Paul Krugman, premio nobel de economía, dijo: "La productividad no lo es todo, pero a la larga es casi todo". 

A pesar de todas las evoluciones, la productividad del mundo está en baja desde 1950, sin excepciones. Suena raro, ¿no?

Hace unos años se hablaba del comienzo de la cuarta revolución industrial. Ese período, sin dudas, se aceleró exponencialmente por "la nueva normalidad", demostrando la capacidad del ser humano para reaccionar.

En paralelo, las bases de la globalización están crujiendo y se encaminan hacia algo más "Glocal". Ambos efectos combinados son un desafío increíble para la supply chain (cadena de suministro), no solo para poder evolucionar sino para ser una fuente de valor de los negocios.

Cinco variables

En el sector de la manufactura, en particular, impactan principalmente cinco variables.

En primer lugar, la cuarta revolución industrial que mencionamos anteriormente viene de la mano de un sinnúmero de tecnologías desarrolladas a escalas que la hacen totalmente aplicables.

Realidad aumentada, Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), Big Data management, Robótica, Cobots (robots colaborativos), Inteligencia Artificial, nanotecnología, entre tantas y tantas posibilidades.

Como segundo eje podemos decir que "otra Globalización" viene por delante. El desafío en las materias primas, nuevos materiales, los flujos de movimiento de mercaderías, la sustentabilidad y el e-commerce hace de este un tópico de alta incerteza y oportunidades.

Por otro lado, es pertinente mencionar a las nuevas generaciones laborales y sus condiciones asociadas. En la fuerza laboral vamos a encontrar diferentes expectativas, necesidades, condiciones y nivel de desarrollo.

Finalmente, no debemos olvidarnos de los productos y de los clientes. El nivel de competencia en los negocios hace que la capacidad de generar cambios y productos más complejos de manera rápida ya no sea una ventaja competitiva, sino una necesidad de negocio.

Además, estamos en una era en donde los clientes son cada vez más exigentes, imponen la necesidad de que nuestras unidades productivas se conviertan en unidades de servicio, entregando el producto en tiempo, forma, calidad, al mejor costo y cuidando el medio ambiente.

El futuro del capital humano

El capital humano es el pilar central de la solución de los procesos transformacionales. Esto les brinda a los trabajadores de manufactura un protagonismo increíble.

La pregunta sería, ¿están los líderes y profesionales de las fábricas suficientemente capacitados para poder manejar y encabezar esta evolución de forma exitosa?

Sin dudas, ellos deben desarrollar nuevas habilidades para liderar estas soluciones.

No alcanza con ser un experto técnico, se deben adquirir experiencia, habilidades y herramientas para expandir la capacidad de liderazgo en el piso de planta, mientras se diseñan actividades para entregar un mejor servicio a los clientes.

No solo se deberá operar los resultados de corto plazo sino también imaginar, diseñar e implementar un futuro sustentable para su operación.

Estamos en momentos transformacionales de la historia de generación de productos y, como pasó a lo largo del tiempo, siempre queda en nuestras manos realizarlo de manera exitosa y perdurable.

* Gustavo Rodríguez es Coordinador del Programa Ejecutivo Supply Chain Manufactura 4.0 en el ITBA.