Luego de un 2020 atravesado plenamente por las consecuencias económicas y operativas de la pandemia, en los primeros meses del 2021 las perspectivas industriales muestran cierta mejora, aunque siguen sin estar exentas de nuevas dificultades.

En línea con la recuperación de la producción de fines de 2020, en enero pasado se registró una mejora tanto de los indicadores de producción como de ventas.

Así surge de un trabajo elaborado por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentinna (UIA), titulado "Informe Especial Diagnóstico sectorial y regional: agenda laboral".

El estudio asegura que el 25% de las empresas encuestadas tuvo un aumento de la producción y otro 41% afirmó que las unidades producidas se mantuvieron invariantes con respecto al último trimestre de 2020. El 34% restante indicó una disminución con respecto al promedio del último trimestre de 2020.

En cuanto a las ventas al mercado interno, el 26% de las empresas afirmó un incremento de la demanda interna y un 37% admitió que se mantuvieron constantes con respecto al último trimestre del año pasado.

Con respecto a las exportaciones, un 27% indicó que se redujeron con respecto al promedio del cuarto trimestre del 2020, evidenciando que la debilidad de las exportaciones industriales se acentuó desde la irrupción de la pandemia y que el año pasado se redujeron 31% interanual. "Será fundamental desarrollar una política aguda en materia de recuperación de mercados externos, con rebaja de derechos a MOI y alimentos elaborados, reintegros, créditos, entre otros", reclama la UIA a través del informe.

De todos modos, la entidad industrial que preside Miguel Acevedo destaca que la reactivación de la actividad, junto con la puesta en marcha de actividades de servicios, dinamizaron la cadena de pagos, aunque todavía persisten demoras ya que el 22% de las empresas afirma que no pudo pagar impuestos; el 14% los compromisos financieros; el 9% a proveedores o tarifas de servicios públicos, y el 4%, salarios.

Esto se ve agravado porque el acceso al crédito sigue siendo acotado. Hubo una mejora en líneas para capital de trabajo pero sigue habiendo restricciones de plazos, montos y tasas para líneas de inversión. Un 43% del total de empresas tuvo mayor demanda de crédito, pero solo el 38% del total pudo acceder al monto necesitado.

"En línea con la recuperación de la producción de fines de 2020, en enero de 2021 se registró una mejora tanto de los indicadores de producción como de ventas. Sin embargo, la encuesta identificó nuevas dificultades asociadas a los mayores tiempos de entrega de proveedores, elevado porcentaje de trabajadores dispensados, la incertidumbre macroeconómica y las regulaciones laborales", destaca el trabajo del CEU a modo de conclusiones.

Además, agrega que las dificultades en mayores tiempos de entrega de proveedores se deben a paros de transporte y bloqueos que sufrieron establecimientos industriales. "Casi el 40% afirmó que las entregas por parte de proveedores se vieron diferidas", revela.

A esto se adicionan gastos surgidos en el 2020 que todavía están presentes como los costos del transporte y de los trabajadores dispensados y el de los testeos teniendo en cuenta que el 51% de las empresas encuestadas dice hacerse cargo de los tests para detectar Covid.

Para los industriales, las regulaciones laborales frenan el aumento del empleo

¿Qué pasa con el empleo?

En cuanto al empleo, el informe sostiene que junto con la recuperación, la industria fue aumentando la demanda al punto que el 18% de las empresas aseguró que en enero pasado aumentó la cantidad de trabajadores respecto a diciembre y solo el 14% indicó una disminución. "Parte de esta suba se debe a la necesidad de compensar el elevado porcentaje de trabajadores dispensados (12,5% en promedio) por motivos como casos confirmados o contactos de Covid y los trabajadores que tienen más de 60 años", añade el trabajo del CEU.

También se critica el actual régimen de regulaciones, surgido en un entorno excepcional como el que se presentó durante el 2020, ya que, según los hombres de la UIA, limita la capacidad de la industria de fortalecer el empleo.

Para apuntalar esta crítica se revela que el 69% de las empresas encuestadas manifestó que, de no presentarse estas regulaciones, aumentaría su dotación de personal.

"En el mediano plazo, recomponer el empleo asalariado en la industria, el cual pese a la suba reciente todavía está un 13% por debajo de los niveles de 2015 (161.000 puestos menos), tiene varios obstáculos por delante", agrega la UIA.

Uno es la incertidumbre macroeconómica. Otro, los juicios por despido, ambos factores que desincentivan la contratación en el mediano plazo: afectan al 73% y al 67% de las empresas, respectivamente.

El 69% de las empresas manifestó que, de no presentarse estas regulaciones, aumentaría su dotación de personal

También los convenios colectivos de trabajo desactualizados (45%), juegan el mismo rol para los industriales.

Para la UIA los resultados de la encuesta reflejan la necesidad de construir más previsibilidad macroeconómica. "La sostenibilidad del crecimiento dependerá de la capacidad de recomponer el empleo y la inversión. Generar los incentivos adecuados resulta prioritario", advierten desde la entidad gremial empresaria.