A partir de este jueves 1 de julio y luego de casi nueve meses de haber sido cerrada, la terminal de ómnibus de Retiro reabrirá sus puertas bajo un estricto control del Estado nacional y con cara renovada.

Si bien la empresa TEBA mantendrá la concesión del predio como lo hace desde 1983, la administración y regulación de las actividades se mantendrá bajo las órdenes de un grupo de veedores designados por el Ministerio de Transporte de la Nación precisamente para evitar que la compañía nuevamente deje un completo abandono el predio, tal como ya ocurrió.

Cerrada primero desde principios del aislamiento por el Covid-19 en marzo del año pasado, con un corto período de operaciones y vuelta a cerrarse en diciembre del año pasado, las autoridades nacionales decidieron extender de manera precaria el contrato a TEBA, pero le incrementaron un 3.500% el canon que debe pagar mensualmente y que, antes de septiembre del 2020 era de $100.000.

También le exigió a la sociedad propiedad del polémico empresario Néstor Otero que lleve adelante un "Plan de Contingencia" para la mejora del servicio.

Tras obtener el aval del ministro de Transporte, Alexis Guerrera, este jueves comenzará la transición de servicios desde la terminal Dellepiane hacia Retiro por, donde antes del comienzo de la pandemia, circulaban más de 15 millones de pasajeros hacia 800 destinos.

Las obras fueron financiadas por TEBA pero definidas y supervisadas por tres veedores oficiales con el objetivo de garantizar y verificar el cumplimiento de los avances para la rehabilitación de la terminal.

A través de un comunicado, Transporte brindó un detalle de las obras de remodelación de la Terminal que incluyeron la instalación de cuatro nuevas escaleras mecánicas y tres ascensores; más de 60 cámaras de seguridad y 10 domos 360°; nueva y mejor iluminación LED; reacondicionamiento del sistema de protección contra incendios y de luces de emergencias, y nuevos sanitarios.

El informe también da cuenta de un reordenamiento de la circulación para definir claramente zonas de arribos y partidas que ordenen a los pasajeros, favoreciendo el distanciamiento.

Además, se instalaron 60 monitores de 42" y 32" para información en Hall Público y Plataformas; nuevas puertas automáticas, y espacios más amplios en el sector de espera y de plataforma.

Los trabajos arrancaron en agosto del año pasado e incluyeron también la refacción, pintura y limpieza en baños, andenes y salas de espera. El cronograma contempló además el pulido de pisos, la reparación o el reemplazo de las escaleras mecánicas y ascensores, y el refuerzo de la iluminación y del sistema de luces de emergencia.

Considerando el contexto de pandemia, habrá agentes en los accesos a la terminal para medir la temperatura de pasajeros y se dispondrán puestos de alcohol en gel. Asimismo, se realizaron modificaciones en los accesos, en las salas de espera y en la plataforma descubierta, logrando espacios más amplios. En el hall central, la circulación estará señalizada a los fines de ordenar el sentido del tránsito de las personas.

Según el documento oficial, quienes se acerquen a la estación podrán ingresar desde la rampa descubierta por calle Ramos Mejía o por el Puente 3.

En tanto que quienes arriben en micro y deban abandonar el edificio, deberán descender de las unidades e ingresar al hall central por el acceso al Puente 4, y una vez en ese lugar podrán salir por la rampa descubierta de la calle Ramos Mejía o por la escalera mecánica del Puente 3 hacia el estacionamiento.

Abandono y quejas

Cuando el Gobierno le reclamó a TEBA que pusiera en marcha el plan de contingencia estaba en juego la necesidad de cambiar la cara de la Terminal, que se encontraba en un estado de total abandono y falta de modernización de su infraestructura.

De hecho, las autoridades habían iniciado un proceso para licitar nuevamente la concesión que no tuvo éxito y por lo cual se definió extenderle precariamente el permiso a TEBA siempre que garantice las condiciones de salubridad y seguridad de la terminal y de los pasajeros.

El pedido buscaba mejorar las instalaciones y adecuarlas a las nuevas condiciones de distanciamiento, con un plazo de ejecución de los trabajos de 18 a cinco meses que finalmente se extendieron a más tiempo.

El ministro Guerrera recordó que una de las primeras medidas tomadas por Transporte fue buscar una solución para Retiro

Según las autoridades de Transporte, la terminal ahora cuenta con mayor accesibilidad, orden e higiene, por lo cual se logró un acuerdo con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que se puedan traslade los servicios de Dellepiane a Retiro.

Al respecto, el ministro Guerrera recordó que una de las primeras medidas tomadas por Transporte cuando inició la gestión de Alberto Fernández fue buscar una solución para Retiro, que acumulaba quejas y reclamos de las y los usuarios por su estado de abandono.

"Hoy vemos el resultado del trabajo de un Gobierno que se ocupa de los problemas de las personas, que se traduce en una terminal renovada, segura, cómoda, con mejores servicios, ordenada y moderna, preparada para ofrecer un servicio a la altura de millones de personas que van a viajar por el país y por la región de una mejor manera que es uno de los objetivos del Plan de Modernización del Transporte que estamos llevando adelante en el país.", agregó.