasta el 31 de marzo, según dispone el decreto presidencial", admitieron desde Philips Morris, líder del negocio con un 67% de market share y que en el país opera como Massalin Particulares y entre sus marcas se destaca Marlboro.

En la compañía explican que se trata de una situación dinámica que monitorean de manera permanente y aseguran que, por el momento, está garantizado el pago de salarios y compromisos comerciales.

También desde la ex Nobleza Piccardo, que controla un 20% del negocio, reconocen haber tomado la misma medida para detener la actividad de producción hasta el 31 de marzo próximo pero que cumplirán con las obligaciones salariales en el marco de la ley vigente

Pero si bien hasta ahora la situación parece estar controlada por ambas compañías, de extenderse la cuarentena obligatoria es probable que comiencen a enfrentar problemas de abastecimiento y de distribución, como ya está sucediendo en algunos sectores de la industria alimenticia.

Saben los empresarios que la situación es muy dinámica y que deberán estar muy atentos a cómo se mueve la logística para poder llegar a los puntos de venta y también al comportamiento de los consumidores y de esa forma analizar si existe stock suficiente, al menos hasta fines de marzo.

No se trata de un dato menor si se tiene en cuenta que, más allá de no ser un sector esencial, la industria tabacalera es de las más dinámicas de la economía. Por caso, el año pasado se vendieron 1.658 millones de atados de 20 unidades, por $135.101 millones, según datos del Ministerio de Agroindustria.

También porque es un sector importante para las cuentas públicas si se tiene en cuenta que más del 80% del precio por atado corresponde a impuestos varios y cuya recaudación va a parar a las arcas de la AFIP.

Por esos motivos, el sector analizará de cerca el comportamiento para, si es necesario, preparar un plan de contingencia que cumpla las normas actuales. Son conscientes los empresarios del deber de acatar lo que el Gobierno les deje hacer y a partir de esa premisa es que hablan de la importancia de monitorear qué pasa con el consumo en los próximos días.

De todos modos, insisten en que, por el momento, está garantizado el cumplimiento de la cadena de pagos aunque admiten tener mercadería por cobrar. Por eso advierten que seguirán monitoreando de acá en adelante el comportamiento del mercado más allá de la cuarentena obligatoria.

En este sentido, desde MP aseguran estar manejando una operatoria de contingencia con la mínima cantidad de personal necesario para poder cumplir con la logística y abastecer a los puntos de venta. También, maximizando todas las medidas de seguridad e higiene para preservar la salud de sus colaboradores y garantizar la calidad de los productos.

En el caso de la operatoria, desde la empresa explican que las ventas se realizan de forma telefónica y todas aquellas funciones que cuentan con herramientas para trabajar desde su casa, están desempeñando sus tareas bajo dicha modalidad. "Nos encontramos haciendo un gran esfuerzo para poder seguir abasteciendo a nuestros clientes frente a esta coyuntura", destacan.