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Costa Urbana: IRSA va por el metro cuadrado porteño más caro pero llueven críticas por el impacto del proyecto

La propuesta edilicia está a un paso de ingresar en la Legislatura y la desarrolladora activó una potente campaña de promoción. Detalles y cuestionamientos
15/07/2021 - 12:06hs
Costa Urbana: IRSA va por el metro cuadrado porteño más caro pero llueven críticas por el impacto del proyecto

Todavía no recibió luz verde del ámbito político, pero la posibilidad de recaudar millones ya enciende los pronósticos más ambiciosos en la desarrolladora que propone el proyecto.

IRSA, la compañía que encabeza Eduardo Elsztain, acaba de presentar en sociedad el emprendimiento Costa Urbana, una lavada de cara del controvertido Solares de Santa María, y las estimaciones previas dan cuenta de una futura cotización del metro cuadrado incluso por encima de los precios de Puerto Madero.

Así, mientras que el barrio "top" de la Ciudad exhibe picos de cotización del orden de los 5.300 dólares la unidad desarrollada, sendos actores de la actividad inmobiliaria aseguraron a iProfesional que la propuesta a levantar en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors oscilará entre los 5.500 y los 6.000 dólares.

Costa Urbana contempla la construcción de torres, centros comerciales, hoteles, oficinas y diversos canales de agua en un predio lindero a la avenida Costanera Sur. Incluirá una laguna interna, lo cual marca que el plan es sostener buena parte de lo estipulado antes para el cuestionado Solares de Santa María.

Hace una década, distintas organizaciones manifestaron su oposición a la iniciativa explicaron que el paso de embarcaciones elevaría el nivel del agua inundando a los vecinos.

En ese momento, también se expuso que el proyecto no brindaba detalles respecto a los efectos que la construcción desencadenaría sobre la reserva ecológica de Costanera Sur. Sobre estos aspectos siguen sin conocerse precisiones, más allá de los anuncios de eventuales inversiones.

Para la concreción de este mega proyecto, Elsztain negocia con la Ciudad un cambio en los criterios de construcción en esa zona en torno a la reserva ecológica: la altura que IRSA pretende obtener tiene un límite de 100 metros en lugar de los actuales 12.

En concreto, busca que se habilite el desarrollo de torres. Los planos proponen edificios de 6, 11 y 15 pisos. Entre los complejos de viviendas se impulsaría un shopping a cielo abierto similar al Distrito Arcos.

Si bien el proyecto aún no ingresó en la Legislatura para su aprobación, trámite que se iniciaría antes de que concluya esta semana, lo cierto es que la desarrolladora activó una campaña intensa de promoción con vistas a recibir la venia política final.

En una presentación cerrada que llevó a cabo hace escasos días, IRSA anticipó potenciales inversiones del orden de los 1.600 millones de dólares, aunque no detalló cuáles serán los socios que secundarán a la empresa de Elsztain en el proyecto.

Costa Urbana se edificaría en el transcurso de 10 años y la empresa interesada aportaría cerca de 250 millones de dólares para iniciar el emprendimiento. Si bien la desarrolladora se esfuerza por mencionar a la zona como un espacio abandonado, la iniciativa será lindera al barrio Rodrigo Bueno y la ya mencionada reserva ecológica.

La empresa pretende urbanizar casi 240.000 metros cuadrados y, como contraprestación, liberaría otros 478.000 para que la Ciudad genere en el área un espacio verde. En torno al gobierno porteño celebran la propuesta de IRSA porque entienden puede activar otros negocios inmobiliarios en torno a la isla Demarchi y varios terrenos cercanos al Riachuelo.

El despliegue de construcciones premium que propone IRSA.
El despliegue de construcciones premium que propone IRSA.

Voces críticas

Consultado por iProfesional, Jonatan Baldiviezo, titular del Observatorio del Derecho, sostuvo que el proyecto podría ingresar en la Legislatura antes de que concluya el viernes de esta semana.

Declaró, además, que con el proyecto se "va a perder tierra pública" y va a nacer "un nuevo Puerto Madero, un barrio que no es bueno para la Ciudad porque no ayuda a la integración y es una zona que segrega a la población de sectores medios y populares".

"La Ciudad necesita de más espacios verdes, de más biodiversidad, de interacción con el río, por eso hay que recuperar esa tierra de la Costanera Sur y evitar que sean destinados a hacer torres", dijo.

"Si bien se habla de un predio que pertenece a un privado, la realidad es que era público y que, por un circuito vicioso, termina destinado a la especulación inmobiliaria", agregó.

Por su parte, María Eva Koutsovitis, ingeniera civil y coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA, recordó que "la donación y posterior cesión de estas tierras no se realizó para que se desarrolle un complejo inmobiliario suntuoso".

"De cambiarse el uso, autorizando un nuevo barrio residencial y comercial, el valor del predio se incrementaría exponencialmente", afirmó.

El legislador porteño Javier Andrade adelantó que "desde el Frente de Todos no vamos a acompañar estas propuestas, no queremos barrios cerrados ni profundizar una Ciudad desigual".

Amanda Martín, también legisladora, no ahorró críticas a las intenciones de Elsztain: "Serán construcciones de lujo que después irán la especulación inmobiliaria cuando la población de la Ciudad de Buenos Aires está siendo expulsada".

El proyecto abriría nuevos negocios inmobiliarios en el Sur porteño.
El proyecto abriría nuevos negocios inmobiliarios en el Sur porteño.

Proyecto "anterior"

En 1997, IRSA pagó 50 millones de dólares por las 71,6 hectáreas que destinará al proyecto en cuestión, promocionado hace una década como la "Dubai porteña".

Hasta su cancelación en 2013, la empresa estimaba que unas 15.000 las personas podrían habitar el megabarrio porteño.

En su concepción, Solares de Santa María consistía en un emprendimiento de perfil residencial que, promocionaba la desarrolladora, establecía un cierre al desarrollo urbano de Puerto Madero.

"Irradiará su influencia a los sectores aledaños (San Telmo, San Cristóbal, La Boca, Barracas) contribuyendo al fortalecimiento del área sur de la ciudad", dijeron a iProfesional desde la desarrolladora en noviembre de 2012.

Uno de los puntos conflictivos que, hace años, terminó por trabar el proyecto vino por el lado del destino que tendrían de los habitantes del barrio Rodrigo Bueno, ubicado a escasos metros de donde se pensaba levantar el emprendimiento náutico ahora relanzado. Se denunció como probable el anegamiento de esa área como consecuencia de la construcción de canales y el movimiento de embarcaciones.

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