Mindlin destina u$s20 millones para blindar su holding de la crisis del coronavirus
Cuando en el 2018, la crisis cambiaria generó consecuencias negativas para el desarrollo de negocios de varios sectores económicos, un importante grupo de compañías locales listadas en los mercados de capitales aplicaron estrategias para minimizar el impacto que esa situación podría tener en la cotización de sus acciones.
En ese momento, el emblema de este proceso fue Marcelo Mindlin que delineó un plan para aprovechar una cierta capacidad de liquidez para mostrar una señal de fortaleza tratando de blindar el valor de su holding y de sus empresas controladas, más que nada para defender el valor de estos papeles en los mercados bursátiles.
Lo hizo con Pampa Energía, y también con Edenor y Transportadora de Gas del Sur (TGS), para las cuales destinó casi u$s300 millones para recomprar acciones en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y en Wall Street.
La idea del empresario era la de defenderse de la distorsión que creó la crisis cambiaria entre el valor económico de sus empresas y el precio de las cotizaciones de mercado. Comenzó de ese modo camino que ahora acaba de profundizar.
Hace unas horas, el directorio de Pampa Energía aprobó un plan para la adquisición de acciones propias, teniendo en cuenta que todavía continúa la existencia de una diferencia entre el valor del holding y el precio de cotización de sus acciones en el mercado.
El principal cuestionamiento de los empresarios de este grupo es que esa diferencia no refleja el valor ni la realidad económica que tienen los activos de Pampa Energía en la actualidad ni su potencial futuro, lo que redunda en desmedro de los intereses de sus accionistas.
En ese marco, Mindlin propuso y el directorio de su grupo aceptó destinar otros u$s20 millones para encarar un nuevo plan de recompra de acciones teniendo en cuenta que el anterior proceso acaba de finalizar. Según lo aprobado por la asamblea de accionistas de Pampa Energía, la finalidad es "contribuir al fortalecimiento del holding en el mercado, aplicando la fuerte liquidez que tiene de forma eficiente".
También se podrán destinar cierta cantidad de acciones adquiridas a la implementación de programas específicos que se aprueben en el marco del plan de compensación en acciones al personal. El monto inicial a invertir será de u$s20 millones o el monto menor que resulte en la adquisición de acciones hasta alcanzar el 10% del capital social.
La cantidad máxima de acciones o porcentaje máximo sobre el capital social que se podrán comprar no podrá superar, en conjunto, el límite del 10% del capital social recordando que Pampa Energía actualmente tiene en cartera 4.359.727 acciones, equivalentes al 0,27% del capital social.
Habrá además un límite diario para operaciones en el mercado argentino que no podrá ser superior al 25% del volumen promedio de transacción diario que hayan experimentado las acciones de la sociedad durante los 90 días hábiles anteriores.
Se establece además que el precio a pagar por las acciones será de hasta un máximo de u$s10 por ADR en el New York Stock Exchange y hasta un máximo del equivalente en pesos argentinos de u$s0,40 en la bolsa porteña, según el tipo de cambio vendedor de ese día publicado por el Banco Nación.
Las operaciones serán apalancadas con ganancias realizadas y líquidas y con reservas facultativas, teniendo en cuenta que la empresa cuenta con la liquidez necesaria para realizar las adquisiciones sin que afecte su solvencia.
En cuanto al plazo para encarar este procedimiento, el documento aclara que las compras se llevarán a cabo en 120 días corridos, contados a partir de la entrada en vigencia del plan que se producirá una vez que se comunique al mercado la finalización de proceso anterior.
De esta forma, Mindlin entiende que los efectos nocivos de las medidas sanitarias tomadas para terminar con el coronavirus continuarán provocando inestabilidad en los mercados y mantendrán los daños sobre las acciones de las compañías.
En el caso de Edenor, se encuentra afectada por varias medidas. Antes del inicio de la pandemia del Covid-19, por el congelamiento de las tarifas dispuesto por el Gobierno, por lo menos hasta mitad de año. Y una vez que el virus se instaló en el país, por las decisiones oficiales vinculadas al combate sanitario y a amortiguar las consecuencias en la sociedad. Por ejemplo, la imposibilidad de cortar los servicios a quienes no paguen las facturas durante seis meses, lo que ha derivado en un fuerte incremento de la mora que actualmente supera el 50%.
Mientras que para TGS el escenario también es complicado, teniendo en cuenta que las mismas medidas oficiales están causando cierta inestabilidad en el negocio del transporte de gas, con el freno de una gran cantidad de proyectos y de planes de inversión.