El blanqueo de capitales para la construcción que recientemente se convirtió en ley, generó mucho entusiasmo entre los empresarios del sector, dado que se trata de una oportunidad de exteriorizar activos no declarados que apunta específicamente no solo a reactivar su actividad sino también a generar un gran negocio inmobiliario.

"Hay muchos desarrolladores entusiasmados y muchos inversores que ya están consultando. Actualmente contamos con una gran cantidad de departamentos desde el pozo en toda la Capital, sobre todo Barrio Norte, Belgrano y Palermo", remarcó Solange Esseiva, dueña de la inmobiliaria H-54, ya que el nuevo blanqueo permite comprar unidades que estén construidas por debajo del 50%.

A pesar de las facilidades que ofrece esta nueva herramienta de inversión para el público en general, Esseiva aseguró que "el blanqueo está orientado a un inversor sofisticado y no a un ahorrista que en base a su esfuerzo pudo juntar u$s 50 mil para comprar un departamento".

Blanqueo en la construcción: inversores "sofisticados" apuntan al segmento premium

Para aquellos que quieren blanquear su dinero, se establece un impuesto especial del 5% en el caso que declaren los fondos dentro de los primeros 60 días de sancionada la ley; del 10% para los que lo hagan hasta el día 90; y del 20% para quienes lo hagan más adelante.

"El que blanquea plata es el que invierte mucho dinero y compra varios departamentos para luego revender. Es el que busca a los desarrolladores para comprar la tierra donde finalmente se levantará el emprendimiento", especificó Esseiva. En tanto, los que no buscan comprar en cantidad "se vuelcan por departamentos de 4 ambientes en edificios premium que cuestan a partir de los u$s 300 mil", explicó.

Según explicó la experta, la inmobiliaria H-54, que ella representa, cuenta con un importante listado de emprendimientos desde pozo que son aptos para el blanqueo, entre los que se destacan el edificio Park Cid, en Caballito. "Son departamentos apto profesional y de vivienda pero más que nada destinados a aquellos jóvenes que quieran vivir en una comunidad. Tiene desde biblioteca ambulante y salón de belleza hasta microcine y coworking", especificó Esseiva. Las unidades cotizan a partir de los u$s 61.900 y pueden llegar a los u$s 125 mil.

En esa zona también se construye Row Hidalgo, un edificio de 10 pisos de arquitectura contemporánea con unidades de 1 y 2 ambientes con múltiples amenities y espacios comunes. Los precios oscilan entre u$s 62.830 y u$s 140.970.

¿Por qué zonas apuestan quienes siguen confiando en construir?

A la hora de planificar un proyecto inmobiliario, Luis Guido, director de Grid SA (Grupo Idea Desarrollos), evaluó que conviene apostar por las zonas "premium" de la Ciudad de Buenos Aires como Puerto Madero, Recoleta, Palermo, Belgrano, ya que "siempre tienen público para la inversión".

Luego, destacó que "hay otros barrios que también tienen seguidores, históricamente de clase media, como Boedo, Villa Crespo, etc".

No obstante, Miguel Di Maggio, director de la inmobiliario Depa, apuesta al "porteño y su seguridad, aquel que se animó a cambiar de vida y pasar de tener un balcón a querer tener un parque, siempre va a priorizar, ante todo, el tema de los barrios cerrados". 

"Entonces, como primer circuito o primero llegada está la zona, tal vez más pudiente de Tigre, y después viene Pilar,  Escobar algo de Maschwitz y zona de Tortuguitas. Y, en un tercer escalón, tal vez un poco más económico, la zona de Cardales. Siempre hablando en un 80/90% de consultas en barrios cerrados.  Siempre dándole esa seguridad y, de alguna manera, también una cercanía a la ciudad, de no estar alejado no más de una hora de viaje en auto. Eso es lo que se prioriza. Obviamente, siempre se prioriza también la salida a la Panamericana para evitar el embotellamiento de las mañanas a la hora de llevar los chicos al colegio o salir para ir a su trabajo en Capital", remarcó. 

Crece el boon de la construcción en los countries

Ante este panorama, está claro que tanto las construcciones en countries  enfrentan un boom promediando la pandemia y actualmente continúa, impulsado por mucha gente que la pasó mal en su departamento en CABA y en otras ciudades. 

"Se trata de un fenómeno que se presentó no sólo en nuestro país sino a nivel mundial. En este sentido, mucha gente tomó la decisión (muchas veces postergada y en otras veces no lo había analizado) de irse a vivir en las afueras ciudades, en casas, más en contacto con el verde y el aire libre. Y eso se verificó en Buenos Aires tanto hacia el sur, el oeste o el norte. Mucha gente compró terrenos en los barrios privados, en countries o aún en terrenos libres en lugares abiertos y decidió comenzar la construcción de su casa también apoyado por el valor del dólar de hace unos seis meses, que hacía más viable los costos de hacerse una casa en estos lugares", explicó Guido.